Capítulo 3

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Bang Felix se sentó en su cómodo sofá mientras tarareaba una canción bastante animado, su sonrisa se ensanchó más cuando vio aquella apetitosa hamburguesa reposando tranquilamente en el plato entre sus manos. Estaba muy emocionado por probarla, puesto que había esperado mucho tiempo para hacerlo, cuando iba a llevar un pedazo a su boca no pudo ignorar el par de ojos que lo miraban.

Repentinamente sus emoción se esfumó.

-¿Por qué me miras?-soltó con el ceño fruncido, dirigiendo su atención hacia su hermano, que se mantenía en silencio y con la mirada perdida.-¿Estás bien? ¿Chris?-y solo en ese momento, el mayor de los Bang volvió a la realidad.

-Perdón, Lix, solo estaba pensando.-contestó luego de un par de segundos en los que se recompuso.

-¿En qué? ¿En ese chico?-el pecoso hizo una pequeña mueca de disgusto.-Aún no entiendo por qué aceptaste la propuesta de Jackson.-se quejó, acto seguido le dio una mordida a su hamburguesa. Christopher se mantuvo en silencio hasta que su hermano terminó de masticar y siguió hablando.-Solo mírate, el chico ni siquiera ha sido dado de alta pero tú ya estás estresándote.-

-No estoy estresado.-soltó el pelinegro luego de rodar los ojos.-Simplemente me preocupa que quieran hacerle daño mientras yo esté en el trabajo, estaba pensando sobre eso.-

-No me digas que...-

-Creo que me tomaré un mes de descanso para encargarme de cuidarlo bien.-Felix sonrió y negó levemente con la cabeza, realmente incrédulo.

-Wow... es solo... Me sorprende que hayas tomado esa decisión en tu posición de adicto al trabajo.-soltó una corta risita.-Si crees que es lo mejor, entonces adelante.-

Christopher le correspondió la sonrisa a su hermanito, en ese momento la puerta de entrada se abrió, dejando ver a Seo Changbin con su portafolio en la mano.

-Jeongin y yo nos pasamos toda la tarde buscando expedientes archivados, encontramos varios.-fue lo que soltó luego de acercarse a saludar a los hermanos y acariciar amorosamente el vientre del menor de ellos. Tomó asiento al lado de Felix, y sacó varios papeles de diferentes folders.-Junto con él empezamos a analizarlos todos, Jeongin se dio cuenta de que no solo hay dos casos de jóvenes coreanos desaparecidos, hay tres más, sin contar a Kim Jiwoo, Han Jisung y Park Hyunjin.-

-¡¿Qué?!-soltaron ambos Bang al mismo tiempo.-Eso es imposible, yo mismo pedí revisar todos los expedientes archivados cuando tomé el caso.-continuó Felix con el ceño fruncido.

-Tal vez no te quisieron mostrar todos... Solo véanlo por ustedes mismos.-respondió Changbin con una mueca de disgusto, entregándoles varios papeles a Chris y a Felix, quienes se pusieron a revisarlos rápidamente.-Jeongin me dijo que iba avisarle al superior de su área, pero yo creo que la policía también tiene que ver en esto...-

-Choi Soobin de quince años desapareció hace un año y archivaron el caso por falta de pruebas...-resumió Christopher con confusión.

-Los tres fueron archivados por la misma razón.-concluyó Felix, mirando los papeles totalmente incrédulo.-Shin Ryujin y Lee Chaeryeong de diecisiete años.-

-No puedo creerlo...-murmuró el Bang mayor junto a un resoplido.-La policía tiene que ver, no tengo dudas.-su hermano y cuñado asintieron.

-Es imposible que con tantas casualidades simplemente hayan decidido archivar el caso por algo tan estúpido como falta de pruebas.-Changbin gruñó, sacando su teléfono y tecleando un par de cosas en él.-Jeongin se encargará de tener más información para mañana.-

Christopher iba a responder pero la clásica música alegre que resonaba cada vez que alguien lo llamaba se hizo presente, con un suspiro cansino contestó la llamada sin fijarse en el remitente.

-Hola.-

-¿Chris?-reconoció con facilidad la voz de Seungmin.-Le daremos de alta al muchacho, necesito que vengas rápidamente.-

-Voy para allá.-y colgó sin decir más.

Bajo las atentas miradas de Felix y Changbin, Christopher se levantó del sofá y guardó sus cosas de forma desordenada, solo quería llegar al hospital de una vez por todas. Extrañamente se sentía nervioso. Luego de una corta despedida y con la promesa de regresar al otro día, Bang salió de la casa de su hermano menor.

Conducía por las calles pensando en todo, pero al mismo tiempo en nada. Realmente estaba nervioso, sabía que su vida daría un giro inesperado y que todo cambiaría con la llegada de ese chico a su casa, tendrían que convivir y sería difícil dado a la situación de este, Christopher pensaba que tal vez se había adelantado y que no estaba listo, pero solo hacía falta recordar el lindo rostro herido para hacerlo cambiar de opinión.

Entre una confusa montaña rusa de emociones y pensamientos, llegó al hospital. Caminó por los pasillos blancos hasta que se encontró con la habitación número 2510, en donde Seungmin lo esperaba con una media sonrisa tranquila, junto al coronel Wang. Los tres ingresaron al lugar, encontrándose con el muchacho ya vestido con ropas mucho más cómodas y mirando al piso como si el pobre tuviera las respuestas a todas sus posibles dudas existenciales. Cuando este alzó la mirada, Christopher sintió el aire atorarse en sus pulmones.

Tenía los ojos oscuros, una nariz perfilada y labios pequeños, algo resecos, supuso que por el tiempo inconsciente. Su rostro se podía apreciar muchísimo mejor ahora que los cortes ensangrentados que vio esa noche no eran más que heridas en plena cicatrización. Lo más seguro era que, tristemente, alguna que otra marca quedaría impregnada en esa suave piel. Una cosa era verlo con una bata de hospital, inconsciente y postrado en una cama, una muy diferente era verlo vestido casual, despierto y dedicándoles a los tres una leve sonrisa amable que llenó de un calor bonito el pecho de Christopher.

El chico definitivamente tenía una sonrisa preciosa.

El sonido de su dulce voz lo sacó bruscamente de sus pensamientos, Bang lo agradeció pues estos empezaban a tomar un camino bastante raro.

Christopher frunció el ceño cuando se dio cuenta de que el muchacho y Seungmin mantenían una corta y pequeña conversación en coreano. Los padres de Bang eran nativos coreanos, pero a pesar de que Felix y él hayan nacido ahí también, ambos habían vivido prácticamente toda su vida en Australia, y los mayores jamás se molestaron en enseñarles algo del idioma, a duras penas y sabían un poco de este.

Algo menos de lo básico, no era mucho pero le sirvió para entender que el chico había recordado su nombre. Una tímida voz pronunció: "Lee Minho" mientras se señalaba a sí mismo con una dulce sonrisa.

(...)(...)

holaaa, momento spam: he publicado una fanfic hyunlix, si les gusta el shipp pueden buscarla en mi perfil.

También espero que les esté gustando esta historia 💗

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