𝗗𝗢𝗨𝗕𝗟𝗘 𝗞𝗡𝗢𝗧 ||Squid Game||

Capitulo 1

La mujer suspiro con cansancio y molestia sentándose en aquella banca vacía de la estación de tren.

Su estado de ebriedad ya había bajado considerablemente, sin embargo, eso no haría que sus llaves reaparecieran mágicamente.

"La mujer terminó la décima botella de soju. Estaba feliz, esa misma tarde había ganado milagrosamente la lotería y el hecho de despilfarrar su nuevo dinero le ponía de muy buen humor.

—¡Yo pagare los tragos de todos esta noche! —gritó haciendo que las demás personas en el bar soltaran un grito, alabándola.

Unas horas después, creía que era momento para irse, busco en sus bolsillos un sobre donde tenía el dinero, para su sorpresa, no lo encontró.

Carajo, donde esta.

Mantuvo la calma y actuó con naturalidad, si alguien notaba que no tenía con qué pagar quien sabe que le harían.

Un chico joven y menor que ella entró al bar, se sentó a un par de sillas de donde se encontraba  y pidió un whisky.

Tenia a su objetivo.

Se acomodó de mejor manera en la silla y tiro su cabello suavemente hacia atrás esperando que él la mirara.

—Hola, ¿Cómo te llamas? —le dijo el chico sentándose a su lado.

Ella oprimió una sonrisa y lo miro:—Me llamo Hyun-ah.

Él empezó una conversación, le invito un par de tragos más y nada más.

—Es tarde, debo irme —se levantó y busco en sus bolsillos— Oh no

—¿Sucede algo? —preguntó el menor mirándola con curiosidad.

—No encuentro mi cartera... ¿Qué hare? —su voz demostraba preocupación haciendo que el chico sintiera pena por ella.

—Si quieres puedo pagar lo tuyo.

—¿Lo harías? —al mirarlo sus ojos casi que brillaron.

—Si, pasamos un rato agradable, así que no me molestaría hacerlo —sonrió.

Ella imitó su acción:—Eres la mejor persona que he conocido. Muchas gracias —hizo una corta reverencia.

—Espera, no te iras así como así —señaló su mejilla, ella entendió y le dio un besito en aquel lugar— espero verte otro día.

Al salir a la calle soltó una carcajada, su plan inventado en dos minutos había sido todo un éxito. Se dirigió a su casa y al momento de buscar la llave, no la encontró, solo tenía un pedazo de papel con el número del chico.

—¡Maldita sea!"

—¿Cómo puedo forzar una puerta? —susurró.

En medio de su ensoñación sintió como alguien tocaba su hombro:—Señorita, ¿tiene un minuto?

—Soy atea —respondió sin mirarle.

—No se trata de eso. Quisiera hablarle de una gran oportunidad...

—No estoy de humor —interrumpió.

—Señorita, ¿quiere jugar un juego conmigo?

—Basta ya —lo miro molesta. Al ver bien al tipo se sorprendió, él vestía un traje y tenía un maletín, era muy atractivo— ¿un juego de que? —respondió deshaciendo su ceño fruncido.

Él se quedó mirándola por unos segundos a los ojos, luego abrió su maletín:—¿Ha jugado ddakji alguna vez?, si juega conmigo, cada vez que gane le daré cien mil wons, y cada vez que yo gane me darás la misma cantidad, ¿desea jugar conmigo, bella dama?