-Luke..no..-Me alejé de el, como siempre.
-Lo siento-Murmuró.
-No te preocupes-Traté de sonreír.
. . .
-¡Muchas gracias, Camille! Ha quedado delicioso-Agradeció Marie.
-No hay de que-Sonreí -Yo lavaré los trastes, no se preocupe-Dije al ver que tomaba los platos mientras se levantaba.
-¿Qué? ¡No, señor! Yo los lavaré, no permitiré que hagas el desayuno, y también laves los trastes.. sería muy feo de mi parte, querida-Insistió, y con los cubiertos, platos y vasos, se fué a la cocina.
-Camille, ¿de que querías hablar?-Preguntó Luke.
-¿Yo?-Pregunté confundida.
-Sí, en la habitación antes de bajar me habías dicho que después de desayunar, hablarías conmigo-Dijo.
-¡Ah, ya! Sí, em.. necesitamos hablar sob..-Mi celular me interrumpió.
Papá Edward:
-Aceptar.
-Rechazar.
Suspiré.
-Dame un momento-Dije, y atendí.
Llamada telefónica:
-¿Hola?-Hablé.
-Camille Belle Clifford Blue, ¿dónde carajos estás?-Dijo Edward al teléfono.
-En casa de una nueva amiga-Mentí.
-¿Y se puede saber por qué no avisaste?-Dijo.
-Eh, lo siento-Dije.
-¡Te me vienes para la casa, Clifford!-Me ordenó.
-¿Es una orden?-Pregunté.
-¡Cumplela!-Dicho eso, colgó.
Llamada finalizada
Suspiré frustada.
-Luke, lo siento. Tendremos que hablar luego, Mi padre está furioso, y me ordenó que me fuera a casa-Bajé la mirada.
-Tranquila, podemos hablar en la preparatoria-Sonrió.
-Ok-Sonreí -Amm.. oye, tú.. ¿me llevarías?-Pregunté.
-¡Oh, claro!-Se levantó, tomo las llaves de su auto y salímos.
. . .
En camino a mi casa, ninguno dirigió ni una palabra, querría romper el silencio, y decirle que sé que lo recuerdo, pero la cobardía me invadía por todas partes, además.. no es el momento preciso, otro día quizás le pueda decir.
La verdad, me molestó que Luke, sabiendo que yo seguía en Bradford, y sabía que soy la hija adoptiva de Edward Hood, ¿por qué no fué a visitarme?, pasaron seís años, y él, no se preocupo en visitarme.
-Llegamos-Dijo estacionando su auto en la esquina de mi casa.
-Gracias, nos vemos mañana-Dije y besé su mejilla.
Salí del auto y caminé a la puerta, entré y hay estaba Calum, lo que faltaba.
-¿En dónde estabas?-Preguntó sin quitar la vista de la televisión.
-Eso no te incumbe-Dije cortante, iba a subir las gradas en lo que siento que me toman de la muñeca, muy fuerte.
Me retorcí del dolor, hay tenía un montón de Cortadas.
