Regresar a la normalidad

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DEREK

Cuando bajé con Isaac, le preparé un biberón y se lo di para que lo vaya tomando mientras yo leía sobre las chispas.

No quería que nada malo le pasara a Stiles, con el paso de los años logró derribar los muros que yo arme para protegerme. Me encanta verlo sonreír, me enloquece su aroma, cuando lo vi por primera vez, casi le salto encima por no poder controlar a mi lobo. Tenerlo cerca hizo que mi lobo no sintiera algún dolor por no poder tomar a Stiles, cuando lo conocí sólo era un adolescente que ayudaba a su mejor amigo a no morir.

Pensé que cuando viera todo lo que lleva conocer el mundo sobrenatural se iría y yo moriría de dolor pero jamás sucedió, nunca dejó a Scott sólo y mucho menos a la manada, la parte egoísta que no quería que se fuera estaba orgulloso de él por eso, sabía que sería una gran luna, pero la parte racional me decía que no estaba bien que lo expusiera a los peligros que podrían ocurrir.

—papá — gritó haciendo que quite la mirada del libro

—dime pequeño — dije mirando como tenía su biberón en una de sus manos

—oma — dijo dándome el biberón, lo tomé y lo puse en la mesita que estaba al frente del mueble — ¿mamá? — preguntó agachando la cabeza con un cachorro pequeño, lo más probable es que se lo haya enseñado Scott

—¿dónde está mamá? — le pregunté y él asintió con una sonrisa — mami está durmiendo bebé — dije y él hizo un puchero

—¿mami, eta enfelma? — dijo con un puchero

—no, no está enfermo; sólo está cansado — dije mirándolo con una sonrisa — debería ir a ver a los demás, pronto se despertarán con hambre — dije y ambos fuimos a mi cuarto por los demás.

Bajé a todos los niños a la cocina y los puse en el sofá, les di a cada uno sus biberones y luego de un rato todos se los tomaron.

HORAS DESPUÉS

Cuando les di de comer unas papillas, Stiles bajó de las escaleras y se sentó a mi lado.

—quería hablar contigo de algo — dije

—dime — dijo con una sonrisa

—cuando investigaba sobre tu chispa, encontré que tu podrías hacer que ellos regresen, pero como yo no sabía que tan peligroso era, no comente nada; pero sé que ahora que ya lo sabes harás lo que sea para traerlos de regreso — dije y él asintió — por lo tanto, quiero estar ahí cuando tú entrenes con Deaton, quiero ver que esto no sea peligro para ti — dije tomando sus manos

—cuando ella me tuvo, me dijo que yo podría regresarlos a la normalidad si yo le daba mi chispa, sabía que algo andaba mal y le pregunte si era peligroso para mí y me contó que ella robada chispas por todo el mundo; cuando las robaba el que poseía la chispa moría ya que esta es como el alma de la persona — dijo mirándome — cuando me negué, ella me llevó a ese lugar, sabía que a pesar de haber dejado a la manada, tu aún eras mi alfa y siempre lo serás, recordé que en una manada cuando uno de ellos está herido el alfa lo siente — dijo agachando un poco la mirada — pensé que tal vez tú aun me considerabas de la manada y por eso podrías encontrarme, no sabía si funcionaria pero agradezco que fuera así — dijo con una sonrisa

—tú siempre serás mi manada, estes o no, tú eres mi mate y eso jamás lo cambiaria, jamás me arrepentiría — dije con una sonrisa

—yo tampoco me arrepiento que seas tú mi mate — dijo sonriendo

—debemos preparar todo, los chicos vendrán en un par de horas — dije mirándolo — pero si quieres podemos cancelarlo

—claro que no, debemos pasar más tiempo entre nosotros — dijo con una sonrisa

Ahora somos padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora