Ricardo Leyva Muñoz Ramírez

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Ricardo Leyva Muñoz Ramírez, ​ más conocido como Richard Ramirez, también conocido por el apodo de «The Night Stalker», fue un asesino en serie estadounidense que mató a 14 personas en la ciudad de Los Ángeles entre los años 1984 y 1985.

Richard Ramirez fue capturado gracias a su última víctima, la cual sobrevivió al ataque y tuvo la fortaleza, tras ser su marido asesinado y ella violada, de asomarse por la ventana. Vio escapar a Ramirez en una furgoneta Toyota de color naranja, y se lo comunicó a la policía inmediatamente. Casualmente un adolescente, vecino de la víctima, había anotado la matrícula de la furgoneta, puesto que ésta le había parecido sospechosa. La policía localizó la furgoneta y tomaron las huellas dactilares, dando con la ficha policial de Ramirez. La ciudad de Los Ángeles se llenó de carteles con el rostro del «acosador nocturno», que en aquellos días estaba fuera de la ciudad, ajeno a la orden de busca y captura. A su vuelta, su rostro ocupaba todas las portadas de los periódicos locales. Preso del pánico huyó e intentó sin éxito robar tres vehículos, fue golpeado con una barra de hierro en la persecución y finalmente estuvo a punto de morir linchado. Tuvo que ser la propia policía la que le salvara del linchamiento.

Fue acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales tres fueron a menores), 2 secuestros (solía secuestrar a niños para abandonarlos a cientos de kilómetros de su casa, solo por el placer de hacerlos sufrir), 4 actos de sodomía, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. A pesar de estos datos, se estima que actuó en muchas más ocasiones, dado que su modus operandi no era fácilmente identificable y él nunca colaboró con la policía dando datos de sus crímenes.

Finalmente, el 3 de octubre de 1989, tras cuatro días de deliberaciones, el jurado votó por la pena de muerte para Richard Ramirez, y el 4 de noviembre fue ratificada la sentencia de 19 penas de muerte, la cual se supone se llevaría a cabo en el corredor de la muerte de la cárcel de San Quentin.

En 2009, fue encontrado culpable de la violación y asesinato de una niña de nueve años.

Ramirez murió de insuficiencia hepática en el Hospital General de Marin en Greenbrae, California, en la mañana del 7 de junio de 2013, con 53 años de edad. En el momento de su muerte, Ramirez llevaba más de 23 años condenado a muerte y esperando su ejecución por el estado de California. Dado que su matrimonio se deterioró con los años, Doreen Lioy desapareció y nadie reclamó su cuerpo. Por ello, sus restos fueron incinerados.

Asesinos y PsicópatasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora