Mama Lu tiene un horario de descanso temprano ya que su salud no era tan buena. Entonces, después de que los tres cenaron, todos regresaron a sus habitaciones. Lu Qi se estaba preparando para abrir su computadora cuando recibió una llamada telefónica de Huo Ming Chen. Conectó los auriculares y, por alguna razón, su corazón se sintió aliviado.
"¿Hola?"
Lu Qi sintió que podía adivinar por qué el otro lo llamó:
"¿Está nevando en la capital?"
La voz de Huo Ming Chen estaba un poco molesta.
"¿Qué nieve?. El informe meteorológico ni siquiera es exacto".
Lu Qi no pudo evitar reír.
"Entonces date prisa y ve a la cama y duerme. Es lo mismo si lo miras mañana".
Les quedan tantos años, incluso si son solo un par de años, ¿no verán al menos una nevada en su vida?
Estuvo curiosamente en silencio durante tres segundos al otro lado del teléfono, y Huo Ming Chen de repente dijo medio en serio, medio en broma:
"Si dijera que estoy debajo de tu casa en este momento, ¿me creerías?"
La boca de Lu Qi respondió:
"No bromees".
Pero su cuerpo ya se había levantado de su silla y agarró una chaqueta antes de bajar las escaleras. Ni siquiera necesitaba confirmar mirando por la ventana. Simplemente sabía en su corazón que el otro debía estar debajo de su casa.
Huo Ming Chen encendió el auto y estaba a punto de irse.
"Qué, ni siquiera puedo bromear contigo, deja de fingir ser serio -"
Pero se detuvo en el siguiente segundo porque a unos pasos de la ventana de su auto, había una sombra familiar.
En medio del telón de fondo circundante de autos viejos y golpeados, el auto deportivo de edición limitada era aún más obvio que encontrar una perla en la arena. Lu Qi se acercó, la llamada telefónica aún estaba conectada y con un tono juguetón dijo:
"Nunca pretendí hablar en serio. Solo he estado tonteando".
Abrió la puerta para entrar en el coche y, antes de sentarse correctamente, lo abrazaron.
Labios con labios, un beso lleno de cruda emoción fue otorgado. Lu Qi respondió lentamente de la misma manera, envolviendo sus brazos alrededor de la parte posterior del cuello de Huo Ming Chen y cerrando la puerta del auto, la misma acción creó un espacio seguro para que desataran su pasión salvajemente.
De alguna manera, en medio de esto, sus posiciones cambiaron hasta que estuvieron frente a frente. Huo Ming Chen estaba arrodillado en el regazo de Lu Qi y estaba desnudo con nada más que un abrigo de piel blanco. Las manos de Lu Qi dejaron rastros de calidez mientras se deslizaban hacia abajo y rodeando su cintura, empujando a un lado el abrigo y revelando una cintura delgada más pálida que el pelaje del abrigo.
Lu Qi se mordió los lóbulos de las orejas y luego el cuello, haciendo temblar a Huo Ming Chen, y dijo casualmente:
"Entonces tienes un tono de piel genial".
Huo Ming Chen se excitó y estimuló hasta el punto en que sus ojos se enrojecieron, y agarró con fuerza el hombro de Lu Qi, gruñendo en un tono de barítono bajo:
"¿Maldito no puedes encontrar un hotel?"
Esta posición era demasiado profunda.
Lu Qi cerró los ojos y dijo como si tuviera miedo de no poder enfurecer a Huo Ming Chen hasta la muerte:
