Cap 1

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Un día común, el sol mañanero entrando por aquella ventana que llegaba hasta el rostro de aquella persona plácidamente durmiendo entre aquellas suaves sabanas.

Por la luz que daba directo a su cara fue que poco a poco desperto con pesadez, aquel joven de cabellera negra se sentó sobre la cama y estiro su cuerpo mientras bostezaba, tenía muchas ganas de volverse a acostar, pero justo en ese momento sonó su alarma avizando que era hora de ir a la escuela por ende ya no podría volver a dormir.

Con un suspiro apagó aquella alarma y se levantó de la cama con pesadez, caminó hasta su armario para seguido abrirlo y sacar su uniforme, lo dejó sobre la cama para luego ir al baño y prepararse para tomar una ducha, la cual fue algo rápida.

Salió del baño con una toalla envuelta en su cintura y con otra en la mano secando su cabello, al sentir que su cabello ya no debaja caer gotas de agua aventó la toalla por algún lado de la habitación y tomo su ropa interior para ponersela, seguido de éso se empezó a poner el uniforme.

Ya estaba casí listo, al verse al espejo lo confirmó, solo peinó su cabello con sus dedos para darle algo de forma y al hacerlo sonrie gustoso al ver el resultado, rocío algo de colonia por su cuello y uniforme, seguido de aquello tomó su mochila y bajó de su habitación cerrando la puerta.

Estaba apunto de irse cuando una voz lo detuvo...

-Detente ahí Alan Wenchster. -Aquella voz era de su madre por lo que detuvo su andar soltando un suspiro y dando la vuelta para mirar a su progenitora.

-¿Que sucede? -Preguntó aquello con una mirada aburrida y algo retadora hacía la mujer frente a él.

-¿No vas a desayunar? -Cuestionó aquello mientras se cruzaba de brazos mirando algo molesta al joven de cabellera negra.

-No tengo hambre, además se me hace tarde, adiós. -Sin más siguió caminando hasta la puerta la cual abrió para salir e ir a la escuela.

Jamás había tenido una buena relación con sus padres, por complicadas razones que cada que las recordaba se enfurecia y se le hacia un nudo en la garganta.

Con un suspiro saco su celular y se colocó los audifonos para no pensar en nada que no sea la melodía de sus canciones favoritas, dejó que su lista de música se reprodujera en modo aleatorio por que hacia mucho no escuchaba música de aquella manera y bloqueó el celular para seguido guardarlo en su pantalón y seguir caminando tranquilo.

Al ser temprano la calle estaba tranquila y pasaban pocos coches por la zona, al menos por ahora; pasaron unos 10 minutos para que pronto la calle se llenara de gente y la carretera de coches mientras que el pelinegro con mirada fría avanzaba, cuando al fin llegó a la escuela, no entro enseguida si no que espero a su mejor amigo.

Se recargo en una pared frente a la escuela y esperó paciente, luego de un rato a lo lejos pudo ver que se acercaba su amigo con el uniforme arrugado, soltó una leve risa ante aquello y le hizo señas para que lo vea, cuando lo hizo se apresuró a llegar donde él.

-Carajo casi me muero ayer. -Soltó aquello al llegar al lado del pelinegro.

-¿Ah sí?, ¿Y por qué? -Preguntó con curiosidad mientras saludaba a su amigo.

-Fácil, reunión familiar a la fuerza, ¿Sabes lo que es que tus primos, sobrinos y hermanos jueguen en tú cuarto y te desordenen todo? Y lo peor es que no los puedes regañar por que estan pequeños, y si los "Adultos" ven el desorden te regañan a tí. -Con frustración soltó aquello y al final solo suspiro revolviendo su cabello.

-Jaja si lo entiendo, pero conmigo si se joden, nadie puede entrar a mi habitación si no quiero. -Rie al soltar aquello y también por que le causaba gracia ver a su amigo así de estresado. -¿Entonces por eso vienes así?

HATE/LOVE Odio y amor mutuo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora