Imagina que por culpa de un simple juego de niños pudieras acabar entre rejas...
Un 16 de agosto, otro cumpleaños. Para mi el peor día del año, para mi hermana gemela sin duda el mejor.
Cumplíamos quince años y mis padres volvían a organizar la misma fiesta cutre de todos los años. Juegos de niños, piñata, tarta, regalos,etc. Lo típico para una fiesta infantil. El pequeño detalle es que ya no éramos niñas pequeñas, cumplíamos quince y queríamos algo un poco menos infantil. Por primera vez mi hermana y yo estábamos de acuerdo, aunque yo sabía que la fiesta no era para mí, quería contribuir en algo; siempre he vivido con este desprecio familiar así que estoy más que acostumbrada.
Ese día me levanté y fui directamente a la cocina a desayunar para irme con mis amigos y no volver hasta que fuera lo suficientemente tarde como para que todos mis tíos estuvieran borrachos y no se acordaran de mí.
Me despedí de mi perrita y me fui sin decir nada, no lo vi necesario pues nadie me echaría en falta. Siempre me he sentido una carga, siempre he creído que mis padres solo querían un hijo y yo fui la que sobraba. Y nunca entendí la razón pues soy mayor que mi hermana Sally.
Detestaba a mi familia, siempre me había sentido sola y con falta de cariño. Mi única motivación había sido la independización, era lo único que me mantenía en pie.
Tuve que regresar antes a casa y me sentí fatal cuando al entrar por la puerta estaban todos jugando a esos estúpidos juegos infantiles, Sally me había dicho que impediría que eso pasara pero la culpa era mía por fiarme de ella. Que fueran infantiles no era la única razón por la que no quería que jugaran a los juegos. Había uno en especial que me recordaba demasiado a una época horrible de mi infancia y había prohibido a todos los de mi alrededor mencionarlo y mucho menos jugarlo.
Al entrar por la puerta se me erizó la piel al oír una canción. No era una simple melodía. Era la melodía de ese dichoso juego.
Los recuerdos me atormentaron, recordé todo y estallé en llanto.
Me dirigí al salón y grité buscando a la persona que había decidido jugar ese juego. Todos se giraron para mirarme, pero yo no me fijé en nadie más que en Sally.
Ella me miraba con odio desde una esquina de la habitación, lo supe al ver su reflejo en el espejo. Antes de que pudiera girarme hacia donde estaba ella, un sonido ensordecedor interrumpió la escena. Lo último que pudimos escuchar fue a Sally decir una frase que siempre recordaré...
"Tú eres la reencarnación de aquello que una vez viví, muere espíritu, muere..."Supongo que alguien se preguntará como estoy contando esto si supuestamente fallecí ese día, el día de mi quinceañera.
Al principio de esta historia dije: "imagina..."
Te dije que imaginases, frágil lector.
Aún a día de hoy el juez sigue creyendo que fue Sally quién me mató, pero aún no han encontrado su cuerpo.
Imagina que...
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Relatos cortos [EN PROCESO]
Short StoryEste libro contiene varias historias de distintos temas, está escrito por la misma persona en distintas ocasiones. Historias basadas en hechos reales, fantásticas o de esas historias en las que piensas en clase de mates mientras explican algo muy im...