Capítulo 6.

228 20 1
                                    


Chanyeol había vivido contrariado durante todos esos días. No sabía que era toda esa confusión dentro de sí. En sus sueños, su abuelo le perseguía. Su abuelo materno era un hombre cálido, un anciano que podías ver en las historias de Disney. Un hombre que contaba historias fantásticas, sobre el amor verdadero, sobre como para cada persona existía otra para complementarla y hacerle feliz. Que, con solo mirarse, cada fibra de tu cuerpo te avisaba que habías encontrado al ser que los dioses habían creado solo para ti.

El hombre lo miraba con ceño fruncido, mientras abrazaba a un pequeño que vestía un pequeño traje blanco, que su subconsciente conocía muy bien. Esos cabellos castaños desordenados, la piel tersa de su nuca y su delgada figura, eran conocidos para un joven Chanyeol de 13 años. Ese pequeño que se había acercado en su cumpleaños, y que, aunque no se conocían, le había expresado. Yo soy para ti, y tu eres para mí, espérame a que crezca, Yeol-Hyung, seré tu pareja. A la cuál solo pudo responder con una risa, entre nerviosa e incómoda, pues el niño apenas tenia 8 años y el un adolescente en plena pubertad que no deseaba ser avergonzado por un niño.

-Park Chanyeol, me prometiste ser diferente, pero solo resultas ser el clon de Park Yoongsung-decía su abuelo en todos sus sueños, las cuales le hacían despertar con el corazón oprimido. Jamás hubiese querido que en vida su abuelo sintiera eso por él. Lástima.

Y la sensación empeoraba cuando miraba a su compañera de cama. Soojun era la chica perfecta. Lograba sacarle risas, lo apoyaba y engrandecía su persona. Su corazón se llenaba de calidez cuando sus pieles rozaban y su respiración se engtrecortaba cuando su dulce voz le susurraba en el oído. Pero no estaba ese cosquilleo que le decía que era la mujer creada para él. Y aunque, esperaba que una vez la mordida fuera realizada para poder sentir eso en su cuerpo, no pasó. Lo llenaba de remordimiento. ¿Qué era lo que realmente esperaba cuando hizo a la chica su compañera? ¿Reconocimiento por su padre? ¿Tener la falsa sensación que tenía todo resuelto en la vida? ¿Una familia? ¿Amor de verdad?

Con su entrada en la vida de Baekhyun, sentía que el amor de SooJun no era suficiente. No cuando la risa de Baekhyun causaba el doble de sensación en su corazón. No cuando su piel, cada vez que se rozaban, parecía que dejaba una marca invisible que le acompañaba a donde iba. ¿Qué era lo que realmente buscaba en Baekhyun? ¿Obedecer a su padre para formar su descendencia? ¿Realmente iba a dejarlo si lograba que este se embarazaba? ¿Se estaba alejando de él para darle su lugar a SooJun o era por qué no quería llevar a cabo el plan de su padre y tener que abandonarlo? ¿Era Baekhyun la persona creada solo para él?

Llevaba una semana sin saber de él. Tenía su número bloqueado. Si el pequeño le había escrito, no lo sabía, pero no tenia duda alguna de que lo habría hecho. Porque él mismo se estaba muriendo por hablarle. Llamarlo. Escuchar esa risa que tanto le llenaba el corazón. Sentir la caricia de su mano en su mejilla, para sentir que seguían unidos.

Si Byun Baekhyun era su persona. ¿Por qué no pudo sentirlo cuando se volvieron a ver después de tanto tiempo, antes de que decidiera morder a la mujer a su lado?

-Debemos volver...si tú padre se entera que has descuidado a Baekhyun, va a enfurecer y yo seré quien cargue con la culpa...- habló de repente la mujer a su lado, ni siquiera volviendo a verle. Se sentó en la orilla de la cama, mientras su lacio cabello caía por sus hombros, mientras dejaba ir un suspiro derrotado.

-Vamos...

Tras volver de esa pequeña cabaña en el lago, en donde estuvo oculto. Sintió que las ansias por Baekhyun aumentaron. Tuvo que tomar otro camino a la casa, cuando se percato que estaba tomando el camino a la casa del pequeño omega. En realidad, no se había dado cuenta, hasta que la mujer sentada le dio aviso que iban por un lugar que desconocía. Al llegar al departamento del mas alto, dejaron todos los bolsos en la habitación, y se obligó a ordenar la ropa que no había ocupado y a dejar en la lavadora la ropa sucia, para no salir corriendo fuera del lugar, e ir a los brazos de cierto castaño.

-Ya ve, Chanyeol, entre menos oportunidad le demos a tu padre de saber que no te has visto con Baekhyun, menos riesgos corremos de que nos separe – decía la mujer, a pesar de que las palabras salían duras y ásperas. Se acerco a la mujer, tomándola por las mejillas y depositó un beso en la frente pequeña.

-Nos vemos.

Seguramente condujo a unos cuantos kilómetros por hora por encima de lo que estaba permitido en la cuidad. Tampoco estaba tan seguro de cuantos billetes demás depositó en las manos de la mujer que le entregó un bellísimo ramo de rosas amarillas. Solo esta seguro de que demoró muy poco en subir los tres pisos que le llevaban hasta el departamento de Baekhyun. Con unos suaves golpes llamo a la puerta, cuando esta se abrió, la delicada figura del omega apareció.

-Channie

Dijo el pequeño antes de lazarse a sus brazos, rodeando su cuello y enseguida uniendo sus labios en un profundo beso. El mas alto, sentía eso como un trago fresco de agua, después de una semana de abstinencia de líquidos. En ese momento, mientras el calor del menor se fundía con el propio, lograba comprender, que lo que su actual pareja enlazada, solo producía un triste eco en él. No como con Baekhyun. Que lo sacudía como si un rayo le atravesara, haciéndole sentir vivo.

-No puedo estar alejado de ti, Baek, te necesito... si no te veo, creo que me destruyo lentamente...

-Entonces, no vuelvas a desaparecer, Channie, yo también necesito tenerte conmigo

Cargo al mas bajo entre sus brazos, llevándolo al interior del pequeño departamento que conocía tan bien. Dentro del lugar, todo estaba inundado del aroma del omega, que le hacía sentir relajado y tranquilo. Sus manos, sostuvieron la pequeña figura desde su trasero, aprovechando el momento de sentir, el tonificado musculo de infarto que era cubierto por una tela fina sintética que componía su pijama.

El más pequeño, comenzó a repartir suaves besos por su cuello, recorriendo su piel hasta llegar a la curvatura de su mentón, en donde dejó una lenta mordida. Se separó solo un poco para verlo al rostro, esbozando una sonrisa coqueta.

-Puedo oler el delicio aroma de las flores que me traes, bájame, debo dejarlas en el florero.

Chanyeol lo dejo en el suelo, mirándolo atentamente como llevaba el ramo de rosas hasta su nariz, aspirando el suave aroma en ellas.

-En el idioma de las rosas, las rosa amarilla, significa amistad y deseos de felicidad ¿Eso quieres regalarme, Channie?

El omega preguntaba, mientras dejaba las rosas arregladas en un jarro de agua. Lo vio algo resentido mientras sus dedos tocaban los pétalos de las flores. Estaba preocupado. Chanyeol veía algo extraño en el más bajo. Como si estuviera lejos de él. Por lo que, asustado, se apresuró hasta él, abrazándolo enseguida y lo aprieta contra su pecho.

-¿Baekhyun?

El más bajo, volteo en sus brazos, jalándolo por la nuca y comienza a besarlo nuevamente en los labios. Un beso lleno de ímpetu y necesidad. A lo cual, no dudo en responder. Ambos se habían extrañado, repetía el alfa en su mente, por lo que no negaría la necesidad de los dos.

Esa noche, cargó en sus brazos a su omega, llevándolo hasta la habitación, en donde le dejó recostado en la suave cama. Miró sus preciosos ojos, y besó todo su cuerpo. Sus manos recorrieron toda su piel y mientras, lo hacía suyo nuevamente sin dejar de repetir lo mucho que lo amaba, lo mucho que lo extrañó y que necesitaba tenerlo a su lado para siempre. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ephimeral- ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora