Cap 2

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Las clases al fin terminaron y todos salieron casí corriendo de la escuela, la fiesta sería esa noche por lo que algunos se iban rápido para prepararse; en la entrada algunos se juntaron para llevar algo a la fiesta, otros solo se fueron para arreglarse de una vez, y el pelinegro junto al castaño iban avanzando juntos por aquellas calles platicando sobre como ir vestidos a la fiesta.

–Tal vez solo me ponga algo informal y cómodo. –Comento el castaño sin saber realmente cómo vestirse.

–Yo iré con mi estilo favorito. –Contestó con una sonrisa. –Camisa blanca, pantalones color azul oscuro, botas negras y mi sudadera, o tal vez la cambie por mi chaqueta de cuero, casí no la uso.

–Tu y ése estilo. –Reprimió el castaño rodando los ojos.

–Amo ese estilo, va conmigo. –Aquello lo dijo orgulloso, realmente le gustaba mucho vestirse así, pues se sentía cómodo.

–Bueno como sea, ya sabemos que llevaremos puesto, ahora ¿Quien conducirá? –Al preguntar aquello volteó a ver a su amigo.

El pelinegro pensó por un momento y al final solo dijo. –Si es en tú auto yo manejo, pero si es en el mío lo haces tú.

–Mm llevare mi auto cuando pase por tí. –Contestó el castaño sin pensarlo mucho.

–Bien. –Ya decidido siguieron caminando.

Estuvieron hablando de todo y de nada, solo pasaron el tiempo mientras avanzaban y en dada esquina se despidieron, de ahí cada quien se fue por un camino diferente. El pelinegro siguió caminando con mirada tranquila, aunque no queria llegar a su casa pero no tenia otro remedio, pronto se iria de ese lugar, solo necesitaba aguantar esté año de escuela y ya.

Estaba algo ansioso, pero lo soportaría o almenos eso esperaba, al final llego a aquella casa y abrio la puerta, no tardo en escuchar como alguien se acercaba.

–Al fin llegas Alan, la cena ya esta servida. –Comentó la chica de cabellera negra con una sonrisa.

–No tengo hambre Olivia. –Habló el pelinegro sin muchas ganas.

–Pero ¿Por que? Es tú favorito, pasta a la boloñesa. –Sonrio alegre la chica.

El pelinegro suspiro y empezó a caminar pasando al lado de la chica. –No tengo hambre.

–Pero... –El pelinegro la volteo a ver con una mirada fría que le hizo quedarse en silencio. –... Esta bien, pero si llega a darte hambre baja a comer.

–Lo pensaré. –Soltó sin más para volver a su andar hasta su habitación.

Si, tenía una hermana, pero no solo tenía una hermana, tenía otros dos hermanos y él era el mayor de todos, ¿que si se llevaban bien? Para nada, él solo los soportaba y eso solo a su hermana y al mediano, pero al menor era al que odiaba por así decirlo, o bueno, al que menos toleraba.

Al estar en su habitación, cierra la puerta con cerrojo para seguido aventar su mochila en su escritorio, después de eso se sienta en su cama soltando un suspiro largo mientras revuelve su cabello, aquello era mucho para él, pero debia aguantar solo un poco más.

Se dejó caer en la cama y estando acostado miró con atención el techo, no paso mucho para que de momento escuchará como tocaban la puerta, no se molesto en levantarse solo hablo fuerte estando acostado.

HATE/LOVE Odio y amor mutuo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora