Perkines de Tokyo Revenger

Placebo (1)

Había tenido sexo con Rindou denuevo. Era algo trivial y solo lo hacía cuando el dolor lo sobrepasaba. No sabia exactamente como era la mecánica, se drogaba lo suficiente para olvidar hasta su nombre.

-No me molesta hacértelo Hajime, pero esa cara patética con la qué me buscas...está comenzando a molestarme.

Le comentó Rindou mientras prendía un cigarrillo, estirandose en la cama como si está fuera de su propiedad. Ambos se acomodaron en sus respectivas orillas. La primera vez que había pasado, Koko no fue capaz de mirar al menor de los Haitani por toda la semana, sin embargo, ahora simplemente lo consideraba un placebo, un remedio que le aliviaba el dolor por un corto período de tiempo.

-Mi cara patética es parte del paquete Rin, tómalo o dejalo- respondió mientras prendía un cigarro para si mismo. Su tono de voz, sensual y animado, hizo a Rindou reír- ¿Qué es tan gracioso?

- que todos tus problemas se arreglarían si te follaras a ese tipo al que seguías de adolescente, ¿cuál era su nombre? Sonaba como a perro...

-Inui...Seishu Inui

Susurró Koko. La habitación volvió a estar en silencio antes de que Rindou volviera a hablar.

-Ya veo... Seishu Inui...recuerdo que era patético

-Aun sigue siendolo...

Rindou analizo las palabras de Koko. Sonrió y lo miro de forma burlesca.

-¿Cómo lo sabes?

-Yo...

-Hajime, ¿estás acosando a ese chico?

Koko se quedó callado. Se llevaba bien con los Haitani, pero no lo suficiente para confesarles ese tipo de cosas. Rindou era mucho menos persistente que Ran. Seguramente eso lo hacía elegirlo como placebo, pero eso no significaba que Rindou fuera la persona indicada para contarle sus confidencias.

-Hajime...

-Lo ví ayer...caminaba por la calle junto al amigo de Mikey...reía junto a él...y yo...

Los ojos de Koko se llenaron de lagrimas. Rindou rodó los ojos.

-Tienes esa cara patética denuevo. No follare contigo.

-Callate Rindou.

Esa tarde había decidido tomarsela libre. Sanzu le había gritado que Mikey lo nesesitaba y Koko solo había respondido con un "Dile que se vaya a la mierda" sabía que eso le acarrearía problemas con el pelirosa, pero esa era la menor de sus preocupaciones. El día de ayer había visto a Inui junto a ese tipo Draken. El rubio sonreía radiantemente, ese tipo lo hacía feliz y el corazón de Koko se llenó de celos. Cuando estaba a su lado, Inui nunca había sido tan feliz.

Como el perro abandonado que busca a su amo. El peliblanco se dedicó toda la tarde a caminar por el centro, deseando poder volver a verlo, nesesitaba refrescar el recuerdo en su mente, pero no importaba cuántas vueltas diera por el distrito comercial, no encontró ninguna pista de Inui.

Con los pies desgastados decidió ir a su antiguo escondite. Compro una botella de vino barato y se encamino miserablemente al lugar. Se preguntó si Rindou accedería a tener sexo una vez más con él, sentía que después de esa tarde no querría estar consciente. Saco su teléfono, barajo la idea de llamar al Haitani, pedirle que lo acompañará a beberse la botella y quizás dejar que le destrozara el cuerpo para olvidar lo destrozado que estaba su alma en ese momento, pero al final desistió de la idea "No quiero que ensucie nuestro lugar sagrado".

Unos cuantos minutos después llegó al lugar, se quedó sorprendido al ver que el antigüo edificio abandonado ahora era una brillante tienda de motocicletas. Cómo idiota se quedo mirando el escaparate, estudiando el interior de la tienda y recordando con nostalgia lo que había sido ese lugar para el e Inui. Nuevamente las ganas de llorar lo inundaron, se preguntaba dónde se encontraba el rubio, que estaría haciéndo y si alguna vez miraba aquel escaparate con la misma tristeza. Lo que para Koko era solamente una sucia tienda para Inui había sido un hogar. Por un instante pensó en negociar la compra del local con el dueño, le ofrecería cuatro veces más de lo que ese negocio ganaba al año, nadie se resistiría a esa oferta, y en el caso que lo hiciera, simplemente la destruiría y la tomaría para si mismo, pero recuperar ese lugar sería como recuperar una parte de Inui.