Capitulo 6

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Cuando estuvieron en las escaleras coloridas observaron a un jugador y a tres soldados colgados de las manos.

Mientras todos se concentraban en esa escena, la voz femenina empezó a dar un discurso acerca de la igualdad que debían tener todos los jugadores, subieron las escaleras y los llevaron al mismo lugar donde habían hecho los equipos del juego anterior. Les dijeron que el siguiente juego iba a ser en parejas.

Ella estaba sentada junto a su equipo escuchando todas las quejas que se hacían entre sí, ya que ninguno quería hacerse con una mujer o un anciano.

Como por arte de magia, 303 apareció frente a ella, haciendo que Sang-woo clavara su mirada en ambos:—¿Serás mi pareja, hermosa? —le preguntó con la mano extendida y esbozando una sonrisita.

Ella lo miro a los ojos por unos segundos, tomó su mano y se levanto con ayuda del hombre, terminando un poco cerca debido a la fuerza que él uso para levantarla:—Estuve esperando que vinieras —sonrió de la misma forma que él— al jugar conmigo tienes la victoria garantizada, solo has lo que yo te diga y todo saldrá perfecto —su mirada se volvió más dominante.

—Así será.

Aunque fuera raro, ambos parecían compartir el mismo trastorno mental.

Los llevaron a un set similar a un vecindario, entraron a un tipo de patio y les dieron a ambos una bolsa con canicas

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Los llevaron a un set similar a un vecindario, entraron a un tipo de patio y les dieron a ambos una bolsa con canicas.

—Hay diez canicas en cada bolsa, por favor verifiquen la cantidad —habló la voz femenina— en este juego competirán con su compañero, gana el jugador que se quede con las diez canicas de su compañero.

Ambos se miraron por varios minutos, seguramente ideando un plan. Ella se sentó y pues, él decidió hacer lo mismo.

—Tengo dos opciones de juego —dijo ella levantando dos dedos— "asociar palabras" o "dos mentiras, una verdad", ¿Cuál quieres?

—"Dos mentiras, una verdad", ¿Cómo jugaremos?

—Pondremos todas las canicas en el suelo, las diez tuyas estarán separadas de las diez mías. Uno de nosotros dará tres declaraciones y el otro tendrá que decir cual es verdad, y viceversa. Cada que se acierte se deben dar dos canicas al otro, si no se acierta se darán cinco canicas, ¿entiendes?

Él asintió:—¿Quién empieza?

—Decidámoslo con piedra, papel o tijera.

Ella sacó piedra y él tijera. Ella debía empezar.

Hyun-ah dio las tres declaraciones y para su suerte 303 no acertó por lo que él tuvo que darle cinco canicas. Él dio tres declaraciones y ella acertó por lo que él tuvo que darle dos canicas más. Ella volvió a hablar y 303 acertó así que tuvo que darle dos canicas.

Así siguió el juego.

Para 303 era muy complicado poder deducir cual era verdad y cuales no, pues, la joven era como un libro cerrado con tres candados diferentes, dos cajas con clave y un cajón bajo llave.

Para ella, aquel tipo era como un libro abierto a toda su disposición, algo que podía manejar a su antojo cuando quisiera y de la manera que quisiera.

—Otra ronda —exigió el muchacho al perder.

—Lo siento, bebé. Perdiste.

—Por favor —se arrodilló frente a ella, pero la joven negó con la cabeza y se giro para ir a mostrarle las canicas al soldado que estuvo siempre con ellos.

303 la hizo tropezar y ella se cayó, él se subió sobre ella y la agarro del cuello:—¡Hiciste trampa!

—No, no hice trampa —respondió con cierta dificultad.

El triángulo le apuntó con su arma a 303 y él se vio obligado a soltarla. Hyun-ah se puso de pie en lo que tosía un poco, se acercó al soldado y le mostró sus veinte canicas.

—Jugador 303, eliminado.

—Perdón, cariño —dijo moviendo su labios sin emitir sonido alguno, mientras miraba a su compañero de juego.

Pronto el soldado le disparó en la cabeza.

—Hasta el perro más tranquilo se pone loco por un hueso —dijo la joven dándole toquecitos suaves a su cuello. Esa frase la había escuchado una vez de su padre, y exitosamente la grabó en su mente.

De pronto chocó contra Ali:—Lo siento mucho, señorita Hyun-ah.

—No pasa nada, ¿Qué estas haciendo?

—Adivinando las edades de los jugadores.

—¿Para que...?

—Sang-woo me dijo que mire la edad de los jugadores porque eventualmente habrá algunas parejas que no podrán terminar y nos harán competir con ellos para salir todos de aquí.

—¿Qué? —estaba un poco confundida, no sabía si debía corregirlo o dejarlo pasar— Ali, no es así, si una pareja no termina de jugar, ambos morirán —Ali le miró un poco preocupado y ella volteó a mirar a Sang-woo a la derecha, puedo verlo poner las canicas en su bolsa.

—Dame tu bolsa —le dijo a Ali sospechosamente.

Se la dio un poco confundido y Hyun-ah la abrió y tiro algunas piedras sobre su mano. Pudo ver su cara preocupada, estaba decepcionado, como si algo se estuviera derrumbando dentro suyo, como si algo se hubiera roto, y él no era el único que se sentía así.

Sabía bien que Ali admiraba mucho a Sang-woo, pero nadie habría pensado que este haría algo tan cruel y despiadado.

Sabía que lo había hecho para ganarse la vida y pasar al siguiente juego, pero había sido increíble el hecho de traicionar a alguien tan inocente y de gran corazón como él.

Ali gritó el nombre de Sang-woo, pero ya era tarde. Ali la miró con ojos llorosos.

No pudo hacer más que ver como le disparaban en la cabeza.

No pudo hacer más que verlo morir.

𝗗𝗢𝗨𝗕𝗟𝗘 𝗞𝗡𝗢𝗧 ||Squid Game||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora