Prólogo

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El reloj todavía no marcaba las doce en punto.

La luna, plena e intimidante en ese inmenso cielo, resaltaba única a través de las nubes, y las pocas estrellas que se vislumbraban también la acompañaban. Reinaba la noche, y para los ciudadanos ese era el momento de mayor tranquilidad o de descanso; únicamente los más nocturnos o fiesteros seguían merodeando por las calles de La Ciudad.

A las afueras, el bosque que la rodeaba permanecía frío y solitario, y solo el paso silencioso de doce chicos encapuchados lo modificaban. Avanzaban y avanzaban con un caminar lento, tranquilo, en dirección a ésta, y ninguno de ellos hablaba entre sí. Cada uno, sujetando su propia arma, miraba fijamente hacia delante sin inmutarse por cualquier ruido que pudiese oírse en el bosque, pues su único objetivo era, como todas las noches, el de dirigirse hacia La Ciudad.

Un sonido parecido al motor de un coche chirrió no muy lejos del grupo y éstos, con un breve y rápido movimiento, fueron capaces de esconderse entre los arbustos que rodeaban el camino. Una furgoneta bastante vieja pasó al instante ante ellos y desapareció dejando un leve rastro de luz e inquietar entre los doce. Los que lideraban el grupo ya se habían levantado y colocado en medio del camino, y miraban hacia donde un momento atrás el coche había desaparecido.

– ¿Qué pasa? ¿Has visto algo? –preguntó uno de los más apartados, colocándose delante de uno de los encapuchados que parecía liderar el grupo. Éste último asintió y ladeó el rostro hacia su otro acompañante, quien le observó por un momento y añadió:

– Un Rubram. Tenemos que seguirlo.

Corriendo y dejando volar las capas por detrás de ellos, los doce reemprendieron el camino por el cual habían pasado hace tan solo unos segundos y le dieron la espalda al que hacía un instante era su único y principal objetivo.

El reloj ahora marcaba las doce y cuarto, y eso solo podía significar una cosa:

Los rubrams volvían para cazar y llevarse a alguien de La Ciudad. 

Nocties: seres de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora