Rendirse resulta tan fácil que basta con tres palabras para echar un sueño por tierra.
Y no necesariamente tiene que ser algo de gran magnitud, pues a los seres humanos nos basta con una piedrecita en el camino para querer dar media vuelta y decir "no puedo más". Claro que se puede, siempre se puede más, pero nunca queremos intentarlo pues no estamos acostumbrados a darle patadas a las piedras o cogerlas y lanzarlas lejos para no volver a cruzarte con ellas. Tendemos a quedarnos observando cómo ese maldito obstáculo sigue ahí en la misma posición mientras nos lamentamos porque la fuerza extraordinaria del universo no la mueve.
Siempre he pensado que el ser humano se comporta como una máquina que está diseñada para seguir un guión y cuando la vida decide que no es momento de continuar con esas pautas nuestro cerebro no es capaz de funcionar correctamente.
He ahí la psicología de las piedras: imagínate que eres alguien que está a punto de andar un camino, no sabes si será muy largo o tan corto que apenas dure unos años, pero lo tienes que hacer.
A veces, en esa ruta te puedes encontrar tramos totalmente llanos o tan rocosos que apenas seas capaz de poner un pie sin correr el riesgo de caerte y derrumbarlo todo. O, simplemente, encontrarte un fragmento de materia mineral sin forma determinada, mejor conocido como piedra. Da igual el tamaño que tenga porque no vamos a ser capaces de hacer nada por quitarla del camino.
Depende de la persona, una se quedará totalmente anonadada al verla y pensará que le viene tan grande que lo más sensato será rodearla o apartarla un poco para, sí eso, enfrentarse a ella después. También habrá personas que cogerán la piedra y la lanzarán tan lejos que jamás la volverán a ver. Y me gustaría recalcar este último caso, ya que es el mejor con diferencia.
Todos deberíamos aprender a usar las herramientas que tenemos o que podemos conseguir para seguir hacia delante, quitar piedras o lo que haga falta para afrontar el camino: la vida.
No siempre se puede estar bien, hay veces que llueve tanto que la única opción que te queda es esperar a que la tormenta se calme, pero siempre podemos poner de nuestra parte para solucionar los problemas que se nos ponen delante.
Es bueno ser positivo y creer en ti con la suficiente fuerza para que los demás crean también, por eso a veces la vida nos da compañeros de camino para compartirlo con ellos y ayudarnos.
Porque tú eres tu prioridad y dejarse ayudar es lo más saludable.Inmortal
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Relatos cortos [EN PROCESO]
Short StoryEste libro contiene varias historias de distintos temas, está escrito por la misma persona en distintas ocasiones. Historias basadas en hechos reales, fantásticas o de esas historias en las que piensas en clase de mates mientras explican algo muy im...