Amantes.

11.3K 1K 632
                                    

Levi Ackerman.

Tomo su hombro rápidamente y le planto un brusco beso en la boca. Uno de esos besos en los que no se sabe de quién es la saliva. De esos en los que parece que no comiste y tienes hambre. De esos.

Parece que él también lo disfruta. Me abraza por encima de los hombros continuando con el beso. Pero yo lo aparto y bajo de la silla. Tomo su muñeca y lo jalo hacia la salida.

—¡Eren! —grita su amigo levantándose de su asiento y llamando la atención de todos.

—¡Vete sin mi, Jean! —le responde rápidamente y sin pararse.

Sonrío. Sigo con paso acelerado hacia la salida. Me cubro los ojos para no sentir directamente los flashazos de las cámaras. Volteo hacia el chico, quien se cubrió la cara.

Llegamos a la limosina y el sorprendido chofer pregunta el destino. Tomo al chaval y lo lanzo dentro de la limosina haciendo que caiga en el piso de ésta. Entro y cierro rápidamente la puerta respondiendo a la pregunta del chofer para después subir la cosa esa para que no nos viera ni escuchara.

Ya fuera de peligro me lanzo sobre el chico besándole ahora el cuello, la clavícula y volviendo a su boca.

—Espere... —dice apartándome—. Siéntese ahí.

—¿Huh? ¿Qué harás ahora, cumpleañero? —pregunto mientras obedezco a su mandato de sentarme frente a él. Desabotona mi pantalón y saca mi erecto pene. Comienza masturbando un poco hasta que se harta y saca su lengua para recorrer con ella desde la base hasta el glande de mi miembro y de regreso. Volviendo arriba se lo mete completo en la boca y comienza su movimiento de cabeza de arriba a abajo repitiendo el vaivén.

Pongo mi mano en su cabeza acariciando su bonito cabello castaño. Gimiendo por lo agradable que se siente mi pene en su boca, lanzo mi cabeza hacia atrás, mirando hacia el techo de la limo.

—Hemos llegado, seño...r —la voz del chofer me da escalofrío. Y más cuando me toma por sorpresa en un momento tan íntimo.

Aparto al chico rápidamente y me pongo los pantalones correctamente. Salgo del alargado auto y espero al chico sosteniéndome los pantalones. Sale y le agradezco al boquiabierto chofer por traernos. Asiente y nos mira entrar al hotel.

Entramos en el elevador y lo acorralo en una de las paredes de metal explorando por debajo de su camisa y lamiendo su cuello.

—Ah... —gime por el contacto y se quita la camisa. Toco con mis frías manos sus abdominales, costillas y al final sus pezones. Vuelvo a su cuello dejando tiernos y blandos besos desde ahí bajando por su pecho y quedándome en sus pezones. Saco mi lengua para lamer uno y después besarlo. Mientras que el otro está siendo atendido por mis dedos. Llevo mi mano a su entrepierna ya despierta y complacido tomo su muñeca y espero a que el ascensor se abra. Camino rápidamente hacia la habitación y la abro. Dejo que el cumpleañero pase y después cierro la puerta con llave. Lástima por Hanji y Mike, tendrán que dormir en otra parte.

El castaño se deshace de sus pantalones y bóxers quedándose completamente desnudo exceptuando su calcetas y la banda No Name en su cabeza. Me siento en la cama y saco mi palpitante erección masturbándome un poco con el jovencito enfrente besando mis labios.

—¿Qué tal si terminas lo de hace rato? —le pregunto dejando el beso y empujándolo hacia bajo.

—Sería un placer —me responde tomando mi miembro con una mano y volviendo a lamer desde la base hasta el glande para después metérselo completo en la boca de nueva cuenta.

Arriba abajo, arriba abajo. Acaricio su cabello mientras me hace sexo oral. Me deshago del saco, la corbata y desabotono la camisa. Me corro y él se lo traga todo. Voltea a verme.

—Buen chico —le digo mientras lo despeino. Me sonríe y yo a él. Lo empujo y cae al suelo, entonces me pongo sobre él y me quito las vendas del rostro—. Mi nombre es Levi. Quiero que gimas mi nombre.

—Levi... —repite sonriendo—. El mío es Eren. Es un placer conocerlo señor Levi —me tiende la mano saludando y yo la tomo.

—No, el placer es todo mío, joven Eren —agito su mano. Lo beso bruscamente mientras con mi mano atiendo su erección y me acomodo entre sus piernas.

El chico había lubricado ya con su saliva. Así que lo único que hago es acomodar mi miembro entre sus nalgas y empujar lentamente.

—Ngh... —gime mientras lleva sus manos a mis hombros y jala mi cuerpo para darme un beso en el cuello y morder mi clavícula. Gemí también al sentir sus dientes clavándose en mi piel y entonces acelero el ritmo de las embestidas—. ¡Ah! —grita dejando de morderme.

Eren Jaeger.

Pareciera que lo hace para ver quién gana. Pero yo no me voy a quedar atrás. Le agarro el cabello y sin dejar que se aleje absorbo la piel del cuello de Levi dejándole un bonito color morado en el cuello.

—Maldito mocoso... Ngh. ¿Cómo... se supone que oculte eso? Ahh... —pregunta moviendo sus caderas rápidamente penetrando profundo dentro de mi.

—¡Ah! ¡Lo siento, Levi! ¡Ngh...! —digo con sarcasmo. Algo que me encanta de él es que sabe cuando hablo en serio y cuando soy sarcástico.

—¡Ngh...! Tú si sabes como excitarme, maldito puberto... Ahh... —no sé como, pero de verdad, no tengo idea de como es que acelera el ritmo y con cada embestida logra darme directo en la próstata. Hace que mi semen se escape y segundos después él también se corre, dentro de mi.

—¿Otra ronda? —pregunto jadeando y casi sin poder respirar. Él sonríe y lleva sus labios de vuelta a mi cuello, lamiéndolo.

En el suelo. Sobre la cama. Contra el muro. Arriba del buró. Y en la bañera.
El misionero. La cuchara. La profunda. El perrito. Y el columpio.

Al final no dormimos nada y creo que no volveré a eyacular en mucho tiempo.

Estoy acostado en la cama esperando a que Levi salga del baño. Decidimos bañarnos separados o si no volveríamos a tener sexo. Yo había sido el primero y mi cabello ya se está secando. Levi tarda mucho.

Sale con una toalla amarrada a la cintura, me mira y yo me siento sonriéndole. El también sonríe y después se dirige al mini bar para tomar una botella de agua fría.

—Eren —me llama—, mañana daré el aviso públicamente de que estoy saliendo contigo. ¿De acuerdo?

¿¡Qué!? ¡¿Eso significa que Levi y yo somos pareja!? ¡Felicidad! Me levanto con una sábana cubriéndome a abrazarlo.

—¡Claro! ¡¿Yo debo estar ahí!? ¡Dios mío! ¡No puedo creer que seamos pareja, Levi!

—Sí, debes estar ahí. Y, no miento, somos pareja, Eren. Créelo de una buena vez —me besa de nuevo. Su lengua invade mi boca y yo no impido que lo haga. Llevo mis manos a sus hombros y con la mano que no sostiene la botella de agua me toma por la cintura.

Es el beso más largo que nos hemos dado. Y después de separarnos nos sonreímos. Jamás me he sentido más feliz en mi vida...

—Ah, cierto —dice. Parece que acaba de recordar algo. Deja la botellita de agua sobre el refri del mini bar y abre éste, sacando una tarta no muy grande—. Feliz cumpleaños, Eren Jaeger.

—¡Yay! ¡¿Puedo comer ahora!? —digo intentando quitárselo, pero lo aparta cuando me acerco.

—Calma, chiquillo —dice dándome la espalda mientras quita el plástico que cubre el pastel.

Se voltea y me lo embarra todo en la cara, como un payaso con sus bromas sin gracia.

—¡Levi! —grito su nombre y camino hacia atrás hasta llegar a la cama y sentarme en ella.

Levi se me acerca, se pone de rodillas y lame mi nariz.

Ich liebe dich, Eren —lo miro a los ojos y le sonrío.

Je t' aime, Levi.

Marzo treinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora