"Querido diario hoy he estado pensando con Zaira, lo increíble que sería volver al pasado. Te preguntarás porqué queremos volver al pasado, ¿no? Pues yo te lo explico: anteriormente la gente tenía sentimientos más sinceros hacia sus seres queridos, actualmente eso parece no ser relevante para la mayoría. A parte, la gen-..."
- ¡Dafne! ¿Puedes hablar para ti sola?- exclamó mi hermana irritada.
Ella, es un tanto peculiar, pero al fin y al cabo, somos familia, y una de las cosas que tenemos en común es la actitud extraña con la gente de nuestro entorno, quiero decir, no somos bordes ni maleducadas con los demás, (puede que algunas veces) pero somos distintas y estamos orgullosas de serlo. Simplemente, el tema de querer retroceder en el tiempo, es cosa nuestra...
Nuestros padres se separaron hace unos siete años, tal vez esa es una de las razones por las que bueno, ya sabeis.
- ¡Niñas! ¡A cenar!- dijo mamá.
- Ya vamos, pero, ¿que hay de cenar?- respondió Zaira.
- Pues comida.- contestó de manera seca.
Bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia la mesa de la cocina, donde nos esperaban dos platos llenos de judías con patatas. Traté de convencer a mi madre para quitarme el peso de encima:
- ¿Qué hay de postre?- pregunté.
- Hasta que no te acabes el primero no lo sabrás.- respondió ella.
- Natillas de vainilla caseras, se las vi hacer esta mañana- intervino mi hermana.
- ¿Me puedo comer eso primero?
- De acuerdo pero luego a dormir, que mañana tenéis que madrugar- contestó nuestra madre con una voz cansada.
Así es, mañana es lunes (desgraciadamente), y empezamos otra semana repleta de tareas en la academia de artes, Neverland Academy, fundada en 1821 por Michael Peter Jackson, donde cada día en el pasillo principal vemos la cara del fundador retratada y enmarcada en un marco antiguo de más de un metro de alto.
Al día siguiente...
A las seis y media sonó el despertador de Zaira, que en realidad no sé porqué lo tiene si al final nuestra madre nos tiene que levantar a gritos y enciendo la luz, cosa que ambas odiamos.
Una vez ya arregladas y desayunadas, fuimos a la estación de tren llamada Clovelly y allí montamos en el tren dirección a Londres, donde se sitúa la academia.
Al llegar cada una se fue con su grupo de amigos, ya que vamos a cursos distintos.
Empecé el día con la asignatura que menos me gusta, biología. El resto de la mañana no fue tan mala, ya que no mandaron tarea. Me reuní con Zaira a la salida y nos dirigimos a la estación de tren para volver a casa y durante el trayecto comentamos que tal nos había ido el día.
Narra Zaira:
- Tengo que ir a biblioteca esta tarde a devolver unos libros de Harry Potter que ya me he acabado de leer- me contó mi hermana
Yo también tengo que ir allí para buscar información para realizar un proyecto nuevo que nos han mandado hacer a lo largo de la semana sobre la revolución industrial y como esa biblioteca es de las más antiguas del país, supongo que encontraré algo útil.
- Vayamos juntas entonces.- dije.
- No me hace mucha gracia que vayáis a ese lugar, el dueño oculta algo.
- Pues a mi me parece agradable. - intervino Dafne.
- A mi también me lo parece pero si es verdad que es un poco extraño. - añadí.
Tras acabar de comer cogimos el tranvía que nos deja enfrente de la biblioteca.
Ese local siempre ha tenido una atmósfera misteriosa, es un lugar frío y antiguo por lo que no tiene muchos clientes, pero conociendo al dueño y el local, al final resulta acogedor.
Al abrir la puerta ancha de madera vieja se oye un sonido chirriante.
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Lo llaman magia || ꧁ S.N.R. ꧂
FantasyDos hermanas se adentran en una aventura en la que el timpo se vuelve loco, ¿ podrán volver a ver a su familia ?