LA MALDICIÓN DEL HEX

11 0 0
                                    

Wanda aterrizó en una plaza repleta de las personas de la ciudad. Extrañamente nadie le prestaba atencion, una chica que habia bajado de los cielos, como si fuese lo mas normal. Mas extraño era que todos estuvieran concentrados en el mismo punto. Nacía la interrogante de saber que tanto controlaba a todo el mundo, a tal punto de hallarse toda la ciudad en un mismo sitio. No, todo estaba premeditado.
—No te ves muy bien, querida —clamó una voz desde lo alto— pálida como si estuvieras enferma, te ves en serio cansada, ¿porque no te sientas un momento?
Con un movimiento de sus manos, Agatha hizo doblegar a Wanda, haciendo que se siente sin ella de verdad quererlo.
—Admito —continuó diciendo— que controlarte es muy complicado, debes de haberte desempeñado bien como telépata antes de la magia.
—¿Cuantas veces debo decirtelo? No soy una bruja, no hago magia y no sé qué quieres de mí —su tono crecia molesto sobre Agatha— lo unico que deseo es que me dejen tranquila, quiero una vida lejos de todo esto, con mi familia, sin nadie como tu para interrumpir mi tranquilidad, asi que... —los ojos de Wanda se iluminaron y, sin siquiera un ademan, un hueco en la enorme barrera magica se había abierto—..., si no eres amiga, no quiero enemigos, largate entonces.
—Es un buen razonamiento, pero te tengo otro dilema. Tanto deseas tu tranquilidad que la has puesto por sobre la de los demás, o acaso ¿te has preguntado lo que quieren todas estas personas que tú controlas? Dime, ¿acaso crees que ellos viven felices aqui? Vamos a preguntarles.
Agatha hizo tronar sus dedos, acompañado de un  resplandor violeta, y algunos de los transeuntes despertaron de un pesado letargo, todavía confundidos continuando con las acciones que debían hacer siempre en el mundo perfecto de Wanda.
Dottie, la mas allegada a la falsa felicidad de Wanda, se aproximó mirando con desesperación a la mujer que la controlaba.
—Por favor, hace días que no veo a mi hija, ella y tus niños, podrían ser amigos si quisieras.
—Dottie, yo no...
—Ya no sé ni siquiera cuantos días lleva ahi dentro, en su habitación —la mujer soltó a llorar, estrujando las ropas de Wanda— por favor dejala salir, dale el papel que tu desees, pero necesito verla, todo este tiempo sin comer, quién sabe que sera de ella.
Como Dottie, otros de los ciudasanos que Agatha había despertado se revelaron en su contra, hciendo reclamos los mas valientes y suplicando los temerosos de su poder. Todos esos gritos de desesperación se manifestaban tanto en la realidad como en su mente, no solo eran sus gritos sino las voces que guardaban en sus interior. Wanda los escuchaba a todos, sus pensamientos desesperados eran como golpes en su interior. Abrumada por la sensación dejó escapar un grito de alivio, expulsando a la turba lejos de ella.
—Lo lamento, lo lamento —al ver que los habia arrojado por los aires intento ayudarlos, pero ninguno lo aceptó.
El rechazo que recibió dolía mas que sus acusaciones, porque se daba cuenta que no era ella una víctima, sino la victimaria.
—Te das cuenta, querida, que no soy yo la villana, lo eres tú. Y es que tus capcidades van más lejos de ser solo una vengadora más, una heroina, una mujer. La bruja Escarlata se pensaba como un mito, un ser que no eran mas que leyendas entre las brujas y otros seres también. Una criatura fuera del tiempo y el espacio, no naces, no mueres, solo existes como lo es todo a la vez. Un reflejo de la vida y la muerte que ha prevalecido durante miles de años, puedes preguntarle a tus amigos científicos, y que recae en ti: una chica huerfana, sin un lugar de origen, sin un lugar al que llamar hogar, sin amigos, pues los pocos que te "querían" ya no están. Te has inventado una familia para sentirte querida, pero no importa cuan poderosa seas, si haces ls cosas mal, acaban mal.
De una bruma oscura y fría se materializaron en medio de todos cuatro figuras que podia reconocer: Monica, golpeada y amordazada junto con sus hijos, siendo Billy el único inconsciente. Y el falso Pietro
—¿Qué le has hecho mis hijos? —la ira de Wanda se manifestaba nuevamente.
—Lo vez —dijo Agatha entre carcajadas—No es que seas mala, eres caotica, es tu naturaleza, bruja, la magia del caos florece en ti.
Wanda no podía creer nada de lo que dijera, y ahora solo tenía ojos para su familia cautivos por el falso Pietro. Molesta aún por el recuerdo de aquel engaño, hizo flotar al falso Pietro por los aires y lo arrojó contra Agatha, quien facilmente evadió el ataque.
—De nada servirá que descargues tu ira, cada vez eres más un monstruo para ellos.
Era verdad, los ciudadanos de Westview miraban aterrados a una mujer que ya de por si, fuera de esa realidad dentro del Hex, era considerada un peligro.
—Prueba que no eres el monstruo que ellos creen —incitaba Agatha desde los aires con una sonrisa ansiosa.
Sin pensar realmente si era una buena idea o no, teniendo siempre en mente a los agentes de S.W.O.R.D. Pero no tenia ya nada mas bajo la manga y hacía unosninstantes había abierto una salida en el cielo para Agatha. Entonces lo abrió de nuevo, esta vez mas grande; el Hex se dividio en dos partes como una puerta o ventana al exterior.
—¡Rápido, salgan de aquí!
El resto de los ciudadanos se liberaron de su control y tuvieron el libre albedrío para correr a su libertad, la salida era muy lejana, pero si se apuraban correrían antes de que se cerrase de nuevo. Si, podrian, pero no todo sería tan sencillo, no para Wanda.
Un estruendo hizo sobresaltar a todo el mundo: Vision cayó del cielo, pero no solo eso, parecia caerse a pedazos. Su cuerpo se desintegraba, molecula a molecula. Tommy, aun despierto, miraba aterrado como su propio cuerpo se desintegraba de la misma manera, al igual que el de Billy. No tardó Wanda en enterarse de lo que sucedía, era evidente para cualquiera. Curiosamente, Agatha tuvo que descender al ver que la ausencia del Hex tambien le afectaba; ella no se desintegró al igual que Vision y los niños, en vez de eso sus manos se adelgazaban al punto de un esqueleto, y su cabello perdia el lustre oscuro que adornaba su cabeza.
—Ya veo, aún no es suficiente —dijo la bruja para si.
Saber que volvería a perder a Vision, se volvía una tortura, tampoco soportaría perder a sus hijos, un nuevony mas grande amor, mas perdidas no soportaría. Sin el Hex no sobreviviría su familia y ella no lo haría sin ellos, así que terminó por ceder, y el Hex se cerró nuevamente antes que nadie pudiese escapar.

La trágica villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora