No puede ser verdad

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Yeimmy se mareo, su rostro se puso pálido, se sentó en la primera silla que encontró y empezó a tratar de controlar su respiración, sus lágrimas caían sin percibirlas

-¿Vos estás segura de lo que me estas diciendo? Decía Charly aún incrédulo

-Lo siento mucho dijo Irma, les dejo los datos del hospital y apenas tengamos los de la velación.

Colgó la llamada Charly.

Se quedó sin decir ni una palabra, no parpadeaba estaba en shock.

Luego de unos minutos comenzó a mover su cabeza hacia los costados diciendo.

-No, no, no, no... Una y otra vez

Yeimmy seguía en la silla dejando caer sus lágrimas mirando hacia el cielo.

Charly volteo a verla.

-No llores, no llores, eso no puede ser verdad mi amor, Juan está bien, nuestro parcero está bien, el está vivo.

Yeimmy no decía nada, no se movia, no tenía otra reacción diferente.

-Te lo voy a demostrar ... Dijo Charly

Charly tomo el celular y comenzó a llamar al número de Juancho.

Ni siquiera timbraba, iba directamente a correo se voz. Charly intentaba una y otra y otra vez desesperado.

Yeimmy por fin reaccionó tomo a Charly de la cara un poco fuerte lo miro a los ojos.

-Mirame, no va a contestar, lo perdimos Charly, Juan se nos fue.

Charly estallo en llanto, Yeimmy lo abrazo mientras lloraba igual de desesperada que el.

-No puede ser... Decía Charly, cuánto tiempo demoramos en arreglar nuestras diferencias en volver a ser mi parcero, mi hermano, y cuando estamos bien la vida me lo quita, no es justo, no es que no puede estar muerto. Decime que es mentira.

Yeimmy seco las lágrimas del rostro de Charly, y luego las de ella.

-Tenemos que devolvernos ya para medellín. Dijo ella

Así fue recogieron las cosas, empacaron lo más rápido posible, y se fueron. Charly era el que manejaba, estaba lleno de dolor, conducía demasiado rápido y cogía deprisa las curvas.

-Charly...
Amor...
Vida...
Decía Yeimmy para que él le prestará atención pero Charly estaba enceguecido frente al volante.

-!Carlos Cruz para ya! Grito Yeimmy

Charly freno en seco, y se sacudieron con aquella parada.

-Mirame, Charly, yo también perdí a Juan, los dos perdimos a nuestro pez, pero ella nos necesita vivos dijo señalando a Mirari, necesito que seas fuerte, necesitamos ser fuertes, mientras Yeimmy decía eso se le escapaban un par de lágrimas.

Charly golpeó enojado el volante

-No es justo Yeimmy, no es justo, el era el mejor de los 3 porque el...

-Lo sé... Yeimmy tomo la mano de Charly y la beso.

-Pareciese que una nube de desgracias nos persiguiera, estoy mamao, si yo no te hubiera dicho que nos fuéramos, si tan solo nos hubiésemos quedado en Medellín, quizás todo sería diferente dijo el.

-Charly, no, no hagas eso...

-¿Hacer que? Pregunto el

-No te culpes, por favor, no lo hagas, ya tenemos suficiente dolor, no lo hagas más difícil, ni vos, ni yo, ni siquiera Juan, hubiésemos podido cambiar las cosas... Yo se lo que estás sintiendo, yo también me estoy quebrando por dentro, también siento que me quitaron parte de mi, pero mírame tenemos a Mirari, nos necesita fuertes, nuestra princesa nos necesita, tu hija pequeña te necesita mi amor.

Yo conduzco, tu tenela, decime ¿Estás bien para cuidarla?

Charly se seco las lágrimas y asistió con la cabeza, cambiaron de lugares, Yeimmy continuo conduciendo hasta medellín, mientras que Charly todo el trayecto observaba los paisajes sin decir una palabra, solo sosteniendo su pequeña en brazos obligándose a estar bien por ella.

Llegaron a casa de Ligia, quien ayudaría a cuidarles a Mirari, pues habían tenido que llamar a contarle la desafortunada noticia y pedirle ese favor.

Timbraron en la entrada, abrió Alcides.

Charly volteo los ojos poniéndolos en blanco con una actitud de fastidio

-A vos no te quiero ver, dónde está mi ama.

-Hijo...

-Permiso, dijo Charly mientras entro abruptamente a la casa empujando con su hombro al pasar a su padre.

Alcides cerro los ojos, la actitud de Charly lo lastimaba.

-Entendelo un poco dijo Yeimmy.

-Seguí dijo alcides dándole paso a Yeimmy

-ama, mira aquí está mi hija, te la recomiendo un montón, la verdad no se a que horas volveremos, pero hay están todas las cosas de ella.

-Ve tranquilo mijo, mucha fuerza dijo Ligia.

-¿Los acompaño? Pregunto alcides.

Charly lo miro mal, y dió la vuelta para bajar las escaleras.

-No creo que sea lo más prudente, nos ayudaría más cuidando a Mirari junto a Ligia, muchas Gracias dijo Yeimmy

Charly se devolvio y se acerco adónde su papá

Señalandolo con un dedo lo amenazó.

-Te advierto, dejo a Mirari acá, porque está a mi ama, pero Oime ni se te ocurra exponerla porque te juro que no respondo

Yeimmy lo freno tomandolo con sus manos por la espalda y hablándolo con fuerza

-Vamonos ya porfavor, Erick nos está esperando.

Salieron de la casa de Ligia, Charly estaba verdaderamente alterado.

-¿Tenés problemas con Charly? ¿Que paso si estaban tan bien? ¿De que me perdi? Pregunto Ligia

-De nada, de nada, está sensible por la muerte del amigo este pero ya se le pasara, yo me tengo que ir a trabajar.

-Bueno, vení la bendición dijo Ligia

Haciendo la venía enfrente de Alcides en señal de protección.

Alcides se dirigía rumbo al taller donde según indicaba trabajaba.

Aquel taller, aunque si era verdaderamente uno, no era más que una fachada para desarmar carros robados y vender las partes, guardar armas y algunas drogas.

Así fue como el logro encontrar aquella vez a Mike, por medio de amenazas logro conseguir que en el edificio en el que Mike vivía le dejasen ver las cámaras, vio las placas del carro.

Las anoto y no dudo en pedirle a alguno de sus colaboradores para el hurto de vehículos que encontrarán ese, aquellas personas no sabían realmente la intensión de la búsqueda, pero cuando le notificaron que lo habían ubicado, les pidió la dirección, les dijo que se marcharan que él personalmente se encargaba de esa vuelta.

Otros contactos, fueron los que se encargaron de matarlo, todo se dió mediante presidiarios que por una cantidad de dinero aceptaron darle sin que se diese cuenta medicamentos que le ocasionará síntomas gripales durante quince días, creando la fachada para la estocada final, una inyección al cuello que le ocasionaron un paro respiratorio, inyectable que borraría rastro de los otros medicamentos y dejaría limpio el cuerpo de cualquier evidencia en autopsia.

Una vida contigo 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora