Juegos De Dones

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NOTA DEL AUTOR: Historia inspirada en los Juegos Del Hambre

SI LEES LOS LIBROS O VES LAS PELICULAS PUEDE QUE TE SPOILEES EL FINAL DE ESTA HISTORIA

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Un frondoso bosque y su tranquilidad con la única interrupción del bello canto de las aves y la bella fricción de madera contra madera..... Espera que?

Un chico corría para ver su caza del día de hoy al llegar a ella vio una ave atravesada por una flecha en la cabeza.

-Genial otra vez en la cabeza a veces odio mi puntería-dijo mientras alzaba al ave muerta de sus patas.

Amarrando la presa junto a otras 3 más, empezó a caminar en dirección fuera del bosque y de paso dejando su arco y carcaj dentro de un tronco hueco y siguió su caminata.

Pasando varios minutos llego a una reja que separaba el bosque de un claro y seguidos de otros minutos más empezaron a escucharse más ruidos de movimiento de gente y gritos de un pequeño mercado.

Al salir del bosque pudo ver pequeñas casas la carretera era de terracería y y la gente pobre abundaba pero eso es cuento para otra ocasión el chico siguió caminando entrando al mercado que el aspecto que daba el exterior no era para nada higiénico aunque la gente de dentro hacía lo más que podían para poder mantener limpio el interior.

-Oye muchacho cuanto por las aves que traes ahí?!-Grito un señor de un puesto de atrás por donde había pasado el chico.

-Uy señor estos ya están apartados si quiere uno tendrá que apartarlo desde hoy-retrocediendo el joven dijo mientras se inclinaba a ver la mercancía del vendedor.

-Fíjate que mañana es el cumpleaños de mi hijo cuanto por uno más grande.-

-Eso depende señor que está dispuesto a ofrecer...-dijo viendo un dije de un halcón.

-Eso que tienes llévatelo y unas monedas mañana muchacho hecho?-viendo el interés del chico por el dije aprovecho.

-Hecho, mañana a esta hora!-

Y el chico siguió su camino hasta que llegó al final del pasillo con con una señora mayor.

-Señora Maximoff! Aquí tiene lo de siempre..-mientras ponía una de las aves más grandes en la mesa de la señora-Ya sabe que por ser una de las primeras siempre lo mejor.-

-Por eso soy tu clienta más frecuente muchacho... Pietro! Ven por la cena y págale de paso a Izuku, tengo que atender!-

Un chico peli gris salió detrás de la cortina viendo al chico ahora conocido como Izuku le hiso un gesto con su cabeza y le dio unas monedas al peliverde que devolvió el gesto y se retiró.

Mientras iba saliendo pasó por un puesto de frutas, compró manzanas y de paso dejo otra ave que le habían encargado un día antes, al salir del mercado fijo su mirada enfrente y vio recargada en el árbol a una pequeña familia pobre, Mama, hijo e hija parecía que empezaba a llover y el recuerdo de hace años donde pasaba por una situación similar llego a su mente y claro no pudo evitar que su corazón se estrujara.

-El deseo de Eri puede esperar, lo siento Hermanita...-decía mientras se acercaba a la pequeña familia el único que lo notó fue el niño, acercándose y haciendo el gesto de silencio con su mano entregó las manzanas en las manos del niño mientras con una pequeña sonrisa veía como los ojos del niño se iluminaban.