Capítulo 6

1.4K 227 51
                                    

El tiempo corrió frente a los ojos de ambos rápidamente, sin darse cuenta, habían pasado cinco meses desde que Minho llegó a la vida de Bang Christopher. Se habían adaptado muy bien a la convivencia, hasta el punto en el que ninguno de los dos se veía sin el otro.

Como el australiano lo había prometido, ayudó a Minho a conseguir trabajo, ahora el castaño trabajaba como ayudante en la pequeña enfermería que tenía la estación de policía donde laboraba Felix. Ganaba relativamente bien y desde su puesto podía cuidar al chico que ya estaba en su penúltimo mes de embarazo. Ambos pasaban la mayoría del tiempo hablando cuando no había mucho que hacer para Minho, pues Felix por su estado no podía arriesgarse más. El castaño mataba dos pájaros de un solo tiro.

El plan al inicio era que él empezara a ahorrar lo suficiente para mudarse solo a un pequeño cuarto y dejar de ser un estorbo para Bang, pero luego de una larga conversación con el muchacho, ambos decidieron que Minho lo ayudaría con las cuentas y se dividirían las tareas del hogar. Luego de pensarlo bien, Minho aceptó quedarse con Christopher, además de que ninguno de los dos podía ignorar los sentimientos que empezaban a crecer en sus corazones, simplemente no podían separarse.

La alarma resonó por todo el lugar, despertando a Christopher, quien soltó un bufido. Abrió los ojos con lentitud, y como en el último tiempo, no vio al castaño a su lado en la cama. Ese punto era algo que también había cambiado, desde hace aproximadamente un mes, Minho y Christopher empezaron a dormir juntos a pedido del primer mencionado. Las pesadillas para Minho no habían culminado, al contrario, solo habían empeorado, y tener a Christopher a su lado lo calmaba y ayudaba a poder dormir mejor. En ese tiempo, tenía vagos recuerdos de lo que antes era su vida, pero nada importante ni especial, todo era borroso e incierto.

Una vez completamente listo para un nuevo día de trabajo, Christopher bajó las escaleras con tranquilidad, sonriendo cuando vio a Minho cantando y bailando por todo el lugar mientras terminaba de preparar el desayuno. Esa semana era turno del castaño hacerlo, luego él se encargaría de prepararlo y así sucesivamente.

-Qué lindos movimientos.-y sí, Christopher había mejorado muchísimo en ese tiempo, sabía hablar coreano con bastante facilidad y ya podía mantener largas conversaciones, tanto con Minho como con Changbin y Felix.

Soltó una estruendosa risa cuando Minho se sobresaltó en su lugar haciendo que los huevos revueltos casi cayeran al suelo.

-Imbécil, me asustaste.-Christopher volvió a sonreír cuando vio la mirada asesina de Minho sobre su persona mientras ponía los platos en la mesa, en ese tiempo se había dado cuenta de que su compañero era una persona bastante sarcástica y traviesa, pero dulce la mayoría del tiempo.

-Bueno días para ti también.-Minho giró los ojos pero sonrió, acercándose a Bang con emoción para tomar su mano e invitarlo tácitamente a bailar con él.

Christopher realmente no pudo negarse a esos lindos ojitos, realmente desde que lo conoció nunca pudo hacerlo.

"lucky i'm in love with my best friend, lucky to have been where i have been, lucky to be coming home again..."

La melodía era tranquila, por lo que Christopher, aún con un poco de vergüenza, puso sus manos en la cintura de Minho, mientras que este lo abrazaba por el cuello. El ambiente era lindo, la canción romántica resonando por el lugar, ellos moviéndose al compás del sonido  y dulces sonrisas tímidas asomándose por ambos rostros.

Parecían dos adolescentes enamorados y eso les encantaba.

"lucky we're in love in every way, lucky to have stayed where we have stayed, lucky to be coming home some day...."

Lamentablemente todo lo bueno tiene un final y ese lindo momento no fue la excepción. La canción se detuvo pero ni Minho ni Christopher se movieron de su posición, ni ellos mismos se habían dado cuenta de que sus rostros estaban a centímetros, no sabían en qué momento se habían acercado tanto hasta el punto en el que sus respiraciones chocaban y sus narices rozaban tiernamente.

Fue Christopher quien tomó el valor de juntar sus labios en un ansiado y deseado beso.

Al principio todo fue mágico, Minho correspondió rápidamente llevando ambas manos a las mejillas contrarias, mientras que Christopher le apretaba la cintura para sentirlo más cerca.

Pasó de un momento a otro, los recuerdos viniendo a su mente como flashes rapidísimos haciendo que su cabeza doliera. Minho se separó del contrario con un leve quejido, tocando su cabeza, lo que le indicó a Christopher lo que estaba pasando. El castaño cerró los ojos por el insoportable dolor, a tal punto de caer al suelo entre los brazos de Chris, quien lo animaba a intentar respirar y le decía palabras de aliento que él sinceramente no podía escuchar. Las imágenes pasaban por su mente, él vestido de enfermero trabajando en un hospital, él en un altar acompañado del mismo hombre que había visto en sus pesadillas, ambos en una casa, algunos recuerdos felices pero otros horribles, él acariciando su pequeña panza frente al espejo, él con una linda bebé entre sus brazos.

Minju. Su hija Minju.

Su corazón latía fuertemente, la cabeza dolía a tal punto de que sentía que en cualquier momento podría desmayarse, pero no podía dejar de recordar, las imágenes no cesaban.

Primero aparecía él limpiando la oficina de su esposo, sin querer encontró una carpeta con fotos y datos de muchos niños desconocidos. Luego fue encerrado en el sótano con aquellos menores y fue golpeado fuertemente por su esposo cuando intentó defenderlos.

Un corte, otro corte, un golpe, otro.

Intentó escapar para rescatar al que sería la siguiente víctima: Hwang Hyunjin. Pero no salió como esperaba y terminó incluso peor.

Los niños lo ayudaron a escapar con la promesa de que conseguiría ayuda, pero al correr por la calle y gritar por esta realmente nadie lo auxilió.

Eso era todo lo que recordó.

-Kim Jungwoo...-susurró con la voz entrecortada por las lágrimas y el dolor de cabeza, Christopher lo miró confundido pero luego de unos segundos pareció entender a lo que Minho se refería.

Este se veía realmente mal, cosa que lo preocupó demasiado así que no dudó en llamar a una ambulancia y luego a Seungmin para que supiera que estaban en camino.

Antes de llegar al hospital, Minho perdió la conciencia después de balbucear el nombre de su hija entre lágrimas de desesperación.


El próximo capítulo ya es el final y luego el epílogo 🤭

amnesia [banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora