ᴀᴅᴅɪᴄᴛ | 31 Minutos

ʀᴀʙɪᴛᴛs

- Espero que estén preparados para el paseo que les tengo preparado -hablo el hombre mientras conducía-

- Mamá nos dijo que nos llevarías a conocer a nuestra tía -hablo el joven Antonín haciendo que su tío frenará de golpe-

- ¿Cuándo su madre se enteró de ella? -pregunto molesto a sus sobrinos al momento de verlos-

- Hace unos días mamá nos llevo a visitar a la abuela -hablo su sobrina Albertina-

- Y los vimos por su televisión -termino diciendo Antonín-

- Me quiero morir -dijo el hombre desanimado apoyando su frente en el volante-

Sus dos sobrinos saben como se pone su madre cuando se entera que su tío sale con otra mujer ya que este es de salir con cualquier mujer, pero a él no le agrada que su madre se entere con quién sale. Pero ahora que la abuela también sabía quién sabe que podría llegar a pasar.

- No te pongas así tío -hablo Albertina sobando la espalda de su tío para tranquilizarlo-

- Si, tu amiga debe ser agradable -dijo el Antonín tratando de animar a su tío-

- ¡Si! -hablo animada la niña- a mamá y a la abuela tal vez les de gusto conocerla

- Tal vez tengan razón niños -respondió el pelirrojo haciendo que los niños se alegrarán- pero hasta no estar seguro ella no sabrá de la existencia de su abuela y su madre -hablo en un tono decidido haciendo que sus sobrinos borraran su sonrisa de su rostro-

Ellos no odian a su tío, les agrada convivir con él y aprender de él pero las ideas que termina teniendo no... sueles ser las mejores o no terminan como espera él.

[ ... ]

- ¿Otra vez tu aquí? -hablo Maite molesta-

- Solo necesito hablar con tigo de lo que haces -entrando al departamento de la mujer-

- No, yo no tengo nada que hablar con tigo Lucas -contesto molesta-

- Solo trato de hacerte ver que cometes un error al salir con ese tipo -hablo molesto-

- ¿Y a ti que te va a importar si cometo o no el error?, yo sabré cuando cometa el error de seguir con él

- ¡Lo estás cometiendo ahora y no te das cuenta! -alzando la voz-

- ¡Tu no sabes lo que sucede entre él y yo! ¡Y ni siquiera tienes derecho de decidir con quién puedo salir! -contesto alzando la voz-

- Tarde o temprano te terminara dejando... igual como mi madre se lo hizo a mi padre

La chica se quedó estática al escuchar las palabras del mayor, no le gustaba hablar de esos temas y ni quiera recordarlos. Ella también paso por eso, su padre dejo a su madre y ella cuido de su hermana y Maite.

- ... Me harías un favor si te fueras -dirigiéndose a su alcoba-

- Tu muy bien sabes también lo que se siente que te deje alguien en el que confías y quieres -atravesándose en el camino de la mujer- no sigas con esto

- Dije, me harías un favor si te fueras -repitió la mujer-

Lucas no dijo nada y salió del departamento de su hermanastra, la castaña seguía estática frente a su alcoba, se sentía desanimada al recordar eso pero no era el momento ponto Bodoque vendría y ella no necesitaba que él la viera así.

[ ... ]

- Aquí es, ustedes dos quédense aquí, su tío se relajara un momento -el hombre salió del auto dejando a sus sobrinos en el auto-

Juan Carlos se puso en la posición de siempre, apoyaba su espalda en su auto y fumaba un cigarrillo para poder esperar a su amada. — ¿Cómo crees que sea ella? —pregunto Albertina a su hermano—, — Debe ser muy linda y de confianza, el tío Bodoque nunca nos presentaría a alguien de esta forma —respondió Antonín—. Mientras escuchaba la conversación de sus sobrinos Bodoque solo podía pensar en lo que hacía con Maite, lo que hacía con ella era todo lo contrario con las otras mujeres, él siempre la buscaba a ella, la visitaba, coqueteaba con ella, se daban sus roses y por si fuera poco hasta le presentaría a sus sobrinos.

- Bodoque -hablo la mujer frente al hombre sacándolo de sus pensamientos-

El hombre al salir de sus pensamiento y ver a la mujer frente a él solo logro apreciarla como se le había hecho de costumbre. De repente se escuchó como tocaban el ventanal del auto haciendo que los dos adultos mirarán hacia esa dirección encontrando a los dos jóvenes, ya con la ventana del auto bajo, saludando a la mujer con una sonrisa sentida haciendo que ella hiciera la mismo.

- Ellos son mis sobrinos, Antonín y Albertina. Niños, ella es Maite mi... compañera de trabajo

- Es un placer conocerlos niños

- También el nuestro -hablando los dos niños al unísono-

- Bien ahora que todos se conocen es hora de irnos -hablo el hombre al momento de abrirle la puerta del copiloto a la mujer-

- ¿Puedo saber a dónde iremos está vez? -pregunto la mujer al entrar al auto-

- El tío Bodoque nos prometió que nos llevaría a visitar el Observatorio de Cerro Tololo -respondió Antonín-

- ¿Has ido alguna vez Tía Maite? -pregunto la pequeña Albertina-

- Niños -hablo el hombre llamándole la atención a su sobrina al momento de encender el auto-

- Esta bien, no me molesta que me digan así -contesto la mujer en un tono amable-

[ ... ]

En el camino Maite y los pequeños charlatán entre ellos, los pequeños le contaban acerca de lo que vivían con su tío cuando estaban con él mientras que Maite solo reía por las ocurrencias del hombre mientras que lo veía de reojo cada que podía. Por otro lado Bodoque se estaba arrepentido de usar a sus sobrinos para estar más tiempo con la mujer.

Al llegar al lugar los dos jóvenes fueron los primeros en bajar. Ya dentro del Observatorio los dos jóvenes eran quienes más le prestaban atención al los inventos que se encontraban en el lugar mientras que los dos adultos hablaban entre si.

- Así que... nunca has visitado otros lugares del país -hablo el hombre al momento de mirar a la mujer-

- Hace años que no visito algún lugar del país

- ¿Alguna razón?

- Mis padres siempre discutían y eso nos molestaba a mí y a mi hermana así que... ya no volvimos a viajar después de ir a la Isla de Pascua

- Interesante... Muy interesante -hablo el hombre poniendo su vista en otro lado-

- ¿Tienes algo en mente?

- Probablemente

Después de tantas charlas y caminatas era hora de volver a casa, los dos jóvenes estaban agotados y quién no se quedaba atrás era Maite que también se mantenía dormida en su asiento, para el hombre era bella esa escena, verla de esa forma a la luz del atardecer era algo que recordaría el hombre, el no se negaba que amaba a esa mujer, anhelaba cada momento que estaba con ella.

[ ... ]

- Gracias por haberme invitador a pasar el tiempo junto a tus sobrinos -hablo la mujer quien se encontraba fuera del auto junto al hombre-

- A ti, por no negarte a acompañarme -hablo el hombre acercándose más a la mujer- ¿puedo venir a visitarte?

- Sabes que me gusta que me visites

Poco a poco los dos se fueron acercando para despedirse con un cálido beso. Esa misma noche el hombre nuevamente se dirigió al departamento de la mujer y los dos vivieron la noche juntos como era ya de costumbre.

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Que pensaron, ¿que había pausado la historia?, para nada.

Yo no pauso las historias, solo no público por falta de ideas.