「 𝗧𝗵𝗲 𝗞𝗮𝘆𝗮𝗸𝗮𝘄𝗮 𝗚𝗮𝗻𝗴 𝗦𝗲𝗿𝗶𝗲𝘀, book four 」
· ─ ❨ 𝗮𝗻𝗲𝘂𝗿𝘆𝘀𝗺 ❩
ella lo mantiene bombean
do directo a mi corazón
Donde Hekima se ve involucrada en un problema entre bandas junto a sus hermanas debi...
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capitulo doce "celebraciones"
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Los pocos días pasaron y tras eso, llegó el día del cumpleaños de GinaHayakawa. Hekima siempre era una de las más emocionadas en el tema de los cumpleaños y amaba cocinar junto a Kat, además de que llevaba meses preparando el regalo. Luego de unirse a la Toman ninguno de los hermanos había vuelto a cumplir años, y la más próxima era Gina, por lo que se encontraba con tiempo de anticipación planeándolo.
Así que, cuando Draken llegó un día antes del diez de enero con la grandiosa idea de planear una fiesta sorpresa para Gina, no dudo nada y fue la primera en aceptar y proponer cómo estaría aquel día. Al instante que él lo dijo, su cabeza hizo click y rápidamente trabajó en qué hacer, y esto incluía ignorar a su hermana todo la mañana hasta que llegara el momento de regresar a casa y sorprenderla. Tal vez era demasiado, ya que una parte de Hekima le dijo que era demasiado cruel hacer pasar a su hermano algo así; pero, su emoción podía más.
No dudo ni cinco segundos en mandarle mensaje a los gemelos para invitarlos y también a Akkun, además de decirle que trajera a sus amigos ya que tenían días sin convivir. Así como Kat invitó a Chifuyu y Takemichi, Kimi a Mitsuya, sus hermanas y los Shiba, e Issey a Rin, Mucho y Sanzu. Y por parte de Gina habían invitado a Mikey, su hermana Emma y evidentemente a Draken.
Eso sería una grandiosa fiesta, y al menos Hekima esperaba que Gina volviera a ser la misma con Draken, porque ya tenían días alejados. Su hermana sonreía más cuando estaba a su lado y deseaba que volviera.
Akkun la llamó nada más Hekima se despertó y aquello le sorprendió un poco. No había nadie más en su habitación ya que Kimi había partido temprano para comprar las decoraciones de la fiesta junto a Mitsuya, y sus demás hermanos debían estar ahí en la casa fingiendo no saber nada. La tenía nerviosa eso.
—¡Hola, Heki! ¿Cómo estás? —preguntó del otro lado del teléfono Akkun feliz. Su corazón se aceleró, y agradeció estar sola sino la hubieran molestado por eso.
