Una flor de otoño (COMPLETA)

❀Capítulo 9❀

"manos dañadas, momentos interrumpido de no tan amigos"

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Mylen Sharon

2019, febrero 14

Le juego empezó a lo lejos, vociferas de las personas ayudaban la cancha. 

Llegamos a la parte mas alta de las gradas con los refrescos que habíamos ido a comprar antes de que iniciara.

—llegue. —Alex llego a mi lado.

—te compre un refresco —dije mientras lo pasaba, me agradeció y sonrió ligeramente.

Me quede viendo su cara  de manera sutil, bueno, todo sutil menos mis orejas acaloradas.

Intentando ser descubierta volvía  la cancha, ahora era raro ver a alguien mas que Adam, ahora la chancha se veía mas amplia.

Los gemelos jugaban como expertos, se pasaban el balón de manera ágil, incluso pasando entre las trincheras de los contrincantes.

Adam cada cuanto les gritaba para que le pasaran al balón, "la estrella", rode los ojos de manera involuntaria cuando entendí que lo único que veía yo, era su cara.

Y como cada partido sucedía, Adam rodó unas ocho veces por la cancha y empezó a quejarse de su pierna.

La rubia de ya no tan nuevo ingreso corrió a su rescate como la última vez que estuve en algún partido, yo fui alguna vez esa persona y me daba un poco de vergüenza ahora.

Ya no era solo yo la que se sentía avergonzada de verlo, en si, todos.

Creo que solo entraba ya porque le daba un dinero extra al entrenador.

<<fuente: ese wey borracho >>

—no se preocupen, estoy bien, puedo seguir jugando— espeto entre quejidos, cojeando por el campo.

Se escuchó un sutil "aw" por todas las gradas. El entrenador levantó las harás de salvación para mis oídos y se lo llevo a la enfermería.

Pero como si se tratara de un imán de mala suerte, logro ubicarme entre toda la multitud, nos vimos un segundo a los ojos cuando mis nervios hicieron que volteara por completo a Carolina.

Pero sentía su mirada en mi, Carolina me vio confusa pero solo le sonreí. Después de que se perdió dentro del edificio volvimos al juego.

A mis espaldas susurro una sutil voz, femenina, tímida, casi asustada. "Adam quiere que vayas"

Se sentía como una piedra en el zapato, parecía que tener a una nueva chica de tras de el no era suficiente.

Debía dejarle las cosas claras ya, el ya no me "gusta" .

—vengo en un momento —dije mientras entre la multitud, seguía a la chica que iba con un suéter amarillo, que algunas veces se desaparecía.

La puerta se veía grande, blanca, lo suficientemente gruesa para no tener que ver a Adam. Pero la chica abrio la puerta en un rechino, dejando ver a Adam sobre la camilla, siendo curado.

—mi pequeña, ya decía yo que me extrañabas. —me revolvió el estómago el apodo.

—solo he venido a aclarar las cosas, nom... Adam.

—que falta por aclarar, mi pequeña. —se levantó de la silla sin alguna queja, su respiración estaba frente a mi y de cierta manera, me revolvía el estomago.

—deja de molestarme —espete molesta, alejándome.

—no comprendo.

—que no es claro, deja de molestarme: no me llames, no te acerques. Nada, no quiero nada que ver contigo ya.