07

882 74 33
                                    

—Sirius, te dije que no pusieras eso ahí.

—Lo siento Remus, pero sabes que soy muy desordenado.

El castaño soltó un suspiro, maldecia el día en que se le ocurrió acercarse al pelinegro y pedirle que fuera su pareja.

—Es el último día de Harry aquí en casa, mañana tenemos que llevarlo a hogwarts. Quiero que hoy sea un maravilloso día, después de lo que paso... —soltó un suspiro— no quiero que nada le pase, tenemos desde ahora que estar mirando por todos lados.

—Lo sé Rem —se acercó a él y lo abrazó por detrás, poniendo sus manos en la cintura de este—. No quiero que le pase nada.

Ambos siguieron haciendo la comida. Sirius se separó de Remus al escuchar la música que se había puesto.

—Merlín, ¡amo esta canción!

Se empezó a mover de un lado a otro y a tarearar la canción.

El castaño soltó una pequeña risita y empezó a negar con la cabeza al ver como el pelinegro se acercaba lentamente a él mientras estiraba sus brazos.

—Vamos Rem, ambos sabemos que tu quieres bailar conmigo esta canción. Se que es tú favorita.

—Por Merlín Sirius, no lo haré —volvió a negar con la cabeza—. Este día debe ser especial. Debemos hacer sentir feliz a Harry, tenemos que hacer que no sienta miedo y que no piense que algo saldrá mal.

—Bueno, si nos ve bailando con una sonrisa en el rostro, tal vez se la contagiemos. Vamos Rem.

—He dicho que no, sabes que odio bailar.

—¿Odias bailar o no sabes bailar?

El castaño miró al pelinegro con una cara de enojo. Sirius sabía que si volvía a repetir la pregunta no saldría vivo.

—Bien, creo que ya metí todo a mi maleta, aunque aún falta que Sirius me regrese la capa —miro a su padrino, quien tenía una taza de café en su mano y lo miraba disimuladamente.

—No sé de que capa hablas Harry, ¿tienes una capa? —preguntó mientras en sus labios se formaba una "o".

—Ja ja, se que la escondiste, y lo hiciste solo porque te hice una pequeña broma.

—¡¿Pequeña?! —exclamó mientras dejaba su taza en la mesa— Casi termino rostizado por 2 dragones; los cuales te digo que no tenían cara de querer ser mis amigos.

El adulto y el menor soltaron una carcajada. Ese día nunca lo olvidarian.

—Bueno, pero tampoco es para que grites. Solo quise hacerte una broma, que saliera mal ya ahí no es mi problema.

Sirius se cruzó de brazos.

—Tiene razón Pad.

—No, no la tiene —se alejó de ellos, estaba indignado.
Remus en ves de regañar a Harry y apoyarlo a él, se había puesto de lado de su sobrino.

—Vamos chucho, no te enojes.

Harry se acercó a este.

—Aww, el perro ya se enojo —dijo en un tono burlón.
Esto hizo que Sirius volteara a verlo enojado.

—No me digas perro, niño desastroso.

—Uy, perdón. Chucho inbañiable.

—Hijo de-

—¡Sirius compórtate! Hoy debe ser un día feliz para Harry, así que vengan a sentarse. Tenemos que comer antes de ir a dejarlo.

Los tres tomaron a siento, Harry y Siriys estaban enfrente del otro; ambos hacían caras burlescas al otro cuando Remus se despistaba.

My Angel | ᴴᵉᵈʳⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora