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Con eso Tenya se despertó.

Estaba confundido y algo desorientado. Lo único que sabía era que tenía al chico que le aceleraba el corazón con una mano cerca de su entrepierna.

No podía decir que le molestaba, pero no se encontraba en sus cinco sentidos y no sabia que hacer.

Así que lo besó.

Simplemente puso su mano en la mejilla del contrario y acercó sus rostros hasta unir sus labios en un beso torpe, pero fogoso a su vez.

A decir verdad, ambos eran unos inexpertos en el ámbito sexual. Conocían lo teórico bastante bien, ya que Midnight les daba esas clases, y ella era alguien abierta con el tema.

Aunque el no tener experiencia práctica no frenaba sus hormonas, por lo que continuaron con su inexperto acto.

Izuku se sentó en el regazo de Iida, manteniendo aún el recién iniciado beso. El peliazul llevó sus manos al trasero de su compañero y apretó sin mucha fuerza, causando que el de rizos soltara un apenas audible gemido.

El pecoso movió sus caderas de adelante hacia atrás, creando un placentero vaivén en el que sus intimidades rozaban.

Entre besos y toques obscenos, la ropa fue desapareciendo y poco a poco iba siendo regada por lugares aleatorios en el suelo. Tampoco era como que les importase mucho en ese momento donde quedaran sus prendas.

Llegados al punto en el que les quedaba solo la ropa interior, ambos estaban con las mejillas rojas y con una notable erección. 

Iida cargó a Midoriya y lo dejó en el sofá, para luego quitar los boxers del peliverde y los propios. Una vez que ya no había ninguna prenda en sus cuerpos, se admiraron mutuamente por un par de segundos. 

- ¿Estás... seguro? ¿Puedo? - preguntó el de lentes, aunque no los traía en ese momento, cosa que a Midoriya calentaba por alguna razón. 

- Sería raro que te dijera que no precisamente ahora.

Y volvieron a besarse. 

Tenya puso en práctica algunas de las cosas que recordaba de las clases de Midnight.

Introdujo un dedo en la entrada del contrario, haciendo que su ceño se frunciera y pusiera una de sus manos encima de su boca para cubrirla y de alguna manera, buscar hacerla insonora.

Iida quitó su mano e introdujo otro dedo, empezando a moverlos con lentitud. Viendo que su acompañante lo disfrutaba, comenzó a moverlos más rápido.

Midoriya era quien estaba confundido ahora. Le dolía, entonces... ¿Por qué se sentía tan bien al mismo tiempo? Quería más, sentía placer, pero le dolía, ¿Era eso posible? 

Al parecer si, por que se sentía jodidamente genial.

Tenya introdujo un último dedo, y continuó embistiendo. Estaba en conflicto, ya que el ver a Midoriya de esa manera, a su disposición, lo ponía de una manera inimaginable (al menos para él). Pero por otro lado, su miembro dolía y necesitaba una liberación.

A la mierda.

Repentinamente sacó sus dedos de dentro del pecoso y este, antes de poder articular palabra alguna, se encontraba gimiendo descontroladamente y mordiendo su labio. Iida había entrado por completo y comenzó a embestir sin siquiera darle tiempo de acostumbrarse. 

Como sus embestidas eran tanto rápidas como profundas, estaba tocando su próstata repetidas veces.

Izuku se sentía en el cielo. 

Lágrimas salían de sus ojos y saliva caía por la comisura de sus labios. Su rostro estaba rojo y por todo su cuerpo había una leve capa de sudor que hacía su piel brillar. 

Toda una obra de arte a los ojos del peliazul, quien no paraba de embestir al más pequeño.

Al ambos ser pubertos hormonales e inexpertos, eran precoces. Los dos experimentaban aquella sensación en su estómago que anunciaba el orgasmo.

- T-tenya... m-me siento... ra-raro - habló entrecortadamente, pues le era difícil articular palabras cuando lo estaban empotrando contra su sofá. 

- Y-yo también... creo... creo saber qué es - Su voz sonaba mucho más ronca, y Midoriya no podía creer lo sexy que era su compañero. 

Iida si había prestado más atención a las clases, por lo que recordaba la definición que les dio su profesora del orgasmo.

Dio las últimas estocadas y ambos se corrieron con un placentero y sonoro gemido.

El peliazul sacó cuidadosamente su miembro y se dejó caer suavemente sobre su acompañante.

Se miraron y se dedicaron una sonrisa cansada, para después cerrar los ojos y caer en los brazos de Morfeo.

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Bueno,, no se como chucha se hace el lemmon,, asiq me salió para la mierda,, pero aqistamos 

ya,, xao

ya,, xao

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2021 ⏰

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