Puppy

Epílogo

Era la primera vez que Jonah le mentía a su mamá. Bueno, en su defensa no era exactamente una mentira, solo estaba ocultando una parte de la verdad.

Por qué si iría a pasar el rato con Daniel, pero no iría a hacer tarea. Él tenía una cita con unos de sus mejores amigos. Así que cuando las clases se acabaron Jonah caminó hacía Daniel, quien se encontraba sentado en una de las bancas que estaban en la entrada de la escuela. Jonah se sentó a su lado, ganando la atención del alfa.

- Hey- susurró Daniel, se encontraba igual de nervioso que Jonah. Este sonrió antes de mirar al piso y susurrar un hola al alfa- ¿Seguro que tus padres te dieron permiso?-

Jonah asintió. Pero entendía por qué Daniel preguntaba, sus padres juntos, siendo serios, ceños fruncidos, si daban un poco de miedo.

Daniel se levantó y le extendió su mano a Jonah para que la tomara, cosa que hizo antes de levantarse y ambos empezaron a caminar. Oh tal vez Jonah debió pedir ayuda a su madre, ¿cómo se supone debía actuar en una cita?. No tenía idea de nada.

Solo sabía que Daniel le había pedido muy amablemente si quería tener una cita con él y Jonah aceptó por que siempre pensó que Daniel era malditamente adorable con su cabello rojo un poco ondulado, ojos cafés que con cierta luz parecían un poco rojizos y una sonrisa tan linda con esos labios rosados y mostrando sus dientes delanteros un poco separados, casi nada, solo se notaba si te concentrabas en eso y Jonah si que se concentraba en eso. También le gustaba contar sus pecas, Daniel solía rescostar su cabeza en la mesa mientras el profesor entraba al aula y Jonah se dedicaba a unir las pecas creando constelaciones en las marcas cafés, azuladas, rojizas y rosadas.

- Oye tu, no quiero que nos volvamos raros por esto-dijo Daniel cuando llegaron a la pequeña cafetería. Deteniéndose frente a Jonah para cerciorarse que todo estuviera bien.

- Creí que ya eramos raros antes- Daniel rió- Dijiste que seríamos raros juntos, quiero que lo seamos- sonrió y arregló el flequillo del alfa.

Entraron y tomaron asiento en una de las mesas más lejanas a la entrada, escondidos en una esquina susurrando secretos, el olor a tierra húmeda de Daniel rodeándolos, tomando un par de malteadas y compartiendo una rebanada de pastel. Tenían catorce, apenas y tenían dinero.

Jonah no podía dejar de sonreír cuando salieron de la pequeña cafetería. Iban caminando a la par, sus manos entrelazadas, se soltaron al entrar a la casa de Daniel. Jonah le había dicho que le dijo a su madre que haría tarea en su casa, así que Daniel respondió que era mejor para todos si hacían al menos una parte de la tarea.

Al entrar la madre de Daniel los saludó y cómo usualmente los mandó al cuarto de Daniel a hacer la tarea. Jonah estaba acostado en la cama y Daniel sentado en el piso, uno haciendo tarea de física y el otro de literatura.

Cuando acabaron la tarea Jonah supo que debía de regresar a casa o estaría en problemas, guardó todas sus cosas, agradeció por el sándwich a la madre de Daniel y salió corriendo. Fue detenido por el alfa a un par de cuadras de distancia. Jonah era demasiado rápido.

- Se supone debo acompañarte- dijo Daniel- No huyas de mi tonto- empezaron a caminar, el alfa tratando de igualar el paso de Jonah, quien caminaba muy rápido para llegar a casa antes.

- Para aquí- dijo Jonah a un par de casa de su hogar- Jamás me vienes a dejar, harán preguntas-

- Bien, pero me quedaré aquí para ver que entres- Jonah rió un poco, todo el asunto le parecía ridículo- ¿Qué es tan gracioso?-

- Tu me invitaste a una cita, aceptaste que fuera un secreto y ahora te estás comportando como alfa conmigo, es algo chistoso-

- No entiendo, ¿por qué es chistoso?- por qué no soy un omega. Pensó contestar, pero decidió callarse, solo negó con la cabeza antes de dejar un beso en la mejilla de Daniel y salir corriendo gritando un adiós. Al entrar a su casa pudo escuchar a su padre preguntando por él. Gritó un ya llegue para tranquilizar a su familia.