De la pantalla a la realidad - Lectora x Naoto (Yandere)

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-"Tuviste suerte de que el jefe dejará que te quedes conmigo, normalmente no hacemos este tipo de cosas-" mencionó dejandote pasar a su sala

-"Agradezco que ambos me hayan permitido! Espero no molestar, haré lo posible para no fastidiar" mencionaste entrando y viendo el lugar

-"Puedes usar mi cuarto para dormir, después de todo yo uso bastante mi oficina, la mayoría del tiempo me quedo dormido ahí" mencionó abriendo la puerta de su cuarto "Deja tus cosas por ahí, en esa parte del armario que está vacía"

Asentiste y empezaste a ordenar las mismas.

-"Aquella puerta es mi oficina, no debes entrar allí, de acuerdo? Allí están los documentos de los casos que estoy siguiendo, entendido?"

-"Okay" asentiste

-"Cuando este dentro es probable que no oiga si golpeas la puerta o me llamas, así que puedes pasar una nota debajo de la puerta" rio levemente "No dejo nada en el suelo, así que me daré cuenta casi enseguida"

-"De acuerdo!" le diste una sonrisa

Te devolvio la sonrisa enseguida, intentaba mantenerse calmado, cuando su corazón estaba acelerado y quería estar lo más cerca posible de ti.

-"Muchas gracias por llegar tan rápido a mi casa... Y ayudarme... Creo que si el tipo no hubiera oido tu auto llegar... Hubiera seguido intentando el abrir mi puerta y vete a saber que más quería hacer..." suspiraste

-"Ya no debes pensar en eso, ya lo tenemos y esta encerrado, luego pasará por un respectivo juicio" mencionó suave "Tengo que trabajar, así que ponte comoda, hay comida en la nevera si tienes hambre, sientete como en tu casa, si?"

-"No te pregunté tu nombre" dijiste de golpe mirándolo "Cómo te llamas?"

-"Naoto Tachibana, un placer" mencionó mirándote

-"Gracias Naoto"

Cuando dijiste eso él sintió un cosquilleo en su estómago, pero ae mantuvo en su papel.

Asintió y se fue a su oficina, cerrando la puerta y apoyándose en la misma, dejandose caer sentado en el suelo.

Es tan linda...

Y la tengo aquí conmigo...

Qué debo hacer? Qué debo hacer?...

No, primero enfocate en tu trabajo...

Ese maldito... Cómo se atrevió a entrar a su casa... Con qué intenciones...

Lo voy a descubrir y haré que se pudra en la cárcel por el resto de su vida.

Un papel que pasó bajo la puerta lo hizo salir de sus pensamientos.

Era una nota que le habias pasado.

"Cocinaré unos omellettes, quieres uno? :)"

Se río levemente al ver tu nota, se levantó del suelo para abrir la puerta.

El trabajo podía esperar un poco, seria agradable cenar algo a tu lado.