Chen Miao Ping tenía oídos agudos, y al escucharlo decir eso, levantó la cabeza inquisitivamente.
"¿Qué acabas de decir?"
Xie Yu Zhi levantó los ojos y, recordando la estupidez que hizo Chen Miao Ping antes, tiró el libro a un lado y se enderezó. Se acercó a la cara de Chen Miao Ping y dijo:
“¡Dije que eres un pedazo de basura! ¡Dije que estas lleno de mentiras y dije que eres más falso que ese charlatán doctor Ruan!"
Chen Miao Ping sonrió con un pequeño hoyuelo apareciendo en su rostro. Se aferró al tobillo de Xie Yu Zhi, sin soltarlo, y sintió que era mucho más delicado y más delgado que el de una niña.
"Y Segundo Maestro, ¿sabes por qué soy un pedazo de basura?"
Este lado de él lo hacía parecer bastante pervertido, con el significado de degradar a Xie Yu Zhi. Pero una acción de este tipo no hizo que los demás se sintieran molestos o infelices. Mirando su par de ojos que siempre estaban sonriendo, tu alma podría engancharse sin importar lo que hiciera.
Los pies eran una parte muy íntima del cuerpo, por lo que Xie Yu Zhi inmediatamente le gritó en respuesta:
"¡Suéltalo ahora!"
“El Segundo Maestro ya me ha asignado el papel de un pedazo de basura. Alguien así siempre debe hacer cosas que la sociedad no acepta. ¿Cómo puedo soltarte ahora?"
La mano de Chen Miao Ping continuó deslizándose hacia arriba. Su mano estaba muy cálida, y era un contraste directo con la frialdad de las delgadas piernas de Xie Yu Zhi.
"¿O el Segundo Maestro realmente tiene miedo de que te corte la pierna?"
El hecho de que se hubiera puesto pálido por sus bromas anteriores era muy vergonzoso. Xie Yu Zhi se aferró a las manos haciendo una acción tan traviesa para evitar que se movieran. Entrecerró los ojos y resopló:
"Puedes intentarlo, pero si te atreves. Veamos quién cortará a quién primero ".
Por supuesto, en términos de fuerza, Chen Miao Ping sería naturalmente el que seria aplastado contra el suelo y se convertiría en polvo. Sin duda ese sería su único papel en eso. Si no fuera porque Xie Yu Zhi no está dispuesto a hacerle ceder, diez de él no podrían contener a Xie Yu Zhi.
Chen Miao Ping dijo:
“Esto no es justo. Solo soy un erudito humilde y débil. El Segundo Maestro debe contener su fuerza por mí ".
Xie Yu Zhi arqueó las cejas.
"Bueno, ¿posiblemente no podrías moverte, que tal si te doy tres golpes?"
Chen Miao Ping pensó en su corazón, ¿quién está menospreciando a quién ahora? Extendió tres dedos y los agitó. Dijo con una sonrisa en su rostro:
“No es una gran desventaja. Déjame golpear tres veces primero".
Xie Yu Zhi asintió en reconocimiento.
“Está bien. Cuando llegue ese momento, no me culpes y digas que te estoy intimidando ".
Inmediatamente sintió un peso en su hombro y en un abrir y cerrar de ojos, Chen Miao Ping lo presionó contra la cama. Xie Yu Zhi extendió su mano pero se detuvo.
“Ah, no ah, dijiste que no lucharías hasta después de que tuviera mis tres golpes. Este es solo el primero".
Xie Yu Zhi frunció los labios y sintió que de alguna manera caía en una trampa por su propia cuenta.
Chen Miao Ping desabrochó lentamente el cinturón de Xie Yu Zhi.
“Este es el segundo…”
