𝐭𝐫𝐞𝐬

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Espiar estaba mal, terriblemente mal, pero quería saber cómo iban las cosas en la cena familiar de los Todoroki, su curiosidad pedía ser saciada a gritos.

Cuando Endeavor no estaba, su madre y ella podían cenar en la mesa con los tres hermanos si es que Natsuo estaba y si no, solo eran los cuatro, era un ambiente algo cálido; pero cuando el héroe número dos estaba en casa... Se producía un incómodo silencio y miradas mordaces y de recelo volaban en el aire con libertad.

Como ahora, Endeavor estaba cenando junto a sus hijos, incluso Natsuo estaba -aunque era porque no sabía que el héroe estaría en casa-, al parecer tenía el siguiente día libre y quería descansar.

—Y... ¿Cómo te fue hoy, Shōto? —Fuyumi fue la primera en hablar, cortando un poco la evidente tensión.

—Normal —respondió, Kalala se contuvo de dar un largo suspiro.

Pero internamente rio, no esperaba una respuesta diferente y se asustaría si así lo fuera.

—¿Y a ti, Natsuo? —admiraba como Fuyumi no se rendía en su objetivo.

Después de todo, ella quería que fueran una familia. Que Enji se arrepintiera de todo lo que hizo e, incluso, poder reunirse todos con su madre algún día.

Pero sería difícil mientras los abusos de Endeavor hacia Shōto siguieran. Kalala estaba resentida con el héroe y lo odiaba a grandes niveles, en todas sus vidas había conocido a padres abusivos, pero nunca tan directamente como ahora, aún podía recordar los gritos a altas horas de la noche en la residencia, los golpes, los objetos cayendo o rompiéndose. Todo eso formó parte de la infancia de aquellos que crecieron en esa casa.

No era un secreto que incluso ella tuvo que firmar un contrato de confidencialidad para nunca revelar todo lo que veía, oía o vivía en ese lugar; pero a veces tenía tantas ganas de denunciar a Enji con la policía, denunciarlo por el maltrato hacia sus hijos y su madrina, a la cual incluso mandó a un centro psiquiátrico. Porque sí, ella lo necesitaba, pero él era el responsable.

Solo no lo hacía por su madre y los hermanos Todoroki, porque su madre sería despedida y había que aceptar que ella hacía más amena la estancia en la casa, aconsejando a Fuyumi, ayudando a Natsuo e intentando proteger a Shōto de su padre.

Además, Fuyumi quería unir a su familia y Natsuo aún estaba estudiando su carrera, abriendo una investigación, entorpecería ambos procesos y la profesión de Fuyumi sería puesta bajo la lupa al estar trabajando con niños; pero si alguna vez Endeavor repetía los mismos errores que cometió con su primer hijo, Kalala no dudaría en intervenir.

No dejaría morir a Shōto como vio morir a Tōya, aunque en realidad no lo vio morir físicamente porque no estuvo presente cuando todo lo que se halló de él fue su mandíbula en aquel bosque, sino que vio como poco a poco iba muriendo en vida, su mirada volviéndose más fría, su piel quemada por su propio poder y las ansias de enorgullecer a su padre junto al drástico cambio en su cabello debido al estrés.

Lo que pasó con Tōya Todoroki no se volvería a repetir; y si pudiera volverlo a ver, le pediría perdón, le diría que todavía hay esperanzas, pero qué, en ese momento estaba tan asustada que no intervino. Después de todo en ese entonces era una niña con las memorias de una total anciana.

—Me va bien —Kalala volvió a centrar su atención en la cena, aún escondida tras una de las columnas—. Tuve examen hoy —agregó Natsuo, para que la respuesta no quedara tan vacía, se notaba desde lejos lo mucho que quería irse.

Pero dio igual, se podía sentir lo mucho que se obligó a sí mismo a contestar.

Por un rato, todo lo que se escuchaba era el tintineo de los cubiertos contra los platos y un silencio tan arrollador que incluso, si te enfocabas, podías oír las respiraciones de la familia.

𝐢𝐦𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥 𝐬𝐨𝐮𝐥 ━ 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora