La Casita

38 4 1
                                    

Luna había dibujado una casa, la había coloreado con amor y Mitsuya estaba realmente orgulloso de su hermana. Con cariño le había sonreído y estaba a punto de colocarlo en el lugar especial donde podía las obras de sus hermanas, pero Luna lo había detenido.

-¿Qué pasá? ¿por qué te da vergüenza?

-No quiero que lo vea Hakkai-onichan...

Mitsuya se había quedado en blanco. Luna y Mana le habían tenido miedo a Hakkai cuando eran más pequeñas, pero este pasaba tanto tiempo en su casa que ya era como de la familia. Hakkai no era burlesco, era amable con las niñas y se comportaba como un hermano mayor muy amoroso, ¿por qué Luna no querria que viera su dibujo?

-¿No quieres que Hakkai-onichan se ponga celoso porque tienes novio?

Le dijo sonriendo mientras acariciaba el cabello de la niña. Luna solo había inflado más las mejillas, a punto de romper a llorar.

-¡Yo no tengo novio! ¡Estoy esperando a ser como Takashi-niichan para gustarle a Hakkai -onichan!

Y Mitsuya volvió a quedarse con la mente en blanco. Se dejó caer en el sillón mirando fijamente a su hermana, palideciendo poco a poco.

-¿Có... cómo?

Fue lo único que atinó a decir. Luna volvió a negar con la cabeza y tomó su dibujo, corriendo a su cuarto.

-Luna-Chan quiere mucho a Hakkai-onichan, el es muy amable con ella y siempre elogia su ropa. - Le dijo Mana mientras jugaba con un viejo conejo que Mitsuya le había cosido - Luna-Chan dice que yo puedo casarme contigo si ella se casa con Hakkai-onichan.

Mitsuya sudo frío ¡¿Por qué su hermanita estaba pensando en matrimonio?! Nisiquiera había cumplido los diez, y aún peor ¡¿por qué estaba pensando en matrimonio con Hakkai?!

No decía que el chico no fuera guapo, tenía una bonita sonrisa y la cicatriz de su labio le daba un toque salvaje y atractivo. También era amable y siempre estaba lanzando elogios hacia Mitsuya, se preocupaba por sus hermanas y hasta lo había ayudado a limpiar y cocinar para ellas, sin. embargo, el esperaba ser la única figura de la que sus hermanas se enamoraran, le sabía amargo tener que compartir el amor y admiración de Luna con otro chico, sabía que eso pasaría tarde o temprano, pero al menos quería tener unos años de preparación.

Habían pasado varios días y el dibujo no dejaba la mente de Mitsuya. Las chicas del club de artesanías cuchicheaban preocupadas porque el jamás se equivocaba, pero esos días había arruinado varios retrasos de tela.  Peh, quien lo había notado raro toda la semana, se había escabullido en el club para preguntarle cada diez minutos si estaban bien hasta que Yasuda había logrado hecharlo exitosamente,  pero la verdad es que nunca le haría sentir cómodo que su hermanita estuviera enamorada de Hakkai.

Porque Hakkai le pertenecía.

Al inicio le pertenecía como un hermanito, cuidaba de él al igual que Yuzuha y lo alentaba a ser más fuerte. Había notado los sentimientos de su amigo hace varios años, pero no los correspondía, no tenía tiempo ni interés en ellos, pero en algún momento algo hizo click en su cabeza, quizás fue la forma cariñosa en que acariciaba la cabeza de las niñas, o su fidelidad cuando se negaba a dejarlo solo en una pelea, puede que haya sido su sincera sonrisa cuando le juraba que era la persona más genial en el mundo  o simplemente fue ese día de lluvia, donde Yuzuha cuidaba de Mana y Luna mientras Mitsuya agonizaba en cama por una gripe inesperada.

No recuerda mucho de ese día, puede jurar que la fiebre había sido tan alta que incluso tuvo alucinaciones, pero no olvida la frustración que sintió al tener que dejar a sus hermanas en manos de otra persona, como tampoco se le borra de la mente las amables manos de Hakkai cambiándole el paño húmedo y susurrandole que lo cuidaría hasta que mejorará. Mitsuya jamás había tenido a nadie que lo cuidará, nadie que se ocupará de llevarle el desayuno a la cama, traerle pañuelos cuando se le acababan o le cambiará las compresas frías. Siempre era él quién debía encargarse de cuidar a otros, debía ser precavido, tener cuidado de no salir herido en un pelea, abrigarse bien para no pescar un resfriado, cualquier cosa que le pasara no solo lo llevaría a tener que autocuidarse, sino que pondría muy tristes a sus hermanas y hasta las dejaría desamparadas, ¿que tipo de hermano mayor sería si hiciera eso?, pero ese día Hakkai había estado ahí y eso habia bastado para que Mitsuya deseara tenerlo solo para él.

Perkines de Tokyo Revenger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora