¿Odio?// Atsuaku// Omegaverse

-1-

Bostezaba, estaba totalmente cansado de todo, se aburría de la mayoría de cosas, esas cosas eran Dazai, por supuesto, el único que le dejaba trabajo de más. 

-Atsushi, ¿Estás bien? -Pregunto la pequeña algo preocupada con su serio rostro.

-Sí, perdón por hacer que te preocuparas -Le acariciaba la cabeza- Solo... es... -Trago en seco.

Su nariz olfateaba un dulce olor a higos.

-¡Cuidado!. 

Alarmado por Kyouka, esquivo el auto que le era lanzado. Abatido miro nerviosamente la dirección de donde provenía, en su pecho pudo sentir un latir potente, claro, ver a un Akutagawa agitado que dejaba emitir su aroma con libertad, controlando su lado Alfa. Enojado se acerca rápidamente al azabache, tomándolo de la muñeca con fuerza llevándolo arrastras. 

-¡¡¿Qu-quién te dijo que puedes tocarme, asqueroso Jinko?!! 

Era como siempre, siempre su desprecio hacia él, pero... ¿Por qué especialmente a él?, ¿acaso tanto lo detestaba que le repugnaba un rose de sus dedos?, totalmente enojado soltó su feromona en modo amenazante. Akutagawa gimoteo, para luego cubrirse la boca avergonzado, Atsushi al ver que el opuesto intentaba liberarse de manera temblorosa. Lo acorrala en un callejón, dejando a un confundido mafioso tembloroso.

-Es que acaso... -Tomo aire y luego miro al azabache - ¿¡¿Acaso me odias tanto?!? 

Akutagawa estaba mudo, sin dejar de mirar al albino pensaba en algo que su hermana dijo, eso era:

                                   "si no le dices como es correcto, mal entenderá las cosas"

Tomo aire para luego morderse el labio, lo que iba a hacer sería totalmente vergonzoso, ignorando el hecho, tomo al enojado alfa por sorpresa, pues, lo había abrazado desde el cuello para luego, susurrarle "¿Odio?, es totalmente lo contrario, idiota".

Perdiendo la cordura por el intenso olor a higos, no puso atención a lo que le susurraba, sin evitarlo empuja al azabache contra el muro nuevamente, haciendo que el mismo se quejara por el golpe, pero luego fuera callado por los labios opuestos, el beso era tan brusco que el azabache intentaba calmar un poco la intensidad, pero sus muñecas fueron sujetadas al instante qué también sentía la lengua cálida del otro adentrarse en su boca, gimiendo entre besos profundos, evitaba que el albino se diera cuenta de su miembro que rogaba por atención.

-Ahgmmh~... Ji-Jinko MahffMm~ Es-esperaaahh~ 

no importa que dijera, era ignorado, su cuello estaba siendo atacado por mordidas y pequeños besos, sin darse cuenta empezaba a pedir más, más atención en todo su caliente ser, con la poca fuerza que tenia, uso a Rashoumon para tumbar al alfa sin juicio al suelo, atándole las manos sobre su cabeza. Akutagawa lamia sus labios, desabrochando el pantalón del agente, quien por fin tomaba su mentalidad nuevamente.

-A-akutagawa es-espera. -Se movía pero al ver que se encontraba atado se torno totalmente rojo.

-Nada de esperar, estúpido Jinko.

Al intentar alegar soltó fue un gemido ronco, su miembro era tocado con cierta fuerza pero delicadeza, gruñendo por el tratamiento que recibía, apretaba sus manos, cerraba sus ojos mientras intentaba "despertar" del sueño o pesadilla en la que se encontraba.

-Dulce...

-N-no hagas esoommh~ 

Atsushi se sentía en el paraíso, la boca del azabache en su falo era algo inimaginable, sin poder aguantar más, movió su cadera ahogando al mafioso entre la actividad realizada. Akutagawa tragaba del seminal, mientras se acomodaba encima del albino, recostándose encima del pecho del agente, mientras con sus manos bajaba su pantalón, cual, escurría el liquido que brotaba de su entrada, sin "prepararse" tomo el falo grueso y erecto del chico tigre.

-Asiendo esto, ¿seguirías pesando que te odio?

-...L-lo... siento, Ryu. 

Su pecho latió con fuerza por oír su nombre proviniendo de aquel "tarado" agente, desprevenido pudo ver como Atsushi se desasía del agarre para luego sujetar su cadera y hacer una penetración de golpe.

-¡¡¡AAAHHHAA!! Mmhhm~ -Se mordía el labio, no quería que lo escuchara nadie.

 El albino, sin detenerse lo embestía con rapidez y fuerza, salía y se adentraba con tanta pasión que lograba llegar al limite del interior ajeno. Akutagawa siendo embestido de esa forma lo estaba enloqueciendo, para evitar que su voz hiciera sonidos obscenos beso al agente, adentrando su lengua jugando con la contraria. El interior se sentía totalmente estrecho, placentero y totalmente bien recibido, sin evitarlo se alejo de los labios del contrario para luego dedicarle una sonrisa, provocando mas sonrojar en el azabache quien apretó su interior, gruñendo y antes de terminar, mordió la nuca con mucha fuerza, dejando oír un ultimo suplicar del mafioso para luego ambos correrse. Ryunosuke cerro los ojos con fuerza ,mientras, de su comisura salía saliva, se sonrojaba al sentir la semilla del agente en todo su interior. 

En la mañana, se percato de que estaba recostado en un cuarto que no reconocía, al sentarse le dolía la cadera, quejumbroso recordó lo que hizo, totalmente sonrojado, se maldijo y maldijo a todo lo que le llegara a la cabeza, luego suspiro profundo, ahora que haría, ¿Dónde está aquel inútil del atsushi?, ¿acaso hizo mal en hacerlo?, ¿Fue rechazado o desechado como lo hizo Dazai?.

 -Maldición... -Su lado omega pensó a tanto que lo hizo llorar en silencio, pero, tan pronto que lloro la puerta del cuarto se corrió. 

-Ryu... ¿Akutagawa qué sucede? -Preocupado abrazo a su omega. 

-Su-suéltame -Exigió para luego aferrarse de las prendas contrarias. 

 Atsushi al verlo de esa manera, sonrió para luego liberar su aroma para provocar mas confianza entre ellos, Akutagawa al olerlo, lo acepto soltando de las suyas, ambos mas relajados, se alejaron un poco.

-Verte llorar es algo muy poco común, ¿Lo sabias? -Bromeo para luego secarle las lágrimas.

-Eres un idiota, Jinko. -Tomo del cuello al chico para acercarlo y darle un beso.

Atsushi sonrojado, le acepto abrazándolo de la cintura, para luego mirarse y sonreírle, sabiendo que lo había hecho suyo, respondiendo a su duda si era, odiado.

Al cabo de un mes, salían de vez en cuando, Akutagawa seguía de tosco y serio, Atsushi solo le tenia paciencia, cuando al azabache le daba por ser dulce con él, eran momentos demasiados preciados, pasando noches juntos, uniendo sus cuerpos en la oscura noche, jurándose amor en silencio. 

-Jinko.

-Oh, Akutagawa, ¿Sucede algo?

-Estoy embarazado...

-¿EH?