fire meet gasoline ━━ heejake

› llegó cupido.

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Heeseung se sentía muy estúpido
cuando se levantaba todas las mañanas y cuidaba el estado de su ropa, o si su peinado se veía bien, si sus zapatos estaban lo suficientemente limpios, en pocas palabras, quería lucir perfecto todos los días, por si de pura casualidad se encontraba con Jake y, bueno, no era como si el chico viera lo guapo que pudiera llegar a estar. Además, al parecer nunca tenía suerte de encontrarse con él. Ese día, a su trabajo había llegado un pequeño niño de aproximadamente 8 años, pero una excelente futura estrella, y le grabaron un demo para una presentación escolar.

-Vaya, Jisoo, eres excelente. - Heeseung se acercó al niño y le dio palmadas en la espalda a modo de felicitación.

-Todo es gracias a mi profesor. Él es el verdadero talento.

-Oh, qué bien.

-¿Le gustaría conocerlo? Está afuera esperando con mi madre.

-Claro, vamos a conocerlo. Supongo que es una persona agradable.

Bajó a la sala de espera, en donde se encontraría con las personas que trajeron a Jisoo. Cuando llegaron no encontraron al maestro de música y era una lástima porque a Heeseung siempre le gustaba conocer a gente tan talentosa, pues por la calidad vocal del niño, podía asegurar que era un excelente... Un momento.

-Jakey, llegaste.

-Sí, perdón. Donghae tardó en recogerme y vine algo atrasado, ¿cómo te fue?

Heeseung estaba totalmente impresionado, siempre había visto a Jake muy desaliñado. Recordó haberlo visto con un short verde y una camisa amarilla, también recordó haberle dicho que su atuendo era lindo y el más bajo le mostró el dedo medio. Ahora se veía tan diferente, vestía un pantalón ceñido a su cuerpo y una camisa blanca que lo hacía lucir muy sexy. Por otro lado, estaba portándose amable y eso sí era algo que no podía creer.

-Me fue muy bien. El productor dice que soy genial y todo gracias a ti. -El pequeño se abalanzó sobre su profesor y el mayor correspondió el abrazo.

Heeseung se quedó sin respirar. Esa sonrisa...

-¿Él está aquí?

-Sí, Jakey.

-Mucho gusto, Lee Heeseung-se presentó y la hermosa sonrisa que presumía el otro chico se le borró.

-Shim Jake-respondió, extendiendo su mano, la cual fue tomada por el más alto.

Era el primer contacto real que tenían, sin insultos y sin sarcasmo. A pesar de tener más de un mes conociéndose, los intentos de Heeseung de acercarse no habían tenido éxito, pero no se rendía porque había algo en Jake que lo atraía como si fuera un imán. Heeseung empezó a creer en las historias que decían que los seres humanos tenían su otra mitad por ahí, perdida en algún lado del mundo, ya que cada vez que veía a Jake, incluso cada vez que lo insultaba o decía algo con sarcasmo, solo podía sentir calidez en su pecho, y esa calidez aumentó en el momento en que lo vio sonreír sinceramente, como si Jake fuera gasolina y él fuego.

-Bueno, es hora de irnos. -La madre de Jisoo interrumpió ese momento.

-Espere, joven Shim, me gustaría hablar con usted acerca de la calidad vocal de su alumno, ¿tiene unos  minutos?

-Está bien, y si no le importa, ¿podría dirigirme? -Por más simples que esas palabras sonaran, y que a Heeseung le hicieran feliz, a Jake lo llenaban de vergüenza, ya que no le gustaba depender de nadie. Esa era la razón por la cual se la pasaba metido en el pequeño lugar que su madre le rentó para sus clases y en su departamento.