Tres

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Setecientos treinta días desde que YanLi le hizo frente a su madre. Veinticuatro meses en los que sus hijos no le dirigían la palabra. Dos años de constante soledad, no habían risas y no se escuchaban los pequeños berrinches de sus hijos al jugar.

-- Madam Yu, el joven Wei pide una reunión privada con usted.

ZiYuan se sorprendió, que quería ese maldito mocoso de ella, alzo una mano e hizo una señal para que lo dejarán pasar, JinZhu abrió la puerta mientras YinZhu seguía al costado de su señora.

Con la perilla en alto viendo de soslayo al muchacho de unos 8 años ingresar lentamente con la mirada baja, extrañada por su comportamiento sumiso habló con crudeza.

-- Di lo que quieres y luego sal de mi vista.

Las manos de el joven se apretaron y se inco sorprendiendo a las tres mujeres, ninguna hizo un esfuerzo por ocultar el sentimiento.

-- Madam Yu, este humilde discípulo viene a usted con una petición que espero de todo corazón sea aceptada.

Yu ZiYuan sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, jamás en lo que lleva conociendo a el mocoso este la había tratado con tanto respeto como ahora.

-- Habla no tengo todo el maldito tiempo.

-- Yo...yo quiero que usted sea mi maestra.

Soltó sin más, sin tacto ni consideración por el corazón de la mujer, esta después de recuperarse se echo a reír como si le hubieran contado el mejor chiste, ella pensó que el niño le estaba jugando otra de sus bromas, pero al ver como estaba de serio y su brillante sonrisa de siempre no estaba se entro a preocupar.

"¿Tendrá fiebre?¿Estará apunto de morir?¿Le golpearon la cabeza? ¿Acaso a CangSe y ChangZe se les calló de pequeño?"

Sacudió su cabeza enviando a volar esos pensamientos, ver tan avergonzado a el niño alegre por alguna extraña razón le produjo un sentimiento de tristeza, ella estaba acostumbrada a los berrinches y bromas de el menor.

-- ¿Por que quieres que yo me convierta en tu maestra?¿Y por qué debería aceptar tu petición?

-- Yo, se que le molesto debido a los rumores de que soy el bastardo de el tío Jiang, le digo de antemano que todos son falsos y...

La portadora de Zidian* se levantó exaltada, se dirigió rápidamente hacia el niño y lo azotó sin contemplación, la energía de el latigazo lo desestabilizó por unos segundos más no retrocedió y aguanto en silencio el dolor punzante que iniciaba en su pectoral derecho y terminaba en el muslo izquierdo.
(Zidian= arma espiritual de Yu ZiYuan que es traspasada a su hijo Jiang Cheng)

Tantas veces en las que fue golpeado por Madam Yu en esta y en la primera vida que ya estaba acostumbrado, ella siempre encontraba algo para corregirle o humillarlo, Wei Ying sabía que era por esa gran inseguridad que ella tenía, a esa temible y formidable mujer le costaba mantener una charla decente con su esposo y eso acarreo toda la situación; el líder Jiang sobreprotegiéndolo, Jiang Cheng con un creciente y oculto sentimiento de rencor en contra de Wei WuXian, y bueno YanLi, ella recibía muchos regaños de su madre por cuidar y alimentar de su hermano menor, Wei WuXian.

Al no ver algún signo de dolor en el pequeño volvió a balancear a Zidian sobre la espalda, su rostro era de confusión pura, ¿por qué ese mocoso no se retorcía con los azotes?

-- ¿Cómo sabes tu que no eres un bastardo de mi esposo?...¡¡habla!!

-- Mi señora, mis ojos son los de la familia SanRen y pocos saben pero todos los descendientes de Wei ZhangWu llevan una marca que los reconoce como Wei. Se que no me creerá así que compruébelo usted misma, la mía se encuentra en el inicio de mi cabello -Yu ZiYuan baja la cabeza de el muchacho y ve el carácter de la familia de el sirviente de su esposo- Esto no puede ser replicado por ninguna magia, hechizo o talismán, solo reconoce mi sangre como la última Wei en todo el mundo.--

Cambiando El Rumbo De La HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora