En La Mira #1 ......[#PGP2024]

Capítulo 36

. Sin sabor.

Hela Petrov.

No.

No...

¡No puede estar pasando esto!, ¡Demonios!

Corría por las calles del maldito pueblo, ignorando la presión en mi pierna y la debilidad que sentía por el jodido dolor, callando a sacudidas los gritos desesperados de Axel que no salen de mi cabeza, borrando la puta imagen de Noemí desangrándose en el piso, no, me negaba aceptar que ella sufriera de esta forma, por culpa mía, no...no puede... ¡Carajo!

Alek me seguía los pasos de cerca mientras que todos los demás nos seguían con armas flanqueando las zonas, justo ahora me importa una mierda que aparezca el mismo diablo a matarnos, tengo una ira corriéndome por el cuerpo que lo mato a él y a todo su jodido infierno.

Giramos por la calle llegando a ese pequeño y misero hospital y con el sol saliendo a nuestras espaldas entre pateando la puerta con brutalidad, los vidrios castañearon y los gritos por impresión de las enfermeras y pacientes no tardo en hacerse oír.

Axel comenzó a gritar que necesitaban ayuda, pero todos estaban resguardándose contra los pilares, y debajo de las mesas al vernos armados.

Aitor soltando maldiciones pero reaccionando primero que el jodido personal de salud corrió encontrando una camilla y la trajo para dejar a Noemí sobre ella.

——Necesita un médico, ¡YA! — Grite y al ver que seguían aturdidos eleve el arma dando dos disparos al aire, gritando que reaccionaran o que quemaría está mierda con todos adentro. Los ancianos que estaban esperando ser atendidos se lanzaron al piso y las enfermeras temblando corrieron hacia nosotros.

—Está embarazada—informó Axel—tiene...tiene siete semanas.

Las enfermeras vieron la sangre en su ropa y mirándonos a todos comenzaron a llamar a los médicos. Tomaron la camilla y cuando la alejaron de nosotros comenzamos a seguirlas.

Akim, Aitor, Ainhoa y un aturdido Adam se mantenían espaldas a nosotros flanqueándonos, mientras que Axel, Alek, y yo íbamos a la par con la camilla analizando los pasos y movimientos de todos a nuestro alrededor.

Entramos a una sala de procedimiento y en cuanto entro un medico retrocedió chocando con la pared al vernos armados.

—Está embarazada—hable señalando a Noemí con el arma— tiene alrededor de siete semanas, hace menos de media hora sufrió una hemorragia y perdió la consciencia. —Se quedo quieto elevando las manos sin sacar la mirada de las armas, jugando con mi inexistente paciencia. —Atiéndala antes de que me vuelva loca y asesine a todos ser viviente en este mugroso lugar.

Eleve el arma soltando gruñidos histéricos para apuntarle directo a la cabeza, el medico comenzó a sudar y al ver como Alek me respaldaba asintió, acomodo sus gafas y con su cuerpo tembloroso se giro hacia Noemí para inspeccionarla con la mirada.