Uno

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La obscuridad de la noche comenzaba a cubrir parte de la tierra, las estrellas empezaban a aparecer en el cielo pareciendo pequeños diamantes resplandecientes en un manto negro azulado, el sol se había marchado poco a poco a iluminar otros lugares del mundo y con su infinito resplandor llegar a uno de los rostros de la Luna para que esta le sonria a la tierra, en un lugar lejano frente a una ventana de vidrio de una casa precaria, sentado a la luz de una vela, esta él, su rostro melancólico mirando a la nada y la única lumbre que recibe es la nombrada haciendo al lugar algo por demás vacío.

Sus ojos que transmiten algo tan único con aquel brillo solo miran un punto fijo ,y además para mala suerte poco a poco se apaga, su vida cada día un poco más vacia, como el cuerpo más deteriorado de aquella vela que le acompaña, suspirando de tristeza se levanta a observar por la ventana de vidrio hacia el exterior , mirando con atención el panorama que el universo le da,y yo permanezco allí parado en una esquina de la habitación, sin poder consolarlo, sin poder darle palabras de aliento.

La lumbre de la vela se acerca a mi dirección y yo retrocedo con un leve temor, al verlo dejarla en la mesa junto a su cama respiro mientras mi mirar se pasea por todo su cuerpo de espaldas a mi, se coloca un pantalón corto de pijamas, sin camisa retira sus calcetines y se acuesta, uno de sus brazos tapa su rostro y el otro lo deja extendido como si esperase que alguien fuera a acostarse a su lado. Las horas pasan, su postura cambia y yo estoy denuevo allí junto a él, acaricio sus desordenados cabellos castaños con amor, y si, así dormido es la única forma en que puedo hacerlo, en la que puede sentirme y en la que también puedo aliviar un poco su dolor de soledad.

Los días pasan, tal cual la cera de la vela que se consume al ser encendida, sus ojos se apagan mirando a la misma nada en preguntas que de las cuales tal ves jamás obtenga respuesta, ahora estamos fuera sobre el verde césped, el mira al cielo y yo recostado de perfil lo observo a él, me gustaría comprender su dolor,saber el porque de que tan hermoso ser se sienta tan triste y se hunda en esta soledad, pero cada que pienso en ello, un dolor tan extraño junto a un ardor insoportable comienza a crecer por mi espalda y entonces dejó de pensar, una silenciosa lágrima de cristal rueda por su mejilla, intento detenerla pero pasa de mi, suspiro frustrado nuevamente.

Una sonrisa que no se como descifrar surca sus facciones, y por primera ves en varios meses le escucho hablar de forma fluida.

-Puedo sentirte -confiesa -Pero te necesito presente no solo en mi mente, necesito amarte tocarte y sentirte más allá de mis pensamientos, más allá de las noches en las cuales me cuesta dormir porque se que soñar con despertar junto a ti solo me destruirá más y más

Las lágrimas como cascadas caen por sus mejilla resaltando toda la tristeza acumulada en su bello rostro, mis manos pican por tocarlo y es lo que hago, pero es un acto en vano ya que no me puede sentir.

-Por favor quédate junto a mí

Pide, y lo hago quiero gritarle que me tiene ahí para él, que soy quien esta cada noche a su lado , pero no me ve, algo que asimiló como dolor me invade y solo me quedo parado en el rincón de la casa como cada noche, viéndolo llorar rogando por el amor de su vida entre sueños.

Un nuevo amanecer nos rodea, la habitación se ve más clara de lo habitual ya que las ventanas están abiertas dejando que la luz del sol junto a la delicada y suave brisa entre rodeando todo el ambiente, el aroma a lavanda se impregna en cada rincón, sonrió porque veo a él también hacerlo.

Comienza a caminar, voy tras de él notando que aún esta descalzo, río internamente por lo adorable que se ve así, le doy su espacio al ver que va mucho más allá de la pequeña choza de madera en donde guarda sus herramientas, me acomodo sobre el verde césped y admiro el cielo celeste suspirando y pensando en que desearía poder ayudarlo más.

Los minutos transcurren con lentitud, al ver la leve obscuridad del atardecer cubrir el cielo me levanto de forma rápida al verlo pasar junto a mi, observo como entra a la casa, pienso en hacerlo junto a el pero sale rápidamente cargando una bolsa de tela en su mano derecha.

Curiosamente inclinó mi rostro, y esta ves si voy tras de él, se queda parado dentro pero muy levemente dentro de este lugar, por mi parte permanezco bajo el marco de la entrada, sus pasos son temblorosos, pensativos y por demás lentos.

No comprendo lo que le sucede, lo veo subir las escaleras a la parte de arriba y sentarse con sus pies balanceandose de adelante hacia atrás de forma muy leve, sus brazos descansan en la barandilla mientras mira un punto fijo sin realmente estar muy presente, toma la bolsa de tela para sacar una cuerda de hilo grueso de esta, el pánico me invade lo cual me hace subir rápidamente junto a él.

Las lágrimas silenciosas como cascadas en día de lluvia descienden descontroladamente, me acomodo junto a él mientras miro con detenimiento como coloca la cuerda en una viga, y una parte en su cuello, me pongo a llorar, o eso es lo que creo que hago, él sonríe aún con su rostro bañado en tristeza y soledad.

-En verdad lo siento amor mío -susurra -Debi de hacer más por ti aquél día

Suspiro para apoyar mi mano sobre su espalda, lo siento sobre saltarse, pero terminar llorando aún peor esta vez con sollozos mucho más audibles, muerdo mis labios.

-¿Porque eres tan cruel?, tú no debias irte sin mi - no se que hacer -Por eso hoy yo me iré junto a tí

Lo último que sus labios pronuncian es un susurro bajo, como si solo le hablase al mismísimo viento.

-'Te amaré más allá de esta vida"

Sus ojos se cierran, su cuerpo se impulsa levemente hacia delante y así, su cuerpo se balancea de lado a lado, por mi parte me mantengo a allí observandolo con dolor y horror.

Una gran cantidad de imágenes llueven en mi mente y es allí, donde comprendo quien soy o que es lo que soy, mis ojos viajan de su cuerpo ya inerte hacia la esquina de la estructura donde la pared esta marcada por el fuego, cierro los ojos dejando que algunas lágrimas se deslicen por mis mejillas, entendiendo que yo fui quien lo dejó, quien lo abandono, quien lo amo más que a su propia vida, pero que por un error murió, lo deje solo y él no quiso dejarme a mi.

Un pequeño golpesito se siente en mi hombro, abro mis ojos y esta junto a mi sonriendome con esa sonrisa cuadrada que tanto amo y me enamoró desde el primer día que lo ví.

-Debemos irnos, un lugar mejor y juntos nos espera

No pongo peros ni me resisto, tomó su mano, pero decido abrazarlo, con fuerza y así, solo así de juntos nos hacemos aire para vivir juntos, con nuestro amor mucho más allá.

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Hey Hola Aquí me reportó, espero les guste y sea de su agrado tal vez tenga más de dos partes, o no se depende del como se de y sea aceptada

Gracias por su tiempo Kam

Un Amor Mas AlláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora