Megan Galán.
Megan
Megan
Esto se resume así, cuando tenia 14 años me enamore, nunca confesé lo que sentía, el se fue a vivir con sus abuelos y nunca mas lo volví a ver, no pensé que tendría que saber nada de el hasta ahora.
Hace una semana me dijeron que volvió, cuando lo escuche mi corazón se aceleró, no seguía enamorada, mas, sorprendentemente me hacia mucha ilusión volver a verlo.
Hoy día tengo 16 años recientemente cumplidos, por lo que el tendría 18, tenia tantas preguntas, como luciría,¿ seguiría siendo tan agradable y bromista como siempre?¿ seguiría usando esos pañuelos colgando del bolsillo que tanto le encantaban, pero a mi me hacían tanta gracia?, pero lo que más me cuestionaba era su aspecto sin duda. Porque si bien me quede con la imagen de un chico de 16 años.
Recuerdo que el día que lo volví a ver estaba acostada en una de las tumbonas de casa, hacia tareas y escuchaba música, recuerdo escuchar un ruido y voltear a ver de donde provenida, cuando vi a un chico alto, de tes blanca, cabello negro y sin camisa luchando contra el contenedor de basura tratando de abrirlo y depositar el cartucho negro que llevaba en la mano izquierda.
Logre notar desde donde estaba que llevaba audífonos, vi como simplemente le dio una patada al basurero y deposito la bolsa a un lado de este.
No fue hasta que se volteo que lo reconocí, era el , vi como se detuvo antes de volver a entrar en casa saco su móvil del bolsillo y se concentró en ello dándome mas tiempo de detallarlo, logre ver unos tatuajes en su mano derecha de lo que desde aquí parecía ser relámpagos con una llamativa combinación de tintas entre azul y negro, su pelo negro revuelto y un semblante serio que para nada recordaba, me encanta.
Y aquí comienza esta historia, tomen asiento amigos.
De un momento a otro levanto la mirada, haciendo que sus ojos conectaran con los míos, pude notar desde este lado de la calle donde claramente me encontraba como me miro de arriba abajo escaneándome con la mirada , inconscientemente sentí vergüenza de llevar un camisón de pijama blanco y de mangas largas que me había obsequiado mi abuela materna, fingiendo una tranquilidad sorprendente recogí mis libros, me puse en pie y entre a casa sintiendo su mirada clavada en mi espalda.
Estuve todo el día con el corazón acelerado, una historia que nunca se pudo empezar a narrar por mi miedo de ser rechazada, Un cuento que nunca tuvo un inicio más allá de mi imaginación por temo a decir lo que siento. No puedo decir qué estoy enamorada porque si bien no lo conozco y seria ridículo decir eso cuando lo vi por primera vez en años, pero hay algo que me llama la atención de ese chico. A simple vista se ve que a cambiado, pero no podría decir eso seguramente porque nunca terminas de conocer a una persona y nunca sabes las guerras internas con las que esta lidiando en ese momento.
Una hora después me encontraba en la cocina, según decía en la agenda familiar hoy me tocaba preparan la cena, intentaría algo en grande quería sorprender esta vez a mamá, Emilia Galán ella era un poco difícil de lidiar, nos quería de eso estaba segura pero simplemente en ocasiones no sabia como demostrarlo y eso era simplemente un poco estresante.
-¿Tienes algo en mente?- pregunto mi abuela de pie junto a la barra.
- Creo que pasta, que yo sepa le encantan- respondí sin poder evitar una sonrisa.
- No olvides ponerle un poco de vegetales al lado, cariño, a tu madre le encantan- se acerco a mi y me dio un tierno beso en la coronilla para retirarse.
Miriam Aguilar , mi abuela, nani de cariño, es como nuestra segunda madre, siempre a cuidado de nosotros, mi madre tuvo un embarazo a temprana edad, ella siempre la apoyo sin importar como se sintiera en esa situación, desde que nacimos cuido de nosotros siempre dio lo mejo de ella, aunque hubieron situaciones que no supo tratar debido a que su educación fue diferente siempre como mujer en un tiempo antiguo siempre dio su milla extra y estaremos eternamente agradecidos.
Al final del día termine comiendo con mis dos hermanos y mi nani, mama nunca llego y aunque intente entender que esta ocupada y tiene muchísimo trabajo eso me rompía el corazón, que no pudiera sacar tiempo para venir a una serna con su familia aunque sea una vez a ola semana me partía el alma, pero entendía , siempre lo hacia.
Me fui a la cama decaída, a veces ser una persona alegre ante los demás pasa factura, siento que si me desahogo con las mismas personas que siempre me ven riendo cambiaran ese concepto tan feliz que tienen de mi, y las veces que lo he hecho minimizan mis sentimientos.
Soy insegura
Soy miedosa
Soy cobarde en ocasiones.
Y eso no esta mal, esta bien porque no son cosas que se pueden controlar y aunque lo fuera estaría estupendamente demostrarlo, que mal que no todas las personas piensen igual.
Entre tantos pensamientos me perdí, cayendo en un profundo sueño.
Al día siguiente simplemente, desperté de un salto, estaba retrasada y hoy eran las pruebas para el equipo de animadoras, no es que me gustara dar piruetas, saltos y gritar pero era un reto que yo misma me había propuesto y solo lo hacia para demostrarme que podía con todo. Ni siquiera tuve un buen baño, entre y salí de la ducha en menos de tres minutos, no estoy segura si me puse ropa interior pero si de que me puse un short debajo de el uniforme.
-Buen día nani, voy tarde al cole. recuerda tomar tus pastillas, te amo- grite terminando de bajar las escaleras dirigiéndoles una mirada rápida a nani, Joshua y Jonathan ósea mis hermanos.
ni siquiera escuche su respuesta ya que salí corriendo a todo lo que mis piernas daban.
Y aun así mi esfuerzo valió una mierda, vi el auto bus alejarse apenas llegue a la pequeña parada, y volví a correr a casa, solo quedaba una obsesión, conducir, nunca lo hacia pero esto era un caso de vida o muerte.
Saque el coche del garaje rápidamente y lo puse en marcha, con solo llegar a la autopista estire mi mano para poder alcanzar mi móvil y enviarle un mensaje a mi mejor amiga, pero en un estúpido movimiento se me callo en medio de mis pies.
Frustrada por la situación cometí el peor error que alguien podría cometer, intente recogerlo y al no alcanzarlo me incline un poco perdiendo la vista de la carretera perdiendo el control del auto sucediendo lo obvio, choque.
No moví un solo musculo me permití reparar un momento y agradecer no haberme lastimado pero al parecer eso tampoco me lo tenia permitido, ya que dos golpes en la ventanilla me interrumpieron, levante la cabeza y si, definitivamente el día no podría empeorar...
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Un Amor A Pedazos
De TodoNo sé cómo empezar a desahogarme porque no sé exactamente dónde duele. Solo se que necesito algo que no tengo y es alguien que me brinde seguridad , aunque sea por un minuto. Nadie es perfecto en esta vida, todos cometimos errores en algún punto, pe...