—Es mi imaginación o Wooyoung tiene una blusa de Cenicienta, rosa —la castaña pregunta, viendo a su hijo y el de Lisa pintar con crayones debajo de la sombra de un árbol, con gestos alegres plasmados en sus rostros, disfrutando del día.
Han pasado tres semanas y Jennie sigue buscando a Lisa. Va a todos los parques que ella. A la rubia no le molesta para nada, al contrario. Le encanta tener alguien con quien platicar. Siempre hablan de diferentes temas. Jennie le cuenta como va su trabajo, las cosas en casa y ella le oye atentamente. Porque le encanta la voz de la mayor, en la manera lenta y pausada de como salen las palabras de su boca. Todos los días tiene algo nuevo por contar, a veces eran cosas que veían en las noticias o un dato curioso que salía en alguna página de Internet, todo eso Lisa lo encontraba interesante.
Se encoge de hombros y le da una mordida al emparedado que preparó en casa. Es de pollo con un poco de queso. Su mirada viaja también hasta donde están ellos. Le encanta saber que su lorito tiene a alguien de su tamaño para compartir ratos agradables.
—Se coló en el lavado. Tratamos de devolverla pero nadie la reclamó. A lorito le gustó porque se veía nueva y los colores aún brillan. Creo que es su favorita por eso.
Jennie asiente en compresión y no dice nada más. Siente algo de pena por Wooyoung, porque es un niño encantador y noble. Él merece más que una camiseta colada en el lavado.
En esas tres semanas ha aprendido bastante de la extranjera. Un poco de su vida y todo. Por ejemplo, que fuma en vez de comer, para calmar su hambre y sentir que el humo le llenaba. Que comía cuando mucho 10 veces en una semana, con tal de que su hijo tuviera que comer. O que prefería el café cargado a con leche. Que su sueño fue ser pediatra, pero se vio acabado cuando se embarazó de Wooyoung. También se había fijado bastante en sus movimientos. Cuando estaba nerviosa se acomodaba el cabello detrás de la oreja, y si le decías algún cumplido ella reía abiertamente y negadaba con la cabeza. A veces fumaba con el cigarrillo entre su dedo medio y el índice. En otra ocasiones con el índice y el pulgar. O que sus mejillas se teñían de un rojo vivo cuando sus rostros quedaban demasiado cerca.
—¿Qué tal si hoy te invito a cenar?
Lisa hace una mueca graciosa a Jennie y se ríe. Siempre es graciosa y divertida. Le encanta así. Nunca se aburre, todo el tiempo sale con una broma o un comentario sarcástico, claro, nunca siendo grosera.
—Por mi perfecto, sólo un detalle. No sé donde dejar a Wooyoung.
—Podemos dejarlo con una de mis madres, ahí dejaré a Jeongin también. No se molestará, adora a los niños.
—Entonces sí. Acepto —estira su mano y Kim la toma, como si estuviesen cerrando un trato.
Cada quien se va por su parte y deciden que Jennie pasará por ellos a las 7:30 de la noche.
Lisa se baña y luego a su lorito. El agua se ensucia y pequeñas burbujas se hacen a causa del shampoo y jabón que usa. Lava su cabello y talla sus brazos para que esté limpio. Lo saca de ahí cuando sus dedos están arrugados y están a punto de dolerle. Con una toalla gruesa se seca su cuerpo. Entra al baño nuevamente para arreglar unas cosas en ella misma. El niño le espera en la habitación, donde se está se secando el cabello.
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Bracelets | Jenlisa
Любовные романыLisa y su hijo venden pulseras artesanales en los parques. Jennie los ve y queda encantada con la energía del pequeño Wooyoung y los grandes ojos de su madre. Adv: Jennie G!P ➼ Adaptación © louiskt ➼ Portada hecha por Edlyn_Tovar