Ephimeral- ChanBaek

Capítulo 2.

Cuando Chanyeol rodeaba la pequeña cintura y pegaba su menudo cuerpo al propio, sentía que todo saldría bien. El aroma de cerezas que desprendía SooJun ke volvía loco, le recordaba el dulce verano, el que le llenaba de calidez y tranquilidad. La amaba como no había amado a nadie más, y por eso le dolía tener que explicarle cual era el plan para poder tener cachorros, ya que ella no podía tenerlos.

La mujer se dejo caer sobre el sofá, había perdido la fuerza de sus piernas debido a la impresión que le causaba los planes de su suegro y al cuál su pareja había aceptado sin pensar ni un solo segundo si ella estaría de acuerdo.

-No, Chanyeol, no puedo estar de acuerdo... Baekhyun es un ser humano, que siente y no puedo hacerle eso... el que tú y tu padre tengan la idea de enamorarlo, hacer que se embarace de ti y después robarles sus hijos me parece monstruoso...- la mujer no podía imaginarse el dolor que podía provocar el quitarle los hijos a una madre y tener que criarlos ella misma, y aun peor, se sabia que los cachorros podían recordar para siempre el aroma de su madre y no podría con la culpa de haberlos separado de su madre.- ¿te das cuenta... que son tus hijos de los que estamos hablando? Vas a romperle el corazón y te odiaran... y me odiaran a mí.

-No, no van a odiarte, les diremos que su verdadera madre falleció cuando eran muy cachorros aun y luego yo me enamore de ti, y que por eso tu eres su segunda madre- respondía a las preocupaciones de su pareja. Chanyeol evitaba pensar en todo lo que vendría con el plan que había tejido su padre. Solo esperaba, que Baekhyun pudiera olvidarle, después de todo, realmente no eran pareja.

-Dios mío Chanyeol... olvida esto... podemos contratar un vientre y todo será mucho mas transparente...- la mujer se llevo ambas manos hacia el lacio cabello castaño y los jalo preocupada, para después apretar los ojos esmeraldas y negar. Se puso en pie y tomo su bolso, alejando su brazo cuando su pareja intento detenerla- no, no me toques... necesito pensar...-salió del departamento dando un fuerte portazo.

Baekhyun estaba emocionado, Chanyeol le había llamado para tener una nueva cita, y esta vez, el lugar era una sorpresa. Le había pedido que estuviera listo a las 7 de la tarde, por lo que a las 3 estaba comenzando a preparase. Se había duchado y puesto crema en el cuerpo, y estuvo más de 1 hora eligiendo el conjunto ideal para la cita. Finalmente estaba vestido con unos jeans oscuros que se ajustaban a su cuerpo y una camisa blanca, y encima de esta un abrigo color capuchino para defenderse del frío.

Suspiro aliviado al darse cuenta de que estaba listo, justo a tiempo, pues el timbre la puerta acababa de dar aviso de un visitante. Caminó algo ansioso hacia la puerta, y al abrir esta, su sonrisa ilumino su rostro y una dulzura atravesó sus ojos. Chanyeol estaba increíblemente guapo, con su chaqueta larga negra y sus cabellos peinados hacia atrás, le extendía un ramo de rosas rosadas.

-Son para ti, cariño- dijo el mas alto, sonriendo ante la emoción en el rostro del pequeño omega. Y recordó por unos instantes lo que su pareja le había dicho, pero lo borró enseguida, no podía arruinarlo aún.

-Me encantan... es un bello detalle, gracias...- se puso sobre la punta de sus pies y atrae al mas alto desde la nuca para unir sus labios en un suave beso. El mas alto rodeo su cintura con suavidad y lo mantuvo pegado a su pecho.

-Todo, para mi pequeño Baekhyun...

Le había llevado a un restaurante en la cima de u edificio, el balcón dejaba ver todo el paisaje nocturno de la ciudad. Las luces de los edificios parecían estrellas y la música suave del piano acompañaba el ambiente romántico. Tomaron una mesa para dos en unas de las esquinas, y pidieron el mas exquisito champan y la sugerencia del chef, que consistía en filete acompañado de pure de remolacha.

Era extraño para Chanyeol, pero las conversaciones con Baekhyun fluían muy natural, casi no debía poner esfuerzo en buscar un tema de conversación, el mas pequeño hablaba mucho y sobre muchas cosas, y aunque pareciera que para otras personas cercanas a la mesa resultara molesto, par el alfa era toda una maravilla estar tan entretenido mientras Baekhyun le contaba su mala fortuna cuando descubrió que era alérgico al pepinillo. Haciendo la nota mental, de que debía mantenerlo lejos de todos los pepinillos del mundo.

