Extra.1

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-Realmente ustedes dos harán que me lleven a prisión por traición a su majestad- dijo en tono muy alto para tratar de ser notado.

La pareja solo lo miró al cientifico real con una sonrisa al acordarse su presencia que fue olvidada por la reunión de los dos amantes.

-Tranquilo doctor, mi suegro puede parecer un poco gruñon, mayormente conmigo, pero es una buena persona- dijo con sinceridad, a pesar de todo lo que el Rey hacia por separar a los enamorados, el caballero nunca paró de gritar a los cuatro vientos su amor por la princesa.

-No es gruñón, cariño, sólo tiene miedo que su pequeña niña contraiga matrimonio.

-Pero querida, cumpliras 18 la semana que viene- recordó inocentemente.

En ese momento la princesa mostró una sonrisa, como si sólo hubiera esperado a que ese tema fuera tocado.

-Cariño! Estuve pensando sobre ese tema desde hace tiempo y no hay mejor regalo que podria hacerme más feliz ese día- tomo las manos de su amado e intercambio miradas firmes sin borrar esa sonrisa, la que usaba para convencer a todos en el reino- que me propongas matrimonio, en el banquete de coronación.

El caballero de renombre, quien acababa de ganar una batalla para defender el reino de su amada, en ese momento sólo se quedo sin palabras. No era por que le asustaba la idea de casarse, todo lo contrario.

Él siempre pensaba, en cada batalla que luchaba por ordenes del rey, y en cada noche desde el momento que la conoció, sobre su futuro, sobre la vida que quería disfrutar junto a ella.

-Mi amor, estas segura?- empezó a divagar, acción que se percibió fácilmente, ya que no era habitual en su comportamiento- no quisiera arruinar tu dia especial, además que si lo hiciera, estoy casi seguro que tu padre no aceptaria y además de que ahora si tendría motivos para llevarme a prisión...

-Entonces de seguro ya tendrás un regalo que llene el corazón de la princesa tanto como lo sería una propuesta de matrimonio, verdad?- interrumpio un pequeño ratón con un tono serio y provocativo a la vez. A pesar de que le tenía un gran estima al joven, su lealtad siempre estará con la familia real

-Además que no podrás excusarte de no asistir ya que, por si no lo recuerda, usted es el capitán de la guardia real del reino. JOVEN WILLIAM.

-Peero no me importa en absoluto que mi suegro se enoje, pediré tu mano en matrimonio como nadie en el banquete habrá visto jamás en su vida, y no dejaré de insistir hasta que tu padre me acepte- respondió con convicción

-William!- grito el nombre de su amado con amor - enserio lo harias por mi?!

-Lo que sea por mi amada-

-ANGELINA!

-Y esa es mi señal- rápidamente los amantes se separaron y el caballero se dirigió hacia la ventana de donde había entrado en primer lugar- te veo en el banquete de coronación, mi reina.

La princesa no pudo evitar suspirar con amor por su amado y rápidamente se despidió de todos en la habitación, después de dar gracias por la discreción del encuentro.

-Al parecer el día de la coronación se volver más interesate de lo que espera todo el mundo! Poit!- dijo entusiasmado el otro ratón de la habitación, quien sólo se había quedado a ver la escena de amor de la pareja.

-Eso significa mas trabajo para mi- opinó su acompañante con una voz cansada, con tan sólo imaginarlo- vámonos Pinky, tenemos mucho que hacer esta noche.

-Que vamos hacer esta noche Brain?

-Lo que hacemos cada noche, Pinky. Servir a la familia real- y con eso dicho, ambos ratones volvieron a su labores reales...y a calmar a sus gobernantes de paso.

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