Perkines de Tokyo Revenger

pelo

Al final del día, era quién era porque Baji estuvo ahí. No es algo que muchos comprendieran, Takemichi no lo comprendería, el salvaba a las personas como alguna vez Baji lo habia hecho, algo parecido pasaba con Mitsuya o Mikey, Mitsuya era el pilar del mundo a los ojos de Hakkai y Mikey... Mikey simplemente los había salvado a todos al crear la Tokyo Manji, pero lo que había hecho Baji por Chifuyu, la forma en que lo había salvado. Nadie podría igualarsele.

No era un niño deprimido, adoraba a Excalibur y los mangas que compraba sacrificadamente con su mesada, reía en su cuarto hasta altas horas de la noche mientras su gato le mordía las manos al jugar, pero su felicidad no incluía a otros.

En la escuela era temido, lo respetaban por su fortaleza, sabía que sí se enfrentaba a estudiantes más fuertes nadie lo respaldaria. Los aduladores a su alrededor no podían ser llamados amigos, solo lo seguían por su fuerza y la protección que les podría brindar decir que eran amigos de Chifuyu Matsuno.

Pero entonces conoció a Baji, la primera persona que no nesesitaba nada de él, más bien, la primera persona que estaba dispuesta a protegerlo. Baji fue su primer amigo, le había sonreído con la cara manchada de sangre, pero con tanta amabilidad que Chifuyu pensó que su corazón se derretia. No había nesesidad de que pasara mucho tiempo antes de que descubriera que no le interesaban las chicas. Podía sentarse por horas a hablar de ellas con Baji sin sentir interés. El mayor hablaba de su última conquista y Chifuyu solo podía fantasear con la suavidad del cabello del moreno. Aveces conversaban del futuro, Baji hablaba de una tienda de animales y Chifuyu de ser piloto, Baji siempre fruncia el ceño y negaba con la cabeza "Si te vuelves piloto, ¿con quién atenderé mi tienda?" y escucharlo decir que lo incluía en sus planes era todo lo que nesesitaba para dejar de lado sus sueños, porque al final del día su único sueño era estar al lado de su capitán.

Y su sueño se había simplemente roto. ¿Ahora que sería de él sin Baji? ¿Cómo descansaria sin haber recorrido cada rincón de su boca? ¿Cómo le diría a su cabeza que dejara de atormentarlo con el áspero tacto de las manos del mayor? ¿Cómo se vivía cuándo el amor de tu vida moría en tus brazos? Mikey podía disculparse en silencio las veces que quisiera, Takemichi podía consolarlo en sus brazos todos los días y Draken podía llevarlo a casa después de la escuela hasta que se graduara, pero nada de eso le devolvería a su amado capitán.

Nuevamente se encontraba sonriendole despreocupadamente a una chica que apenas conocía, ella se reía de alguna tontería sin importancia y el fingía que le gustaba su risa. Caminaban juntos a la escuela en las mañana cómo alguna vez lo había hecho con Baji, era lo más cercano a caminar con él que le quedaba. Ella era bonita, su figura era fina y su cabello oscuro con suaves ondas, Chifuyu lo había tocado una vez, pero apenas lo hizo quiso correr lejos de ahí. Las náuseas le cerraron la garganta y antes de que las clases terminarán su madre había tenido que ir por él. Su madre le había dicho incontables veces que podían buscar ayuda, pero Chifuyu se había negado con la excusa que no tenía tiempo, pero la verdad es qe jamás quería olvidar lo que sintió al tener a Baji en sus brazos. No quería dejar ir el recuerdo del rostro de su capitán perdiendo el color, sus ojos apagandose y la forma en que su cuerpo dio suaves espasmos antes de quedarse quieto por completo. No quería perder el recuerdo del cabello de Baji deslizándose por sus dedos mientras aferraba su cuerpo sin vida, jamás iba a olvidar la suavidad de las delgadas ebras que iban deslizándose entre sus dedos.

-Creo que ya no puedo acompañarte a la escuela.

Le había soltado derrepente a la chica, ella se detuvo mirando su espalda alejarse.

-¿Por qué?

Nisiquiera se volteo para responderle, pero en su cara se dibujó una suave sonrisa.

-Porque no tienes el cabello suave.

Y de alguna forma era cierto. Nadie tenía el cabello más suave que Baji.