best friend.

three

caminó por las calles de su barrio sintiéndose mareado, como si estuviera perdido y sin rumbo. sus ojos no podían botar más lágrimas, sus oídos no escuchaban nada, sólo podía oír los fuertes latidos de su corazón y su respiración rápida debido a que corrió cuadras enteras, su garganta tenía un fuerte nudo que no se quería ir y él sólo podía pensar en seo, en cómo se sentiría ahora, pero todo pasó tan rápido que sólo atinó a levantarse y huir. huir de los sentimientos de su mejor amigo.

entró a su casa y notó que estaba solo, como siempre, sus amigos ya se habían ido y eso lo hizo soltar un suspiro de alivio, en estos momentos no quería hablar con nadie, incluso sentía náuseas como si la comida que había comido y lo poco que comió de torta en la cafetería se estuvieran peleando por cuál salía primero de su boca.

se tiró en su cama sollozando sin parar, estaba asustado, estaba tan solo pero a la vez no quería ver a nadie, sólo lo quería a él, pero sabía que sería muy sinvergüenza ir donde su mayor a pedirle consolación cuando había huido de él y de sus palabras, de su mirada pidiéndole por favor una respuesta.

se sentía del asco, quería patearse a sí mismo hasta dejarse inconsciente, quería dormir por días enteros o volver el tiempo atrás y evitar que su más bajo se enamorara de él. quería por un sólo segundo que todo se borrara de su mente para calmar la angustia que tenía. para calmar el odio que se tenía y que nunca se había tenido.

media hora antes.

—vamos, changbin-ah, llevamos quince minutos dándole vueltas al asunto. —el rubio más alto apoyó su rostro entre sus manos dándole toda su atención a su mayor frente a él, el cual estaba pálido, más de lo normal y tenía sus ojos brillantes como si quisiera llorar.

—no cambies el tema, hwang, ¿cómo es eso de que terminaste con sana? —changbin sentía su cabeza punzar debido al dolor que tenía en la misma, frotando sus manos sobre su rostro desesperandose al no obtener respuesta a su pregunta por parte de su menor.

—no es nada importante, se puso como loca porque tenía que venir contigo, me hizo elegir entre ella y tu, cuando le respondí que claramente eras tú me terminó y se fue, punto. —hyunjin soltó con rapidez esas palabras mientras sentía la mirada de seo casi matándolo.

—bien entonces, no la soportaba en todo caso. —suspiró antes de volver a apoyar sus brazos sobre la mesa frente a él, mirando a hwang abrir la boca para hablar rápidamente lo interrumpió. —te cité aquí porque tengo algo que decirte, no sé cómo lo tomaras y me lo he estado guardando durante diez años más o menos, por miedo a que te alejes de mi, pero creo que ya es hora de decírtelo directamente antes de que pase más tiempo.

hyunjin tenía sus labios levemente abiertos sin saber que decir, temiendo que lo que le dijera su mayor fuera algo verdaderamente malo.

—está bien, sueltalo.

—bien, este sentimiento comenzó cuando, realmente no sé si recuerdes pero estábamos en mi habitación, íbamos a hacer una pijamada y tu me preguntaste si yo ya había dado mi primer beso, éramos pequeños pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer, yo te comenté que no y en ese entonces no tenía ni idea de que cuando fuera mayor me daría cuenta de mi sexualidad. me dijiste que tú tampoco, entonces yo te dije que lo hiciéramos juntos para probar como era, sin darme cuenta terminamos dándonos un beso, ni siquiera sé si cuenta como beso, sólo sé que juntamos nuestros labios unos segundos y después te escondiste bajo las mantas de mi cama. fue tan tierno, tu reacción, el beso, el momento en general, esa fue la primera vez que sentí las típicas mariposas en mi estómago, la primera y última vez porque no las sentí con nadie más.
en todos estos años he intentado encontrar a alguien que me hiciera sentir eso, lo que tú me hiciste sentir con sólo un beso, pero no lo logré, con nadie, ni con mi primer novio, incluso probé con una chica pensando en que realmente nunca fui homosexual y ese era el problema, pero no, no lo logré jamás, nunca pude enamorarme.
hyunjin, nunca pude enamorarme de alguien como lo estoy de ti.

seo cerró sus ojos cuando finalizó sus palabras, bajando su cabeza sin querer ver la expresión que tendría hwang. en cuanto al susodicho, estaba paralizado, ahora él estaba pálido, aún más que changbin, sus manos comenzaron a temblar levemente y sin darse cuenta terminó sollozando sin soltar sonidos, sólo sintiendo como sus mejillas picaban por culpa de las lágrimas que bajaban por las mismas.

su cabeza daba mil vueltas a todas sus palabras como si se las hubiera aprendido de memoria, no pudiendo creer lo que su mayor le decía en cuanto a sus sentimientos, ahora dándole sentido a todo, a sus parejas fallidas, a su rechazo contra su, ahora, ex novia.

changbin levantó su mirada ahora pudiendo verlo a los ojos ya que hwang no había soltado ni una sola palabra hace más de cinco minutos, el mayor suspiró entiendo que eso tenía que pasar, sabiendo lo que se venía, tenía que aceptarlo. sabía que en algún futuro lejano o tal vez no tanto, su menor lo perdonaría.

lo perdonaría por haberse enamorado de él.

changbin miraba como su menor huía por las puertas de aquella cafetería que siempre frecuentaban, su corazón se sintió doler, arder, como si realmente se le hubiera partido por la mitad, él no lloró, ya lo había hecho por tantos años que su mente pareció no reaccionar en esos momentos.

lo aceptó, aceptó que todo esos pensamientos negativos sobre lo que podía suceder estaban en lo cierto.

tomó su chaqueta y dejó dinero sobre la mesa para poder irse, mirando hacia un punto fijo mientras caminaba hacia su departamento, chocando con las personas a su paso sin oír absolutamente nada, estaba destrozado.

cerró la puerta de su hogar con fuerza sin quererlo, cuando estuvo ahí dentro finalmente se permitió llorar, gritar, y pasar sus dedos por su cabello violentamente teniendo tanta rabia consigo mismo. él lo sabía, sabía que jamás debió permitir que esos sentimientos crecieran tanto, jamás debió permitir a hwang entrar a su corazón de esa manera, esa manera que le dolía tanto en ese momento.

lo había perdido, era el único pensamiento que tenía, lo había perdido todo, hwang hyunjin siempre fue su mundo entero, y ahora estaba solo, no tenía nada, en pocos minutos perdió tanto que sentía sus piernas temblar al recordar su expresión, su silencio y lo mucho que corría cuando huyó de él.

cayó al suelo sin querer dar un paso más, parecía una pesadilla que nunca terminaría, se acurrucó solo, en modo fetal mientras seguía llorando con fuerza, intentando sacar todo lo que sentía pero no era suficiente ya que el dolor en su corazón no iba a parar, y si lo hacía no sabría cuándo. sólo quería morir ese momento.

y con ese sentimiento de odio a sí mismo y culpabilidad se durmió, tirado en el frío piso tan sólo susurrando la palabra "perdón" una y otra vez, como si hyunjin fuera a oírlo.