9.5

25 3 0
                                    

🦌Sungchan🦌

Hoy era uno de esos días en que no tenía ganas de levantarme, quería quedarme en mi cama lo que restaba de la semana y eso que apenas era martes, pero sabía que eso no pasaría, si mamá venía a levantarme era capaz de hacerme lo mismo que a hyung, así es, estoy hablando de terminar con agua en toda la cara, mamá decía que no estaba criando personas desobligadas y flojas. En fin, me levanté e hice lo mismo de todas las mañanas, tomé una ducha, bajé a desayunar y subí a tomar mis cosas para ir al colegio, no sin antes revisar cuales especies me faltaban para el herbario en el que llevaba trabajando prácticamente desde que nos mudamos a Corea.

Si soy sincero me costó mucho trabajo adaptarme a todo, desde el cambio de casa, clima, costumbres, pero sobre todo el colegio, siempre me catalogaron como "el raro", pero lo cierto es que no me importaba demasiado, mis gustos tanto en música como casi todo en general era lo que les hacía pensar eso, casi no tenía amigos porque no veía la necesidad de tenerlos, sí, me llevaba bien con algunos compañeros del colegio pero nada fuera de lo normal, no jugábamos videojuegos juntos o salíamos a pasear por las tarde, no compartía ningún gusto similar con nadie y no es que no lo hubiera intentado simplemente me sentía incómodo y me ponía aún más tímido de lo que soy.

Las únicas personas con las que me llevaba bien era con los amigos de hyung aunque sabía que algunas veces le incomodaba un poco y a mí también,  la verdad es que prefería quedarme en casa y hacer cualquier cosa, pero mamá un par de veces me obligaba a ir porque decía que a ese paso quedaría más blanco que gasparín, lo cual era imposible pero bueno, no podía llevarle la contraria a menos que quisiera un buen golpe en la cabeza. Pero no todo era tan malo mientras Johnny y sus amigos patinaban aprovechaba ese tiempo para ir por mis muestras para mi herbario, algunas veces también las recolectaba en las jardineras del colegio aunque con el tiempo dejé de hacerlo por 2 razones, la primera es que algunos me veían raro y de alguna manera no los culpo no es muy común que un chico de mi edad se la pase todo el tiempo recogiendo plantas, además después de algunas semanas terminé por juntar todas las especies que había ahí, y la segunda y la más importante prefería subir a la azotea y observarlo en cada receso, la primera vez que lo vi fue tan mágico que ni yo sé cómo ocurrió solamente quedé flechado por él, nuestro encuentro fue tan cliché que me avergüenza un poco decirlo pero aun así fue un momento precioso, recuerdo que ese era mi segundo día en el colegio, aún me costaba un poco llegar a mi salón sin perderme, pero todo paso de un segundo a otro un par de chicos venían empujándose por los pasillos cuando de repente uno de ellos se golpeó contra mi cuerpo, pude ver que era pequeño, más bajo que yo y tenía el cabello como arcoíris, parecía una bolita de algodón que por un momento tuve la extraña sensación de abrázarlo, pero todo pasó tan rápido y aquel otro muchacho que lo acompañaba  me dijo un lo siento y se llevó a su amigo jalándolo de un brazo mientras se burlaba de él.
Esa fue la única y última vez que lo vi, todos los días salía al patio para ver si tenía la suerte y verlo a lo lejos, aunque eso no pasó por un momento temí haberlo imaginado, así que fue cuando aproveché y empecé a juntar muestras de plantas, después de más o menos  2 meses logré verlo de nuevo, iba con ese chico de la última vez, lo llevaba jalando por todo el patio hasta que noté que su mirada se dirigió a mí, avergonzado seguí en lo mío aunque para ese momento mi cerebro no lograba procesar lo que pasó, de verdad me había visto o solo fue mi imaginación.

A partir de ese día comencé a verlo más seguido por el patio central, era raro porque nunca antes lo había visto con tanta frecuencia, fue como si uno de mis deseos se hubiera cumplido, lo observaba todos los días, siempre estaba con esa sonrisa tan radiante parecía un sol iluminando todo a su paso, varias veces lo vi observando a todos lados, parecía que buscaba a alguien lo cual me decepcionó un poco pero siempre por alguna razón lográbamos cruzar miradas, lo cual me ponía muy nervioso, por lo mismo decidí que lo observaría desde la azotea.
Mis días en la azotea observándolo iban muy bien, siempre podía verlo era muy juguetón con sus amigos, pero había uno en especial con el que al parecer sus travesuras eran el doblemente divertidas ya que el resto de sus amigos reían a carcajadas, fue la primera vez que me pregunté que se sentiría pasar el día a su lado o tener amigos como los suyos, aún lo veía observar a todos lados como si buscara a ese alguien, tal vez pensaba que era un acosador pero un día sin saber cómo logramos encontrar nuestras miradas, a pesar de la distancia que había entre nosotros sin pensarlo él me sonrió de una forma tan bonita que creí morirme ese día.

De camino a casa le pedí a mamá que pasáramos a la florería, lo cual no se le hizo raro ya que usualmente solía ir a menudo, pero esta ocasión era especial esa flor tenía un significado mucho más profundo y especial que cualquier otro en mi herbario, porque ese pequeño girasol me recordaba a él, tan radiante y brillante que opacaba todo a su alrededor, definitivamente desde ese día se volvieron mis flores favoritas.

Lo único que sabía era que su nombre, era tan bonito como él Donghyuck, todo iba tan bien hasta que un día sin querer escuché la conversación de unas chicas, al inició no me importó en lo absoluto al menos no hasta que lo mencionaron a él y fue cuando todas mis esperanzas se fueron abajo, al parecer había un rumor que decía que estaba saliendo con un universitario, lo habían visto algunas veces venir a recogerlo a la hora de salida, incluso se llevaba bien con sus amigos, solían ser muy cariñosos cada vez que se veía en la puerta principal, a pesar de todo traté de darme ánimos y claro, solo era eso, un rumor.

Aunque para mi suerte un par de semanas pudo confirmarlo, ese día Johnny fue a recogerme, se acercó al auto y él otro estaba muy concentrado en lo que veía, así que dirigi mi mirada y lo vi ahí, colgado a un pelirrojo mientras dejaba un beso en su mejilla, aquel era un par de centímetros más alto y no pude evitar mostrar mi cara de decepción entonces era cierto, estaba saliendo con un universitario, mi hermano al notar mi expresión trató de subirme el ánimo llevándome a la florería, cosa que agradecí. A partir de ese día dejé de visitar la azotea, trataba de no salir mucho y así evitar topármelo, me dolia mucho verlo y saber que sale con alguien más, un par de veces lo vi andar por el patio un poco cabizbajo y con una expresión triste, lo que me hizo pensar que tal vez había peleado con su novio.
Durante unos días tuvo que salir al patio sin que lo quisiera, tratando de pasar lo más  desapercibido posible lo cual era casi imposible debido a mi altura, no creo normal que un chico de mi edad midiera 1.80 a sus 16 años, en fin ese no fue el problema sino que casualmente esos días lo vi e inmediatamente parecía que su rostro irradiaba más felicidad a comparación de otros días, lo cual se me hizo raro, tal vez ya había arreglado los problemas con su novio por eso parecía más alegre.
Pero lo que más extraño me pareció es que ahora lo veía por todos lados, en las mañanas antes de entrar a clases, en el receso en el patio central, en la salida, incluso una vez lo encontré en el baño, a esta altura ya no sabía si era bueno o malo. Aunque lo que fue incluso más extraño que encontrárselo en el baño, fue ese día al llegar, al parecer estaba bromeando con su amigo del cual ahora sabía su nombre, Renjun si no mal  recordaba, estaban jugando hasta que de repente un grito llegó a mis odios, por instinto voltee y al levantar la mirada sus ojos se encontraron con los míos y ninguno parecía querer cortar el contacto visual, estuvimos así por un par de minutos hasta que su amigo lo sacó de trance, solo así pude seguir caminando directo a mi salón.

No sabía si esto y todo lo que había pasado era un señal para acercarme a él, aunque me era casi imposible acércame a él sin terminar diciendo alguna tontería o ponerme más nervioso de lo normal, tal vez, solo tal vez le pediría consejos a Yuta, creo que él era el indicado para ayudarme.

Love SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora