Je Vais T'aimer (one-shot: Alionka Vargová (Oc) x Vil Schoenheit)

Alistándose para el gran momento

Finalmente, después de meses de espera y una larga organización, el mejor día de su vida estaba a la vuelta de la esquina. Alionka había decidido casarse con el amor de su vida, y también su mejor amigo, Vil Schoenheit.

– Ali, ¿estás nerviosa? – la voz de Aravis se extendió por toda la habitación.

– Bueno, reconozco que me da algo de miedo que las fanáticas de Vil me vayan a hacer algo...es decir, no las culpo, el amor de su vida y su ejemplo a seguir contraerá matrimonio, debe de doler.

– Ay, son unas envidiosas, saben que eres una diosa. – la chica de Octavinelle se jactó, riendo un poco por lo absurdo de la situación.

– No sé Ara, son muy especiales para mi rubio, aunque no les agrado merecen mi respeto y mi empatía, además, no es elegante ni educado rebajarlas, no olvides tus modales. – Aravis puso los ojos en blanco, aunque ya no era su dama de compañía, algunos regaños seguían siendo vigentes. – Ay, está bien "su altezita". Mejor concentrémonos en ti, ¿te maquillarás tú? ¿O lo hará alguien más? – en cuanto Aravis terminó de decir esas palabras, Rook ingresó a la habitación con una maleta de maquillaje.

– Ah, ma fleur de l'enfer, he llegado aquí para dejarte plus belle y lista para unirte con roi de poison. – Rook se encontraba realmente conmovido, sus lágrimas eran genuinas, Aravis comenzó a llorar también. – Oh, par de llorones, me harán llorar a mí también, y no quiero manchar mi vestido. – Rook se recompuso, y se puso manos a la obra.

Después de una hora, Alionka estaba lista. Lo más tardado para "le chasseur d'amour", como se hacía llamar, fue cubrir las ojeras de la vampira. Pero, la belleza natural de la criatura facilitó lo demás, limitándose a sombras difuminadas color vino claro, delineador café oscuro, mascara y labial rojo sangre. Con un poco de rubor, Alionka brillaba más que la luna de abril.

– Bueno, de maquillaje ya terminé, te toca a ti Aravis, seguro le harás un peinado magnífico. – Aravis se sonrojó delicadamente ante el cumplido, aún le costaba recibirlos. – G-gracias Rook.

Aravis siempre había sido hábil con el cabello de Alionka. En cuarenta minutos ya había terminado su trabajo.

– Creo que tu conjunto es sencillo y delicado, como tú, así que decidí hacer lo mismo con el peinado. Tienes una larga cabellera ondulada, suave y brillante, sólo necesitas un broche con rosas blancas. Es curioso, antes creías que el blanco no se te vería bien por tu piel, pero yo creo que luces tan bella como la luna, representas perfectamente a tu nación.

Alionka sonrió silenciosamente, sin duda las palabras de Aravis la habían conmovido.