Tras la cena, se acercaron hasta la pista de baile que tenia el local a disposición de los comensales, y para Chanyeol resultaba fácil tomar al mas bajito entre sus brazos, y bailar por la pista, haciéndolo girar y dar vueltas. Otra cosa que le causaba extrañeza, era lo bien que quedaba el omega contra su pecho. El aroma a fresa que desprendía su cabello, le dejaba algo aturdido, y le incitaba mas a hundir su nariz en sus cabellos para tomar más aun el suave aroma. Baekhyun le miraba con ese brillo en los ojos, y esbozaba esa delicada sonrisa que le decía que todo estaría bien, pero, ¿realmente lo estaría? ¿Qué tan dispuesto estaba a obedecer el pedido de su padre para poder asumir el liderazgo de la manada? ¿Sufriría también cuando ya en Baekhyun no existiera la más mínima luz de felicidad?

La cena y el baile habían hecho algo en su cuerpo, quizás porque se acercaba su propia fecha de celo, porque justo ahora, después de la champaña y el roce de sus cuerpos mientras danzaban, Chanyeol deseaba hacerlo suyo, tomar cada centímetro del cuerpo de Baekhyun para hacerlo completamente de su propiedad y que ningún otro alfa se acercara a su cuerpo. Es por ello que habían regresado a la casa del mas bajo, y apenas habían cruzado el marco de la puerta, tomo al más bajito entre sus brazos, ahogándolo en besos de pasión mientras lo alzaba en sus brazos, causando que sus piernas rodearan su cintura. Siguió las indicaciones del omega hasta llegar a su habitación, llevándolo hasta la cama, en donde lo recostó y se dedicó a observarlo unos instantes.

Las mejillas del mas bajo estaban enrojecidas, u sus labios delgados estaban separados mientras trataba de recuperar el aliento tras los besos compartidos, sus ojos vidriosos en donde se podía ver el espejismo de la excitación. Y sonrió, sintiéndose realmente poderoso y excitado ante la vista.

Bajo a su cuello, en donde se centro en cubrir de besos cada centímetro de su piel expuesta y que después se dio el trabajo de descubrir. Retirarle la ropa al más bajito había sido fácil, pero muy excitante. Baekhyun tenia un cuerpo de ensueño, y era tan malditamente sensible, cada vez que su lengua acariciaba su piel, el más bajo dejo ir gemidos de placer, le tenía totalmente erecto dentro de sus pantalones. Por lo que agradeció cuando las delicadas manos del más bajo, fueron quitándole la ropa hasta que ambos estuvieron desnudos.

Y cuando sus pieles entraron en contacto, todo se convirtió en gemidos fuertes y en sonidos obscenos que hacían sus pieles al chocar. Baekhyun creía ver estrellas cada vez que Chanyeol golpeaba en su interior, todo era infinitamente increíble y nada los detuvo esa noche, donde unieron sus cuerpos y sin darse cuenta, sellaron sus destinos.

Cuando sus ojos se abrieron esa mañana, Baekhyun se sintió el chico mas afortunado en el mundo, porque apenas alzo su mirada, se encontró con el sereno rostro del alfa durmiendo. Sonrió con suavidad, estirándose a dejar un suave beso sobre su mejilla. Se levanto con cuidado, yendo hasta el baño para limpiar su cuerpo y apresurarse hasta la cocina en donde preparo un desayuno bastante completo para los dos. Estaba trabajando en ello, cuando sintió los fuertes brazos del alfa rodear su cintura, lo que le saco de su ensueño y le hizo sonreír con cariño.

-Buenos días, Chanyeol. ¿Has logrado descansar? - dijo con una sonrisa mientras se giraba para verle de frente, recibiendo un beso sobre su frente.

-Fue algo triste buscarte cuando desperté y no estabas a mi lado, pero por lo demás, todo fue increíble-respondió mientras apretaba el pequeño cuerpo contra su pecho.

-Lo siento, pero quería sorprenderte con el desayuno ya listo... ya casi esta, así que puedes ir al baño si así lo necesitas- decía con una suave sonrisa. Dejando un beso sobre su mentón.

-deja el desayuno hasta ahí, iremos juntos para tomar una ducha- dio por orden el alfa, tomando al omega entre sus brazos y cargándolo hasta el baño.

Y por tercera vez, Chanyeol estuvo sorprendido al estar junto a Baek, porque además de que sus conversaciones fluían como el agua en el río y que su cuerpo era como una pieza de puzle que calzaba de forma ideal con su cuerpo, también se descubrió disfrutando de las ocurrencias del mas bajito. Como si aquella pizca de alegría y diversión que en su vida había estado haciendo falta, la estuviera aportando Baekhyun. Quizás, solo quizás, debía cambiar sus planes, sobre todo al recordar lo que podía llegar a suceder en el peor de los casos.