Solo él lo vale

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Me desperté con el sonido incesante de cacerolas chocando en alguna parte del apartamento, a mi mente vino la idea de que tal vez Greg había despertado y como todas las mañanas desde que nos mudamos juntos intentaba hacer un desayuno que seguramente terminaría en tragedia.

Con ollas con comida completamente quemada sobre el fregadero que el en algún momento del día tendría que lavar.

Con pesadez me levanté de la cama, revise el reloj que yacía sobre la pequeña mesa de noche junto a mi cama y me queje más porque al parecer el hombre desastroso en la cocina me había robado una hora de mi sueño.

Caminé por el pasillo hacia la cocina donde a simple vista se podía ver una nube gris de humo saliendo de algún sartén puesto sobre la estufa.

—Sigo sin entender porque aún intentas cocinar algo decente cuando la vida ya te dejo claro que eso no es para ti—Reclaque mientras me recargaba en la barra de la cocina.

—No pierdo nada con intentarlo—Menciono mientras con dificultad movía la cuchara sobre el sartén, era notable que lo que había intentado cocinar ya se encontraba perdido—Por cierto ¿Que haces levantada tan temprano? Aún falta una hora para la escuela.

—No se...el día estaba muy bonito como para admirarlo desde temprano, vale la pena sabes—Hable con sarcasmo— ¡Porque más va a se imbécil! ¡Me despertaste con tu estúpido intento de cocina al carbón!

El perplejo ante mi grito apagó la estufa, aventó la cuchara sobre el sartén y me miró.

—En primera no me hables así que soy muy sensible y en segunda si intento cocinar es para que dejes .de comer tanta porquería de la calle—Sentencio—Todo  lo que hago es por tu bien Anya.

—Entonces por mi bien—Recalque—Deja de intentar cocinar que un día de estos vas a incendiar el apartamento y no yo estoy dispuesta a regresar con mi padres.

Sin decir alguna otra palabra regrese por el pasillo hacia mi habitación y a mis espaldas pude oír una última oración de su parte.

—Recuerda que hoy tienes turno en la cafetería.

Y sin escuchar otra cosa de su parte azote la puerta de mi habitación para intentar dormir la hora que la persona en la cocina me quitó.

...

Al parecer aunque lo intentara no podía volver a conciliar el sueño por lo cual no me quedo de otra que levantarme y comenzar con mi rutina diaria.

Una vez que salí de bañarme como todos los días me dirigí a mi habitación, esa era una desventaja de solo tener un baño en un apartamento de dos adultos de dientes sexos, no sabía con quién podías toparte.

Ya que estuve lista caminé de nuevo hacia la sala donde Greg ya arreglado para sus clases estaba tumbado en nuestro viejo sillón con el teléfono en las más.

—Levanta tu trasero ya de ahí Gregory es hora de irnos.

El sin decir alguna palabra se levantó metió su teléfono dentro de su pantalón gris y tomo su mochila para pasar al lado mío.Paso a mi lado sin decir alguna cosa, yo caminé hacia el pequeño escrito que teníamos a lado de la sala y tome mi mochila, pero justo en ese momento un pequeño y raro presentismo invadió la parte superior de mi pecho haciendo que dirigiera la vista inmediatamente a la parte interna de mi brazo dejándome ver la pequeña luna  y la estrella a la de ella impresas en este dejado me aturdida.

—¿Que sucede?—Pregunto Gregory ante mi silencio—An..¿Estás bien?

—Tuve un presentimiento—Respondi—Un muy mal presentimiento.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2021 ⏰

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