Capítulo 8

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La semana se pasa demasiado lento. Rob casi no me habla y creo que esta mas distante de lo normal. Mi mamá tampoco me habla, sé que se molestó por gritarle de esa manera. Pero yo no soy perfecta y ella tampoco. A pesar de ser mi mamá ha cometido muchos errores al igual que yo.
Me siento sola y pérdida.
Últimamente recuerdo a cada rato a Richard y eso me está volviendo loca, el recordarlo. Y realmente no sé cómo evitarlo, pero no exactamente lo quiero evitar, porque me hace recordar que un día fui feliz con alguien. Que un día alguien me quiso. 

*****

Cuando el viernes llegó a la escuela Rob está sentado en mi silla; en toda la semana no se había sentado en ella.
-Hola Ema. –saluda con poco ánimo.
-Hola. –respondo fríamente.
-¿Porque ya no me hablas? –pregunta como no queriendo.
Su comentario me molesta.
-Tu eres el que no me has hablado. –digo bruscamente.
-Eso no es cierto. –niega con el ceño fruncido.
-¿¡Qué!? Haber espérate tantito. Me invitas al cine me dices que te gustan mis ojos, te vas como si nada, yo te intento hablar y ahora tú me vienes a decir porque no te hablo. ¡Vete de mi lugar ahora mismo! –digo rápidamente y casi gritando.
Cuando terminó de decir eso espero que se enoje por mi comentario y se vaya.
Pero no. Sonríe se levanta de la silla y tomando mi cabeza con delicadeza pero a la vez desesperación. Me besa.

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