El chico de dulce voz

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Escucho gritos... una voz desesperada me llama...

Se que debo ir, sé que me necesita. Pero... tengo miedo.

Abrió los ojos y se incorporó en la cama exasperado, exhalo desesperadamente una y otra vez intentando calmarse. Casi inconscientemente sus manos fueron hacia su cuello tocándolo cuidadosamente, como si con cualquier leve toque este se rompiera.

Cuando logro calmarse se acostó nuevamente en su cama, mirando el techo de su cuarto, un triste blanco pálido, un blanco sin vida. Cerró los ojos con fuerza intentando olvidar todas aquellas escenas horribles con las que había soñado.

-El mismo sueño otra vez... -dijo mientras soltaba un suspiro tembloroso, notablemente afectado por la situación- ¿cuándo acabará todo esto?

Luego de estar un buen rato divagando acostado en su cama, se incorporó y se sentó al filo de esta. Busco su teléfono entre las almohadas y se dispuso a revisar sus redes; una de las notificaciones le llamo la atención. Era una publicación de la cuenta oficial en Twitter de su universidad, enseguida abrió el tweet y leyó el comunicado.

En la publicación la universidad anunciaba el día oficial del inicio de clases, junto con un recordatorio de que los cupos para entrar al programa especial de la universidad ya se habían acabo.

Aquella publicación alarmó a Hyunjin, tenía miedo... tenía más miedo de lo que quería admitir.

Jyp university era una de las universidades más prestigiosas del país y una de las más difíciles de entrar, más que todo para el programa especial de Idols. En el programa especial de Idols (PEI) además de estudiar una carrera enfocada en las artes, también recibías especial entrenamiento para volverte un artista profesional y poder debutar en un grupo prestigioso de idols. No sólo era difícil entrar, lo más complicado era permanecer en el programa y lograr debutar, solo los mejores lo lograban. Y es por esta razón que Hyunjin había entrado en pánico.

Después de que su mejor amigo lo convenciera de postular para el PEI, él se dijo: ¿por qué no? seguro logró pasar siendo uno de los mejores. Así que, con la confianza del tamaño de un rascacielos, audición. Preparo una actuación especial, se grabó y envió aquel video a la universidad, ahora solo faltaba esperar y ver si lograría pasar.

Solo debía esperar.... ellos le llamarían. Pero esa espera de unos días se convirtió en semanas y luego se había transformado en un mes, y no había ninguna respuesta.

Y la verdad, es que en estos momentos toda la confianza desbordante que tenía antes se había casi extinguido.

Hyunjin también quería mantenerse positivo; ¿después de todo ese era su sueño... no?

Si pasaba y se convertía en artista tal vez lograría encontrar aquello que le faltaba en su vida, quizás al fin se sentiría completo.

Al imaginarse en un escenario cantando y bailando, con miles de personas cantando junto con él, siendo felices, sintiéndose vivo, sintiéndose amado...

Quizás eso era lo que necesitaba.

Mientras todos estos pensamientos rondaban por su mente, abrió el chat de su mejor amigo, estaba seguro de que no tenía ni idea de la noticia, por eso su deber era informarle o bombardearlo de mensajes hasta que le respondiera. Tardo un poco más de lo normal en responder, y tal y como lo suponía, Chan no tenía ni idea del anuncio que había hecho la uni, es más, parecía no importarle mucho.

-Tch...Estudiantes de último año, ya nada les sorprende- murmuró divertido Hyunjin, mientras continuaba conversando por chat.

Llevaba conociendo a Chan casi dos años, se había aprendido sus mañas y lo que estás significaban, así que podía adivinar que ya llevaba bastante tiempo despierto, y seguramente ni bien abrió los ojos se pegó a su laptop, ignorando a todo y todos. Es más, podía imaginarlo sentado frente a su laptop, con un par de audífonos y una taza de café a lado suyo; podía imaginarlo tarareando una melodía, una melodía creada por él; luego escribiendo y borrando en su cuaderno, su famoso cuaderno de música. Hyunjin sólo había leído una sola canción de allí y con eso basto para saber que su amigo era un genio en la música, un diamante en bruto.

Él aún no entendía por qué habían rechazado a este chico con tremendo talento, estaban desperdiciando una oportunidad de oro. Y de allí radicaba el miedo de Hyunjin, si a Chan lo habían rechazado que le esperaba a un simplemente mortal como él.

Entro a su baño, y mientras preparaba los implementos para su rutina skincare, había comenzado a cuidar más su piel últimamente, recibió un extraño mensaje en su DM de Twitter. Deslizó la pantalla de notificaciones y vio que el nombre de usuario del emisor de aquel mensaje era un tal Seugmin; el nombre le sonaba, pero parecía que su subconsciente no quería hacer ningún esfuerzo por recordar de donde era aquel nombre; tampoco quería quedarse con la curiosidad, así que abrió el chat y procedió a responder. Lo primero que hizo fue preguntarle quien era, y mayor fue su sorpresa cuando aquella persona le respondió bromeando que no podía creer que tan rápido se olvidara de los viejos tiempos vividos en la escuela. Allí fue cuando su cerebro hizo clic y recordó... era Seugmin, su Seugmin.

Por un momento se paralizo y no supo que responder, tomó tanto aire como pudo e intento calmar a su absurdo corazón. Con las manos temblorosas procedió a responderle de la manera más tranquila posible, y el mismo se sorprendió por la simpatía y amabilidad que estaba mostrando en la conversación, estaba seguro que si Chan leía aquellos mensajes pensaría que Hyunjin se había vuelto loco. Pero, quién no intenta causar una buena impresión con un antiguo compañero de colegio, y más aún si ese compañero fue tu crush en el pasado.

En la corta charla que estaba teniendo, descubrió que Seugmin también había audicionado para el PEI y en la misma universidad que él; al leer esto último una enorme sonrisa se formó en su rostro, sabía que Seugmin tenía una hermosa voz y no demoro en recordárselo por chat. Se dio cuenta que si pasaba el programa ambos entrarían juntos a estudiar, eso lo puso muy contento, tal fue su felicidad que en un impulso y casi sin darse cuenta, le comento que debían encontrarse para revivir viejos tiempos.

Y su amor de colegio, aquel que hacía que su corazón casi gris volviera a cobrar color y latiera a una velocidad sorprendente, ese chico de dulce voz... él había aceptado encontrarse con Hyunjin para charlar.

Si hoy había sido un día horrible, parecía que el destino le sonreía nuevamente.

Our Destiny (Changjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora