30 de Julio
Estaba dormida y todo sucedió tan de imprevisto y tan rápido, me tenía presa con su fuerza, era demasiado diminuta a su lado, me volteó y lo hizo por detrás tapando mi boca con una mano libre y forcejeando contra mi la otra, creo que utilizaba algo, solo recuerdo que me hacia mucho daño, lo sentía helado, alguna que otra lágrima adornaban mis mejillas por el inmerso dolor ocasionado en mi interior. Trate inútilmente de defenderme con las piernas, le arañaba, pero me inmovilizaba con una sola mano y no podía hacer nada, traté de morder sus dedos con mis dientes y lo que balbuceaba para hacerlo entrar en razón lo cuál fue un acto de palabras incomprensibles para él... simplemente lo hizo, salió dentro de mí y noto el charco de sangre empapado en toda la cama de la abuela, lo había hecho y se había ido sin decirme nada sola en medio del llanto y de la angustia que me había provocado perdiendo así por primera vez mi inocencia con quién menos me lo esperaba con la persona que me tenía que defender ante cualquier abuso o ataque de alguien, mi hermano mayor Nahuel.
Te escribiré pronto...
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Abusada por mis hermanos
Novela JuvenilCuando tu mejor sueño, se convierte en tu peor pesadilla...