Me despierto al día siguiente en mi cama del cuarto de la universidad y sinceramente aun no me lo creo. Prácticamente no he dormido nada rememorando una y otra vez lo que pasó ayer.
En la vuelta a casa con el señor Choi le pregunté si había hecho algo mal porque parecía realmente enfadado y tenía miedo de haberla cagado de alguna manera. Por suerte me explicó que no estaba enfadado conmigo y que yo no había hecho nada malo. Yo tan solo estaba haciendo mi trabajo, aunque cantando y bailando, me avergoncé un poco de esto último. Con quien estaba enfadado era con Jun, por no avisar de su cambio de planes a última hora. Si hubiese avisado al señor Choi éste hubiese vuelto antes a por mi y Jun y yo no nos hubiésemos encontrado. Estuve escuchándole quejarse un rato de Jun mientras nos dirigíamos de nuevo hacia la empresa.
Antes de dejarme en la puerta el señor Choi me confesó que el encuentro entre Jun y yo nunca debería de haber ocurrido y que ahora debería de constatar si yo era indicada para seguir haciendo el trabajo, no me extrañó. Supongo que para ellos soy un peligro. Al fin y al cabo no me conocen y no saben como puedo comportarme. Realmente podría ser una loca y aprovecharme de la situación. Antes de bajar del coche me dijo que esperara a que me dijeran algo, así que bueno, iba a estar a la espera. Pero no sabía cuánto tiempo y sinceramente, yo tampoco sabía si quería seguir con este trabajo, quizá es demasiada responsabilidad. Cuando me hicieron firmar el contrato ni me imaginaba que fuese a ser un idol, aunque ahora que lo pienso, creo que fue una de las suposiciones de Emily.
Sonrío mientras me estiro en la cama ¿Esa chica es adivina o que?
Debería de empezar a pensar en levantarme e ir preparandome para ir a la universidad, pero la verdad es que mis ganas están hoy bajo cero, entre lo poco que he dormido y todo el estrés de ayer lo que menos me apetece es salir de mi pequeña habitación, ahora mismo esta es mi pequeña zona de confort donde nada ni nadie puede hacerme daño.
Noto como mi teléfono vibra a mi lado, es Emily, que obviamente no ha dejado de molestarme a mensajes desde ayer preguntándome qué tal, si he averiguado algo o que simplemente le cuente como estoy. Me quedo un rato mirando la pantalla, sabiendo que no puedo decirle que ayer estuve en casa de Jun, ya no solo por el contrato que me hicieron firmar, eso me da más igual. Pero se que seria un bombazo si la prensa termina enterándose de que Jun tiene una casa en Gangnam y que va de vez en cuando. Y no es que mi amiga pueda contarlo por ahí, se que Emily es buena chica y si le digo que guarde un secreto así de grande sería capaz de hacerlo, pero no quiero contarle nada por respeto a Jun y al señor Choi. Me duele tener que coger el teléfono con las dos manos y escribirle rápidamente que ayer acabé el trabajo y me fuí enseguida a casa por que no me encontraba muy bien. Le puse en pocas palabras que el apartamento era muy bonito pero que no habían fotos personales así que no podríamos saber quien me había contratado.
Sonrío al ver que me contesta con un montón de emoticonos llorando y diciendome que ella quería que fuera un hombre buenorro y que me vida fuera un poco más picante al conocerle. Yo le contesto con emoticonos riendo y diciéndole que mi vida ya es bastante diferente desde que me vine a corea, me levanto de la cama por fin y empiezo a prepararme para ir a la universidad.
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El dia a pasado sin más y sigo sin tener noticias ni del señor Choi ni del padre de Emily, no se ni si tan siquiera se lo habrán contado a él. Yo desde luego voy a quedarme calladita y quietecita hasta que me digan algo. Aun así tengo un poco de ansiedad de pensar lo que pensará el señor Harper si al final deciden quitarme el trabajo, directamente le habré fallado, sin más. Aunque en realidad no he hecho nada malo, simplemente limpié y me encontré con el dueño. Sacudo mi cabeza para quitarme esos pensamientos de una vez de la cabeza, llevo desde ayer así y no quiero darle más vueltas.
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El viaje que lo cambió todo.
Teen FictionEmma decide irse a estudiar a Corea del Sur seducida por la sensación de probar algo nuevo, salir de la monotonía y convencida por su mejor amiga Emily, que ya vive allí desde hace un tiempo. Sus padres deciden pagarle todo lo que conlleva los gasto...