𝖧𝖾𝖺𝖽𝖼𝖺𝗇𝗈𝗇'𝗌 𝖣𝗋𝖺𝖬𝗂

thirty seven.

37; El hecho de que las discusiones entre Mikey y Baji suenen como coqueteos peligrosos y amenazantes (que en realidad en sus discusiones no hay coqueteos, sólo son ellos lidiando con el otro y sin poder evitar parecen lo contrario) logran romper la fachada de Draken sobre sus inexistentes celos. Normalmente, Baji dice algo que tiene que ver con el pasado de Mikey y es donde Draken se da cuenta que Baji sabe tanto sobre Mikey como él sabe sobre Mikey. Y esa conexión que mantienen logra romperlo porque instantáneamente Mikey sabe que contestar sobre Baji, conversaciones que sólo ellos saben y sólo ellos entienden. Conversaciones en las que Draken se siente como un desconocido e internamente duele. Su pequeña molestia no va dirigida hacia Mikey o Baji, piensa que ni siquiera la hay, pero está equivocado, tampoco va dirigida hacia él, simplemente es un malestar al sentirse fuera de lugar, sabe que Mikey tiene pasado del que no es parte en la mayoría, sólo es una pequeña molestia momentanea que se le pasa cuando Baji comienza a subir de tono y Mikey le dice: "Dile algo, Ken-chin" mientras se hace la víctima, tiene que meterse para ponerse del lado de Mikey antes de que le dé una patada a Baji y deje viudo a Chifuyu.

Y, cuando se encuentran solos, sin poder creer lo que hará, menciona sobre su pelea con Baji, de forma tan desinteresada que incluso él cree que es una conversación normal y no con intereses secundarios, diciendo: "¿A qué te referías en la tarde, con Baji?". Mikey lo mira curioso, pero ni siquiera lo piensa dos veces antes de comenzar a contarle porque Baji lo acusa de lucido y cuanto ama la atención (que Draken ya sabía ese aspecto de Mikey, pero no sabe la versión de Baji) y cuantas veces lo rechazó de niños cuando le pedía pelear.

La historia de Mikey se extiende demasiado, hasta el punto que Draken acomoda su cabeza en sus piernas mientras Mikey sigue contando y contando historias variadas de su pasado con Baji, Emma y él.
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𝐷 𝑟 𝑎 𝑀 𝑖