Interludio

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     Abrí mis ojos antes de los primeros rayos de sol, sintiéndome completamente descansado.

Pensé que este viejo catre con olor a polvo sería incómodo.

Me senté y vi a Ingjard durmiendo en otro catre frente a mí. pobre Ingjard, se ve agotada.

Fui a la mesa de la habitación, tomé un trozo de papel y escribí a mis amigos cazadores para que trajeran los lobos, así la Guardia del Alba podría dormir más tranquila.


Invoque un halcón mensajero, su aparición fue normal pero notoria, provocando graznidos y violentos aleteos.

Temiendo despertar a mi compañera volteé a verla, pero el ruido que hicieron solo provocó un ligero gruñido en Ingjard.

Me acerqué al fantasmal ave “Susurre”

__ “Rio de plata, Aron”

A gran velocidad el halcón voló y se perdió a la distancia.

Empecé a repasar que llevaría al viaje.

Veinte metros de soga con gancho de escalar (la soga es extremadamente delgada, resistente y fácil de llevar), un hacha de leñador, una bolsa de dormir, tres cambios de ropa.

Cinco pociones de salud, jabón en barra.

sal en una caja de bronce, para sazonar lo que cazara.

Un diario, lo iba a usar para tomar notas, dibujos ò bosquejos de áreas y hacer mapas, por supuesto carbón, en una cajita de bronce, tinta y pluma.

Un abrigo de piel de oso negro con capucha.

Carne seca para una semana, una botella de un buen vino y un odre de piel con  agua.

Equipos de forzar cerraduras, ganzúas, tres pergaminos de congelación.

Cincuenta de plata, una pequeña fortuna.

tres antorchas, nunca sabría si la necesitaría.

De equipo, llevaría cuatro cuchillos de lanzar encantados (desterrar Daedra), el cuchillo de caza, espada recta de una mano, mandoble, hacha de mano, escudo (todo de ébano).

llevare mi arco nórdico tallado, es cuatro veces más sigiloso en comparación con la ballesta, tiene poco alcance pero tiene la potencia para perforar armaduras, unas treinta flechas con punta de ébano.

Llevare mi armadura placa de ébano, aparenta ser de hierro baneado, me hacía parecer un mercenario. Yo mismo la hice con esa intención, debajo de la placa fijé una cota de mallas y después tela gruesa sujeta a la coraza. Toda una belleza, use piel de lobo gris para los detalles en piel.

Los brazaletes y los protectores de las botas tenian también una placa de ébano, diseño nórdico para no romper mi apariencia de mercenario, tenia un yelmo cerrado y fácil de abrir el área de la boca.

Siempre tenía puesto mi brazalete elemental, antigua propiedad de Yngol un poderoso señor Draug, era muy útil. (resistencia maestra a los elementos fuego, rayo).

DawnguardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora